Día de
Julio Figueroa
Desde ayer en la tarde el Estado Mayor Presidencial tomó el centro de la ciudad de Querétaro. Camiones de soldados, tanquetas con ametralladoras y puños de jóvenes civiles de casquete corto por todos lados. ¿Se trata de una visita presidencial más en el día de
Gracias a mi amigo José Félix Zavala pude acreditarme hoy a las 8 y media de la mañana y una hora después entrar al Teatro de
Ya adentro en el teatro no hacía frío. Una audiencia moderada y bien portada. He visto el teatro más repleto y ardiente, como el 19 de enero pasado, para no ir muy lejos, con
Hablaron el gobernador de Nuevo León, José Natividad González Parás, como presidente de
Sin duda el concepto que más se repitió fue el de crisis: crisis de seguridad y crisis económica, crisis de la violencia interna y crisis que nos llega de afuera, crisis variopinta, pero no crisis del Estado. Crisis de criminalidad, crisis del siglo y del nuevo siglo, crisis chiquitas y mayores, crisis en el ambiente, crisis y retos postrevolucionarios y crisis y retos de los tiempos modernos. Mas nadie ve ninguna crisis del Estado. Allí está el Foro organizado por el Senado sobre “México ante la crisis”. La necesidad de invertir en política ante la crisis. Cómo hemos avanzado en medio de diversas crisis. Cómo México es grande ante sus problemas y sus crisis ya recurrentes. Las oportunidades que abren las crisis mismas para cambiar y corregir rumbos.
En síntesis, los diversos entornos adversos de la crisis, en este Año de
Felipe Calderón fue subiendo el tono más y más, como si con eso se paliara la crisis y el Estado creciera en sus cuentas alegres:
–En el marco de
–La Constitución prevé la organización del Estado mexicano y, como se ve, el Estado mexicano actúa, funciona, sirve a los ciudadanos, integra y equilibra el poder y le exige cuentas al poder mismo.
–El progreso de México hoy se sustenta, en consecuencia, en un Estado fortalecido, no sólo mediante sus instituciones, sino también con la participación decidida de todos los ciudadanos…
–Hoy el Estado también actúa con firme determinación para cumplir y hacer cumplir las leyes de
–La acción destructiva de la delincuencia organizada en México, su implantación en el territorio nacional, no pocas veces con la complicidad de autoridades, no es ciertamente nueva en la vida de
–Hoy México requiere que cerremos filas en la lucha contra quienes pretenden minar y destruir a las instituciones del Estado. México exige de todos sus hijos lealtad a
–No es tiempo de demeritar, sino de aportar. Valoramos la crítica, valoramos la crítica que orienta soluciones y el análisis que alerta responsablemente sobre riesgos latentes.
–Pero debemos rechazar todos el catastrofismo sin fundamento, particularmente ahora llevado a extremos absurdos, que daña sensiblemente al país, a su imagen internacional, ahuyenta inversiones y destruye los empleos que los mexicanos necesitan.
–Hagamos a un lado el alarmismo, que ignora los esfuerzos que todos hacemos por superar nuestros desafíos.
Y así habló de la unidad que exige
Ninguna autocrítica, ninguna falla en el sistema, ninguna mancha en el poder, ninguna definición de qué Estado hablamos, ninguna mirada crítica sobre el poder que se ejerce. Ninguna separación de las críticas intelectuales de adentro, de las protestas y la incredulidad ciudadana, y las críticas que vienen de afuera y hablan de la posibilidad del Estado fallido mexicano. Todos en el mismo saco. Y si no hay un Estado fallido, tampoco hay un Estado débil, acosado, acotado, minado, desarticulado, cómplice, mafioso, infiltrado, impotente, viejo, anacrónico… ¿Cuál Estado de cuates? ¿Cuál capitalismo de cómplices? ¿Cuál amasiato entre poderes? ¿Cuáles monstruos del Estado?
–Se puede discrepar, pero no deliberadamente falsear, dividir y enconar. Se puede opinar distinto en el marco de libertad que el propio Estado garantiza, pero no atentar contra el Estado mismo. (…) Quienes denigran las atribuciones del Estado, su fortaleza y su viabilidad, atentan contra el Estado mismo al intentar socavarlo.
¿Una amenaza implícita hacia todos y en bola, donde lo mismo caben los críticos como Denise Dresser y Lorenzo Meyer, la oposición de Andrés Manuel López Obrador, el crimen organizado del narcotráfico, la industria del secuestro y la misma crítica que viene del sistema Norteamericano?
Se acabaron los discursos y se acabó la ceremonia constitucional de una hora y cuarto, con un Estado virtual fortalecido por las puras palabras del Presidente de México, y la sociedad distante, muy distante, fuera y lejos de este Teatro de
Ordenadamente salió y se fue la clase política nacional por donde vino con su rollo a otro lado, sin ver ni escuchar nada, como siempre, y sólo nos dejó palabras, palabras y más palabras: cinco discursos para ser exactos. Hay crisis, pero no crisis de Estado. La crisis de la narcoviolencia, la crisis del secuestro y la inseguridad ciudadana, la crisis económica, la crisis del empleo, la crisis política de los partidos, la crisis de las nuevas instituciones democráticas como el órgano electoral nacional del IFE y varios institutos locales, la crisis de los migrantes que van y vienen, la crisis del campo, la crisis del burocratismo y el papeleo inútil, la crisis de los sindicatos, la crisis de la justicia, la crisis de los sueños rotos y las esperanzas defraudadas, la crisis del deporte nacional, la crisis de incredulidad, la crisis del hartazgo y del cansancio, son crisis que afectan a todos menos al Estado mexicano, que hoy en el discurso de Felipe Calderón está más fuerte que nunca. Por decreto presidencial. Acátese aunque no sea real.
Qro. Qro.
5-Feb-2009.
juliofime@hotmail.com