La Casa de Cultura de Azcapotzalco
Destacan su construcción en cantera, su talavera y sus tallas en madera.
Foto: José Luis Rubio
El Sol de México
Organización Editorial Mexicana
Fernando Ríos
Ubicado en el mismo predio que en la época prehispánica ocupó un centro ceremonial del Imperio Tepaneca, la Casa de Cultura de Azcapotzalco también fue utilizada para otorgar servicios médicos, de tesorería, juzgado calificador, anfiteatro, cárcel, Registro Civil, oficinas de Tránsito y Vialidad, junta de reclutamiento para el servicio militar y junta de vecinos.
Desde el viernes 13 de febrero y hasta fines de mes, la Casa Cultural de Azcapotzalco alberga en la Sala Acolhuac la exposición «Amor y Desamor» de 18 artistas plásticos del Colectivo Sui Generis que presentan 64 trabajos que representan juegos eróticos y manifestaciones sobre el dolor.
El inmueble construido en piedra de cantera de Chiluca, labrada por artesanos de Azcapotzalco, incluye arquería de estilo mestizo, muros con un espesor de hasta 60 centímetros de adobe y tabique rojo, columnas, escalinatas, fuentes, cornisas, gárgolas y diversas figuras que adornan las fuentes, el piso y el adoquín rosado en andadores, patios y jardines, el trabajo de talavera adorna los zoclos, fuentes y muros.
Inaugurada como Casa de la Cultura de Azcapotzalco el 18 de noviembre de 1991, destaca en su ornamentación el trabajo de carpintería con labrados en el portón principal de sólida madera, puertas, ventanas y piso de duela acanaladas de encino, así como 339 vigas de pino desflemado con sus guardas y mordeduras, donde se incluyen ornamentos hechos con materiales de diversas regiones del país.
En lo alto del inmueble se yergue una torreta en donde se ubica desde el porfiriato el antiguo reloj del siglo XIX.
Además sobresale el trabajo de herrería forjada por artesanos de Oaxaca con 62 figuras en candiles que iluminan y decoran los salones, pasillos y patios.
El recinto cuenta con dos jardines, el de las rosas por la flor que predomina en el lugar con una fuente de cantera al centro adornada con dos leones mellizos.
El segundo jardín, de los naranjos, ubicado al fondo de la construcción, con una fuente ornamentada con seis felinos en sus orillas y una copa de cantera en el centro.
Testigo de las transformaciones de su entorno, el legendario árbol de pirul espera paciente la visita de la dama de blanco, personaje de una vieja leyenda local, semejante a La Llorona.
Con una extensión de cerca de 214 metros cuadrados, seis vitrales de vidrio emplomado narran la fundación de Tenochtitlán, donde el águila devora a la serpiente sobre un nopal al centro del lago, mientras que en tierra firme un hombre señala un islote; otro muestra a Nezahualcóyotl en actitud de otorgar a cinco niños el conocimiento a través de un pergamino, mientras que entre la hierba se aprecia una pirámide como muestra de la grandeza de los antiguos mexicanos.
Un tercer vitral que rinde homenaje a Don Quijote de la Mancha, en tanto que el vitral de Las Musas representa a la música a través de cuatro jóvenes mujeres con diferentes instrumentos de cuerda entre sus manos. El vitral de mayor tamaño representa a los 32 escudos heráldicos de los Estados Federativos de México. Al centro se encuentra el Escudo Nacional y 10 personajes representativos de la historia mexicana.
Los otros dos, a manera de ventanales, dibujan una pareja de jóvenes, mozuela y música, muy parecidas a las figuras medievales.
La casa cuenta con tres salas para exhibir obra plástica: la Antonio Valeriano dividida en dos pequeñas galerías, y la Sala Acolhuac en homenaje al legendario Matlacohuátl Acolhuatzin, señor de Azcapotzalco en la época prehispánica.
En la planta alta está la Sala Tezozómoc , donde cada 15 de septiembre el delegado, acompañado de sus invitados aprecia el desfile conmemorativo a las fiestas patrias, consta de tres galerías donde se exhiben obras de gran formato que van desde escultura monumental hasta óleos, arte objeto, instalación y fotografía impresa en lona.
La Casa de Cultura se ubica en avenida Azcapotzalco número 605, entre las calles Tepanecos y Morelos, frente al Jardín Hidalgo.