El tajín y sus artistas

Maniani, arte de pintura en riesgo de desaparecer

En esta técnica, que combina la tierra, el barro e incluso la resina, las pinturas pueden plasmarse sobre tela o una hoja gruesa de papel; es de secado rápido.

Foto: Diario de Xalapa

Organización Editorial Mexicana

Miguel Salazar

El Tajín- Una técnica llena de colorido y tradición realizan los integrantes del grupo Maniani al trabajar el barro y la tierra para crear pinturas representativas de la cultura totonaca.

La misma naturaleza otorga los colores básicos en la tierra que son escogidos detalladamente para lograr la mejor combinación que dará vida a las pinturas creadas por los nativos de la ciudad sagrada de El Tajín.

Lamentablemente el arte de Maniani (o los que pintan), traducido al español, se encuentra en riesgo de desaparecer, pues actualmente las acuarelas y los crayones son las principales herramientas utilizadas en los jardines de niños para dibujar y pintar.

Nicolás Atzin Ramos, integrante del grupo, explicó que el arte de pintar con la tierra es un beneficio que otorgó de manera gratuita la madre naturaleza, pues sólo es necesario saber escoger la tierra «para que dé» buenos colores fundamentales para crear arte.

La tierra que es seleccionada es molida a mano para eliminar grumos, más tarde se mezcla con la yema de huevo para darle firmeza a la pintura creada de una manera fácil y sencilla que puede ser utilizada por chicos y grandes con resultados sorprendentes.

La tierra otorga los colores predominantes, el rojo, negro y café, que al combinarse dan una serie de tonos fundamentales para darle vida desde una simple palmera hasta unas enormes pirámides representativas de El Tajín.

Las pinturas pueden plasmarse sobre tela o una hoja gruesa de papel y son de secado rápido; «utilizamos la técnica empleada por los abuelitos, quienes gracias a sus años de experiencia saben cómo trabajarla y obtener los mejores resultados», dijo motivado Nicolás Atzin Ramos.

Por el momento, la técnica del Maniani es fomentada en menores de edad, pero la intención de los integrantes del grupo de «Los que pintan» es extenderla a jóvenes y adultos porque se trata de una tradición muy representativa de los totonacos que se encuentra en peligro de desaparecer.

Aunado al arte de transformar la tierra para crear colores, el grupo obtiene el mayor provecho de los beneficios de la naturaleza, incluso saben trabajar las resinas que se encuentran en el campo y esto se debe a que durante años han estudiado cómo esta sustancia cien por ciento natural mancha las hojas de las plantas, principalmente la de plátano, para adoptar este procedimiento y convertirlo en arte.

La tradición de Maniani se está perdiendo, insistió Atzin Ramos, pues además de que la técnica de pintar actualmente se basa en crayones, acuarelas y plumones, la mayoría de los artesanos realizan malas obras de arte, «basta con mencionar que hay quienes crean vasijas de barro que no son resistentes y esto se debe a que no saben seleccionar la tierra tal y como lo hacen nuestros abuelos».

Las personas mayores aún saben seleccionar el barro y se empeñan en preservar esta cultura, pero en la región de Papantla son muy pocas las comunidades que la realizan y los jardines de niño que la han adoptado son contados.

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