El Registro Civil

Presentan los Tesoros del Registro Civil

Destacan las actas de nacimiento y de matrimonio de Porfirio Díaz y Carmen Romero, de Frida Kahlo y Diego Rivera, y la de defunción de don Benito Juárez.

Foto: El Sol de México

El Sol de México

José Aviña

A sus 150 años de vida, el Registro Civil capitalino guarda documentos importantes que sirven para dar testimonio de la evolución política, histórica y social de la Ciudad de México.

La exposición itinerante «Tesoros del Registro Civil», que está montada actualmente en el templo de Corpus Cristi, muestra a los visitantes cosas «simpáticas», como es el registro de una persona del sexo femenino que nació el 22 de abril de 1914, y quien lleva, «nada más» 30 nombres.

De acuerdo a la historia, las Leyes del Registro Civil fueron expedidas el 27 de enero de 1857 y entraron en vigor el 30 de enero del mismo año. Dichas Leyes fueron expedidas por el presidente sustituto Ignacio Comonfort y firmadas por el Ministro de Relaciones Exteriores José María Lafragua.

Esta Ley estableció la obligatoriedad de todos los habitantes de la República a inscribirse en el Registro Civil, exceptuando al personal de la diplomacia extranjera. Las Leyes del Registro Civil también establecían la incapacidad del ejercicio de sus derechos civiles para las personas que no se inscribieran en el Registro Civil.

No todo ha sido tranquilidad para esta oficina que el 31 de mayo de 1863 tuvo que cerrar sus puertas en forma temporal que se tradujo en cuatro años, debido a la intervención francesa que sufría nuestro país.

Precisamente el 27 de marzo de 1861, es cuando se registró el primer mexicano: Manuel María Cordero, tal como lo estipulaban las leyes, mismas que no alcanzaban a los menores de edad, ya que la patria potestad era ejercida por los padres.

Las personas que no cubrieran con el requisito de inscripción en el Registro Civil, se hacían acreedores de una multa de uno a 15 pesos. Fue durante el Gobierno de Juárez, el 28 de julio de 1859, cuando de hecho y de derecho, se expidió la Ley que estableció el Registro Civil. Correspondió a don Melchor Ocampo, Ministro de Gobernación, firmar dicho documento.

Antes de Benito Juárez, México carecía de un registro oficial de nacimientos o defunciones, por lo que las primeras Leyes del Registro Civil fueron expedidas el 27 de enero de 1857 y entraron en vigor el 30 de enero del mismo año, tras ser expedidas por el presidente sustituto Ignacio Comonfort y firmadas por el Ministro de Relaciones Exteriores José María Lafragua.

Ahora se cuenta ya con el Registro Civil de la Ciudad de México, que al cumplir los 150 años de creado, se integró la exposición «Tesoros del Registro Civil». Esta muestra también da fe de la lucha por los derechos civiles y por la equidad, desde su instauración resguarda 27 millones de actas de nacimiento, matrimonio y defunción, de las cuales, 17 millones se han digitalizado y se estima que en el presente año se concluya la digitalización del resto.

Es precisamente en el exTemplo de Corpus Christi, donde se instaló la exposición «Tesoros del Registro Civil», que exhibe las actas originales de personajes de la historia, profesionistas y gente de la vida cotidiana y permanecerá en este recinto hasta el 30 de abril para todo público.

Lo que más llama la atención de los visitantes a la muestra, es que en esas vitrinas están las primeras actas de nacimiento, de matrimonio de Porfirio Díaz y Carmen Romero, de Frida y Diego, las de defunción de Benito Juárez, -que confirma que no murió de angina de pecho sino por «neurosis del gran simpático»-, la de José María Pino Suárez, y que fue un muchacho de 20 años quien avisó al Registro Civil del deceso.

También están las actas de defunción de Lázaro Cárdenas del Río, de Venustiano Carranza y Plutarco Elías Calles; de iconos como María de los Ángeles Félix Guereña -conocida como María Félix-; «Tin Tan», «Resortes», la de Pedro Infante Cruz, y la de nacimiento de Hilda Guevara, hija de Ernesto Che Guevara.

Cada uno de esos documentos grita parte de la historia de personajes que han sido clave en la historia nacional, pero también hay otras como el acta de nacimiento de una niña que fue registrada el 14 de abril de 1914, sus padres, María y Alfredo Saldívar, la pequeña tuvo «nada más» 30 nombres.

El Registro Civil es el primer lugar que conoce de nuestra existencia y el último que da fe de nuestra partida. Es representación de la consolidación del Estado laico y la conquista de derechos civiles fundamentales que cumple 150 años.

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