Querétaro en el Siglo X1X

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Querétaro a mediados del siglo XlX 

A mediados del siglo XlX, Querétaro sufrió modificaciones a sus edificios religiosos, que empezaron a desempeñar funciones diferentes a las que fueron destinadas en un principio.  

Del Convento de capuchinas se dijo en ese entonces: que “el patio y algunas celdas sirven en la presente fecha de cuartel a regimiento tiradores de Querétaro… 

La huerta del edificio es hoy propiedad de la señora Loreto Muñoz Loera… 

En la parte que falta de ingresar al convento de capuchinas ha mandado construir una elegante finca su actual dueño Francisco R. Gallegos, cuya vista y entrada dan para la calle… 

Restaurada completamente la finca y ornamentada al gusto moderno, el señor Gallegos ha querido conservar intactas las piezas que sirvieron de prisión en los últimos días de su vida a los jefes prominentes del ejército imperial…” 

El Convento de “Teresitas” fue utilizado como Escuela de Artes y Oficios entre 1869 y 1871 y “si mal no sabemos es una espaciosa casa de vecindad. 

El Convento de Santa Rosa de Viterbo fue convertido desde 1863 en hospital civil, sirviendo a la vez de hospital de sangre. 

De la iglesia de Santo Domingo nos relatan: “Al lado izquierdo esta la hermosa capilla de Nuestra Señora del Rosario, notable por sus adornos y alhajas y dentro del cementerio también al lado izquierdo, esta la capilla de la Tercera Orden.  

Estas capillas con sus adornos, el cementerio, las campanas de la torre y casi todo el interior de la iglesia principal, desaparecieron al publicarse las leyes de Reforma y por muchos años permanecieron cerradas totalmente. 

En el ex convento de San Agustín se destinó el patio al resguardo de las tropas que pasaban por la ciudad. 

Del ex convento de Carmelitas se sabe que su iglesia fue reconstruida y abierta al público, pero el convento esta destruido totalmente. La amplísima huerta fue fraccionada en lotes, pudiéndose asegurar que casi todas las fincas que hoy se encuentran en la acera que mira al oriente de la calle de Miraflores, están construidas en terreno de la huerta o del convento. 

El templo de San Felipe Neri se había restaurado y el “rostro” del edificio esta en muy mal estado, por estar destinado a cuartel.

Las capillas del ex convento de San Francisco fueron destruidas de manera total a partir de 1878 por el Prefecto del centro Alberto Llaca, quien construyó el Mercado Pedro Escobedo. 

Cuando el gobernador Zenea, inició la construcción del Jardín las bancas eran construidas con r el hierro fundido de las diversas campanas expropiadas de los conventos.