Es un acto de justicia histórica, afirma el obispo Raúl Vera
Entrega España al Centro Frayba
el Premio Fray Bartolomé de las Casas
La ceremonia, en el Palacio de
Armando G. Tejeda
Un acto de “justicia histórica”, según la definición del obispo de Saltillo, Raúl Vera, se hizo realidad hoy en el Palacio de
La labor del fraile dominico español en defensa de los pueblos originarios, durante la conquista, se enlaza ahora, en pleno siglo XXI, con la tarea infatigable de este centro, considerado “objetivo militar” para el Estado mexicano, según palabras de su director, Diego Cadenas.
En un acto sobrio –al que no acudió el embajador de México en España, Jorge Zermeño–, los príncipes Felipe y Letizia realizaron el primer reconocimiento público internacional a un centro que desde su creación ha defendido a los pueblos indios de Chiapas. Su labor, que ha estado amenazada de forma permanente, sobre todo a raíz de la irrupción en la vida nacional del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), representa para el Estado español un “ejemplo” del fomento del “diálogo, la tolerancia y la reconciliación”.
El discurso oficial del gobierno español estuvo a cargo de la directora de
Edificará su propia sede
El galardón, dotado de 70 mil dólares, servirá para que el Frayba construya una sede propia en San Cristóbal de las Casas, ya que la actual es rentada, pero además supone una “protección” más para la labor que realizan. “No es una armadura, pero sí puede servir para que nos miren con más respeto. Aunque también tenemos claro que cuando el Estado y el gobierno consideren que es el momento de entrar en una nueva fase más violenta contra el movimiento indígena, el Frayba será también un objetivo militar”, señaló Cadenas en entrevista con
En su discurso en el palacio real, los representantes del Frayba recordaron a su fundador, Samuel Ruiz, quien no pudo viajar por motivos de salud, e insistieron en la enorme tarea que tienen por delante, pues –insistieron– la situación de los pueblos indígenas de México se “deteriora cada vez más”.
El obispo Raúl Vera, vicepresidente del Frayba, añadió sobre el gobierno de Felipe Calderón: “Es evidente por todos lados el deterioro en la vida del país. La inseguridad en la que vivimos, la desarticulación del Estado se deja sentir a diario, como con el terrible siniestro de la guardería de Hermosillo.
Eso es un signo evidente del abandono social, de la desarticulación del país, de la poca confiabilidad que muestra este régimen. En general, las condiciones de la vida del país no han cambiado; seguimos teniendo migración, la pérdida de puestos de trabajo, el encarecimiento de la vida, la insuficiencia alimentaria en la que vivimos desde hace mucho tiempo y, por supuesto, que los pueblos indígenas siguen desatendidos”.