La ciudad de Villahermosa

Villahermosa sin acta de nacimiento

Vista panorámica de Villahermosa.

Foto: Cortesia

El Heraldo de Tabasco

Organización Editorial Mexicana

Sonia Lopez Cruz

A 445 años de que pobladores se establecieran en la antigua San Juan Bautista, hoy Villahermosa, la ciudad no cuenta con un documento formal o acta de nacimiento, que le permita a sus habitantes conocer los años de vida de la comunidad, y con ello recuperar parte de la identidad perdida.

Aún cuando existe un debate entre historiadores, sobre si existió o no fundación de la ciudad, lo cierto es que fue un 24 de Junio cuando se asentaron en esta tierra los primeros pobladores, de ahí que comunidad recibiera por nombre San Juan Bautista.

La falta de un documento que precise la fecha de nacimiento, muestra el desinterés de las autoridades municipales, señaló el historiador Geney Torruco Sarabia, tras demandar al cabildo del Centro emitan un edicto al respecto, a fin de evitar controversias y darle certeza histórica a los habitantes sobre la fundación de la ciudad.

«Eso es parte de nuestra identidad, debieran hacerlo y se les ha sugerido no sólo a esta administración, sino a las anteriores y muchas, pero no se deciden. De que deben hacerlo es necesario, o saludable históricamente», apuntó.

Para ello, dijo, se debe de convocar a los historiadores a que aporten la documentación que permita conocer con certeza la fecha en que se formó la primera población; asimismo llamar a los ciudadanos interesados para que debatan al respecto, y poder llegar a un punto de acuerdo que de certeza a los habitantes sobre cuántos años tiene la ciudad.

A pesar de la discrepancia entre los historiadores sobre la fecha de nacimiento de antigua San Juan Bautista, la Cronista de la Ciudad Gabriela Gutiérrez Lomasto y el Historiador Geney Torruco Sarabia, coinciden en afirmar que los antiguos festejos en honor a la ciudad ya nada quedan. A la par, se han perdido tradiciones, costumbres y valores.

«Los cambios de la vida de todos los pueblos a veces son drásticos, Villahermosa de ser una provincia tranquila, solidaria, de sillones en las puertas por las tardes, del intercambio de bocadito con el vecino, de cerrar las calles porque se murió fulano y todo el barrio está acompañándolo y ayudándolo en lo que se pueda, que tiene sus fiestas patronales, que tiene un cine, ya no existe… Yo pienso que fue más lo que perdimos que lo que ganamos con habernos incorporado al resto de la república, porque perdimos nuestra tranquilidad; hemos perdido nuestra identidad», apuntó Gutiérrez Lomasto.

Por su parte, el también catedrático de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Geney Torruco, precisó que la ciudad llega a un festejo más de su santo patrón en medio de una serie de crisis que va desde la económica, hasta el temor de sufrir una nueva inundación, esta última propiciada por las autoridades que permitieron y fomentaron el asentamiento de poblaciones en zonas bajas.

«Llegamos mal, con muchos problemas, dudas, temores, sobre todo por la inundación, la famosa crisis económica, muchos negocios quebrando, mucha gente sin empleo y otros que no quieren trabajar», comentó.

En entrevista por separado, ambos conocedores de la historia de Tabasco, señalaron que es necesario que la ciudadanía tome conciencia de que es necesario recuperar los valores que se han perdido, que trabajen en recuperar el patrimonio que se tenía de un edén, donde la palabra hambre no se conocía debido a que la naturaleza era pródiga para los habitantes de la zona.

Ante el temor de una posible nueva inundación, los historiadores enfatizan que el problema que actualmente se vive en la capital del estado es responsabilidad de las autoridades, quienes permitieron que se poblaran áreas que por años habían fungido como vasos reguladores, por lo que esto debe de servir de aprendizaje para que no se sigan cometiendo los mismos errores.

«Gaviotas siempre fue pastizales, jamás fue caserío, yo no entiendo cómo el ingeniero Rovirosa que era ingeniero hidráulico hizo ese malecón sabiendo que eso se iba a ir al agua. El agua tiene memoria, recorre sus espacios, busca su nivel, a como dé lugar y pase sobre lo que tenga que pasar, claro que no había tragedia porque esos lugares no estaban habitados», precisó la cronista de la ciudad.