Agradece Jacinta apoyo a medios
Diario de Querétaro
José Luis Rodríguez
Estoy aquí gracias a ustedes, de otra manera seguiría encerrada, dijo Jacinta Francisco Marcial en rueda de prensa a los medios de comunicación en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro, en un acto organizado por los Centros de Derechos Humanos Miguel Pro Juárez y Fray Jacobo Daciano, los que finalmente la liberaron.
Entre nerviosa y emocionada, la indígena de Santiago Mexquititlán, Amealco, manifestó que «ahorita me dan muchas ganas de llorar pero de gusto, no de sufrimiento», a una semana de haber sido puesta en libertad, luego de que la Procuraduría General de la República, PGR, no pudiera integrar la acusación en su contra por el supuesto secuestro de seis elementos de la AFI.
A estudiantes, maestros y reporteros, Jacinta comentó que recibía muchas muestras de apoyo en el CERESO femenil, donde estuvo detenida más de tres años. «Me mandaban muchas cartas y oraciones, por eso vengo aquí para conocerlos a estudiantes, a organizaciones, me dio mucho gusto cuando supe que la universidad me estaba apoyando», comentó.
En una rueda de prensa que no tuvo la suficiente fluidez por el desconocimiento de la indígena otomí de algunos términos en español, Jacinta pidió que la PGR acepte su error y que liberen también a Alberta Alcántara y a Teresa González, las otras dos indígenas que fueron detenidas por el mismo motivo que ella.
Cuestionada sobre la insistencia de la PGR en que no es inocente y que fue liberada por «duda razonable», dijo: «Que chequen bien el expediente y que vean bien, porque hay muchas pruebas a favor mío, pero todo lo agarraban en mi contra para que me sentenciaran a los 21 años, es una injusticia muy grande, es más delito lo que me hicieron, que lo que dicen que yo hice, (porque) no hubo ningún secuestro».
Jacinta Francisco aceptó que los primeros meses en prisión fueron sumamente duros para ella, aceptando que la embargó el odio y su fe católica llegó a resquebrajarse.
«Yo me iba de peregrina, visitaba enfermos y acompañaba a los velorios, entonces al llegar aquí (a prisión) me dije pero dónde está lo que yo estaba haciendo. Sin embargo, asegura que siempre se encomendó a la Virgen para que la ayudara a salir de la cárcel», asegurando que ahora en libertad volverá a peregrinar.
En la rueda de prensa también estuvo presente su esposo, Guillermo Francisco Prisciliano quien agradeció el apoyo de los medios de comunicación por la difusión del caso de Jacinta que culminó en su liberación.
«Primero gracias a Dios y después a todos ustedes a nombre de mi familia, que hicieron posible que este caso se haiga (sic) sabido y no se quedara sólo entre nosotros para que Jacinta estuviera 21 años de cárcel; gracias también a las peticiones de ustedes los maestros y los alumnos de esta escuela, de esta universidad», manifestó.