Observadores sobre el caso HONDURAS

6 Septiembre 2009 Informe de la Séptima Delegación Internacional de Acompañamiento y Observación
19-2
Somos la séptima delegación de observación internacional que se hace presente en Honduras a partir del golpe de estado ocurrido el 28 de junio. El equipo está conformado por personas de nacionalidad estadounidense y guatemalteca que del  19 al 26 de septiembre está presente en el país, para acompañar al pueblo Hondureño, conocer de cerca la situación de derechos humanos, y dar a conocer a todo nivel los  resultado de nuestra observación e indagación. Los principales aspectos a señalar, con base a nuestro trabajo de observación en el lugar de los hechos, es lo siguiente: Fuerte represión y acelerado aumento de  las violaciones a los derechos humanos.Cada vez se evidencia la reducción de las posibilidades para la población, de ejercer sus derechos humanos y constitucionales. La represión se incrementa seriamente tras el retorno del presidente legítimo Manuel Zelaya. Existe  un uso excesivo de fuerza en reprimir manifestaciones pacíficas con un saldo de centenares de personas heridas, una cantidad indeterminada de muertos, y miles detenidas sin justificación. Hemos escuchado y visto de primera fuente testimonios de represión grave, en donde niños, adultos, y personas de tercera edad han sido agredidos con gas lacrimógeno y pimienta, golpes de garrotes o toletes de hierro y de madera con clavos, y balas reales y de madera y goma. Tras el toque de queda—que más bien es un estado de sitio—el pueblo Hondureño estuvo durante 42 horas bajo un arresto domiciliario ilegal. La policía y ejército tuvo control total de las calles y reprime con fuerza y detención a muchas personas que salían a las calles a buscar artículos para cubrir sus necesidades básicas como comida, agua, y medicamento, o para manifestarse en contra del toque de queda. Esto representa graves violaciones al derecho de la libre movilización, el derecho a la manifestación pacífica, el derecho al trabajo, el derecho a la alimentación y agua potable, y el derecho de no ser sometido a la  detención arbitraria.  La situación de deterioro de los derechos humanos, mas la agresión y represión policial, resaltan la importancia de la presión política internacional para que se restituya el orden constitucional y evite la agudización de los hechos de violencia. Exhortamos a la ONU, la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a que se hagan presentes aquí de forma más permanente en vigilar por los derechos humanos y asegurar una resolución rápida y firme a la crisis política e humanitaria.  Hacemos un llamamiento directo al Departamento de Estado de los EEUU a que haga todo lo posible para reinstalar el presidente legitimo Manuel “Mel” Zelaya y realizar una investigación profunda acerca de la posible participación de funcionarios de los EEUU en la ejecución del golpe. Esto incluye congelar las cuentas bancarias y revocar todas las visas de todos los involucrados en el golpe militar que se dio el 28 de junio, tanto del gobierno golpista, de los empresarios vinculados directamente en la orquestación del golpe, además de cortar todos los fondos que provengan de cualquier fuente en los EEUU, incluyendo el MCC y USAID.

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