La Pasión
de Cristo
La Semana Santa ,
La Procesión del Silencio
y El Arte En Querétaro
José Félix Zavala
“El Señor de
Así como ésta, toda una serie de imágenes relacionadas con
Retablos, esculturas, marfiles, ceras, cantera, en las manos de queretanos de oficio: escultores, ensambladores, pintores, doradores, estofadores, arquitectos, desde tiempo inmemorial han hecho, con sus obras, de esta ciudad, un conjunto monumental artístico, digno de celebrarse al comienzo de la primavera, de
Como muestra de la obra de nuestros artistas existe una devoción queretana al “El Señor de las Maravillas”, humillado, cargando una cruz, lleno de milagros y retratos, está en la capilla de
Al salir, en los portales del convento dominico, veremos un Jesús Nazareno, que se deja mirar de reojo por los fieles que entran y salen del templo, de la capilla, del convento o pasan en la esquina de
Entrando por la puerta trasera, al templo del que fuera El Real Beaterio y Colegio de Santa Rosa de Viterbo, sitio donde el churrigueresco se vuelve locura y la vista se encuentra primeramente con “el Altar del perdón”, un petatillo tejido en oro, de donde pende un Cristo Crucificado, abajo en lujosa vitrina, una bella talla de
Al salir de este Museo vuelto templo, con el rabillo del ojo, entre las puertas, en un pequeño retablo, se mira al Señor de Burlas, al Señor de
Lo mismo sucede en el cuatro veces centenario templo del Convento de Santa Clara, en la parte trasera, junto al coro,
En el antiguo Templo de
Al salir de este histórico recinto, que fuera la primera Parroquia Secular de Querétaro, centenaria, de esta antigua y primera sede catedralicia queretana, se mira a un Nazareno arrastrado por el peso de
En la portada del templo del antiguo Convento de Nuestra Señora de los Dolores,
En
En el Templo del Convento de Santa Teresa de Jesús, de los padres Carmelitas, el amor sublime de esta mística se convierte en “El Señor de los Trabajos”, mientras “El Nazareno” preside la única capilla en pie, de las once antiguamente existentes en el Convento de las Clarisas, otros nazarenos de finas firmas de escultores queretanos, dan la bienvenida a la entrada de Capuchinas, Carmelitas y
El olor de la manzanilla, las aglomeraciones de los visitantes de Las Siete Casas –De Anás a Caifás-, los tambores con toques acompasados y lúgubres, frente a una cárcel de carrizo en la “Rinconada de San Francisco” El Nazareno esta preso. Comienza el triduo santo. (Jueves, viernes y sábado)
El Coro del Conservatorio de Música J. Guadalupe Velásquez entonando el “Staba Mater Dolorosa” o el coro “Ubi Deus Cáritas Est”, “Mandatum Novum do Vobis, Ut Diligens ad Invicem”: Que se amen los unos a los otros. Es la misa “In Caena Dominus”, la del lavatorio de los pies, mientras los templos abarrotados observan lo que solo se contempla cada año al inicio de la primavera.
Ya el domingo anterior llevaron los fieles palmas, hermosamente tejidas, mientras una imagen de Jesús sobre una burra, recuerda la entrada “triunfal” a Jerusalén.
El jueves presencian el “lavatorio de los pies”, acompañan al “Santísimo” bajo palio, hacia “El Monumento”, obras efímeras del arte local en cada uno de sus templos para luego salir a la calle a ver el “prendimiento”.
Por otro lado se dan los preparativos de los habitantes de esta ciudad para ir a
Traídos de Celaya, los Judas, tronarán el día sábado, al abrirse la gloria, se agolpa en la memoria de todos, este hecho.
Los recuerdos permanecerán de generación en generación, son las celebraciones de Semana Santa en Querétaro. Es la imaginería dejada en esculturas por los grandes artistas queretanos, comenzando por los tres marianos, en los 17 conventos instalados en el centro de nuestra ciudad.
Miles de peregrinos van rumbo a Soriano, donde
Por la tarde del Viernes Santo saliendo del Templo de
Ya sin el desfile de las grandes obras de arte elaboradas por los grandes escultores queretanos. Nombremos a los tres grandes de la escuela queretana de imaginería, “Los Tres Marianos”: Arce, Montenegro, Perrusquía, entre muchos otros.
Mujeres enlutadas, con ceras que buscan apagarse y velos que tratan de descubrir el rostro de quien lo porta, hombres encapuchados, encadenados, descalzos, expiando culpas, cargando cruces, pagando mandas.
Es necesario destacar la organización y participación de la sociedad Queretana, desde hace un poco más de 25 años, en la llamada “Procesión del Silencio” en Querétaro.
Los grupos se organizan, conservan sus tradiciones y costumbres; los distintos niveles de participación y vinculación se manifiestan e institucionalizan.
La procesión del Silencio se realiza en la ciudad, en el centro, se lleva a cabo la tarde del Viernes Santo y coincide con las vacaciones, buscando también un espectáculo para visitantes.
Esta procesión funciona como un elemento organizador y abierto de la sociedad queretana, como respuesta a la conservación de la tradición y de la cultura local. Se forman las diferentes congregaciones y hermandades y la función de cada una dentro de la misma.
La procesión del silencio es una fiesta religiosa y popular como hay muchas en
La fiesta de la procesión del silencio que se celebra en Semana Santa en Viernes Santo, la conforman grupos de penitentes, llamados hermandades y cofradías que salen del Convento de
Como una manifestación de fe y cuyos fines son la conservación de la tradición, de la queretaneidad; siendo una fiesta popular religiosa.
El fundador de la celebración, fue el padre Ernesto Espitia, párroco de San Roque, con más de 25 años de llevarse a cabo ininterrumpidamente.
Esta celebración al paso de los años se ha ido extendiendo y abriendo hacia la libre participación de los creyentes de manera espontánea y voluntaria, porque participan de lugares aledaños a
Es importante señalar el creciente papel que tienen los elementos de culto y creencia en la vida pública de Querétaro. Estos lugares de religiosidad pueden ser vistos como espacios donde se expresan no simplemente mensajes de integración, sino también deseos de bienestar buscados en la realidad de la existencia cotidiana de la cultura y la tradición queretana.
Se describe lo que se ha llamado como cultura queretana, la tradición y las fiestas populares contribuyendo fuertemente al arraigo de ciertos elementos y valores que identifican a los queretanos.
Puesto que es una celebración que une a diferentes sectores de la sociedad bajo un fin común muy bien determinado, en el que cada cual asume un papel en el que se identifica y hermana con el otro.
Se nota el contexto histórico de una fiesta que comienza en Europa y que con la conquista religiosa adquiere ciertos elementos mesoamericanos. Se notan algunos símbolos específicos y se justifica esta fiesta religiosa, como un ritual.
Se nota en la organización de
Estas hermandades y cofradías ejercen cierto poder de dominio que les permite unificarse fuertemente para la conservación y preservación de la tradición y el reconocimiento de la cultura, de la queretaneidad. Desde 1989 al 2007.