“Una burla”, el desenlace jurídico
del caso Acteal: Arizmendi
Elio Henríquez, corresponsal
Periódico
Acteal, Chis., 22 de diciembre.
Durante la homilía con que se recordó a los 45 indígenas asesinados hace 12 años por un grupo de paramilitares en esta localidad, Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, expresó: “Es una burla y una vergüenza que por minucias legales se haya exonerado a (29) responsables de un crimen tan horrendo.
“Nos sigue doliendo lo que pasó el 22 de diciembre de 1997 y nos indigna que, a pesar de su culpabilidad, algunos hayan sido liberados amparándose en deficiencias del procedimiento penal.” Reiteró que “sin justicia no puede haber paz estable y duradera y se pierde la confianza en las instituciones”.
Mientras, Alberto Brunori, representante del Alto Comisionado de
Agregó que para su oficina “el caso no está cerrado” y que si se cometieron errores y omisiones en las investigaciones se debe castigar a los responsables. “Pero después de tantos años todavía no he visto a ningún responsable”, aseveró, luego de definir la masacre de Acteal como “el hecho más cruento de la historia reciente de México”.
Las actividades para recordar a las 21 mujeres, 15 niños y nueve hombres asesinados el 22 de diciembre de 1997 comenzaron con una peregrinación que decenas de católicos realizaron desde el crucero de la comunidad de Majomut a Acteal, a unos cuatro kilómetros.
A la entrada de esta localidad la organización de la sociedad civil Las Abejas colocó una manta en la que señala: “A partir de hoy Acteal ha sido designada ‘Sitio de Conciencia de
Al finalizar la peregrinación, con ritos tradicionales, cánticos y acompañados por varios sacerdotes y por los obispos Arizmendi Esquivel y su auxiliar, Enrique Díaz Díaz, los más de 500 asistentes, entre ellos representantes del Sindicato Mexicano de Electricistas y del Frente de Pueblos en Defensa de
Las Abejas afirmó que los paramilitares “creían que iban a acabar con nuestra semilla, y no sólo no desaparecimos, sino que nuestro Dios padre-madre nos ha dado alas para volar a muchas partes de México y de otros países para denunciar la injusticia y las mentiras de los gobiernos y la paz que quieren los pueblos”.
Aseguró que “crece nuestro coraje porque al dolor de la muerte, a la rabia de la impunidad, se ha añadido la burla de unos jueces que se dicen supremos representantes de la justicia y dejan libres a unos asesinos como si fueran inocentes”. Se refería a los 29 indígenas sentenciados por la matanza que en agosto y noviembre pasado fueron liberados gracias a un fallo de
“No queremos una guerra que vuelva a costar la sangre de millones de hermanos. Queremos una nueva revolución, pero no violenta, para que tengamos libertad, justicia y paz y para recuperar la tierra de las manos de los que la están destruyendo y saqueando”, agregó.