Elegía del desarraigo
Juan Arturo Brennan
La compositora, pianista y etnomusicóloga griega Eleni Karaindrou (Teichio, 1939) es una de las personalidades más interesantes de la escena musical de su país.
En 1967, la junta militar de gorilas en turno la obligó al exilio en París, y desde su regreso a su patria se ha convertido en una voz musical inconfundible, reconocida sobre todo por sus importantes contribuciones al cine, el teatro y la televisión. Como compositora fílmica, ha colaborado con realizadores como Jules Dassin, Chris Marker y Margarethe von Trotta, pero su bien merecida fama proviene sobre todo de su larga e intensa colaboración con Theo Angelopoulos, uno de los mayores poetas del cine contemporáneo.
Elegía del desarraigo es el título de un atractivo dvd en el que se ha registrado un concierto (realizado en el Megaron de Atenas) dedicado íntegramente a la música de Eleni Karaindrou y que, lógicamente, contiene una proporción sustancial de música escrita para los filmes de Angelopoulos. La dotación utilizada en el concierto incluye una orquesta de cuerdas, unos cuantos alientos, arpa, un coro mixto, la voz de la legendaria cantante griega María Farantouri, y el atractivo especial de la presencia de Eleni Karaindrou en el piano. Lo más interesante del ensamble es la inclusión de un pequeño grupo de instrumentos tradicionales de procedencia diversa (lira de Constantinopla, bendir, santouri, kanonaki, ney, laouta) que aportan componentes sonoras importantes y de enorme impacto a las partituras de la compositora griega. El concierto mismo y su registro en video tienen como una de sus virtudes principales la sencillez y la claridad; no hay aquí virtuosismos de cámara, no hay afanes videocliperos, no hay efectos ni adornos. Es decir, la producción visual sigue puntualmente el estilo de la música y la dinámica del concierto. En este sentido, tanto la música de Karaindrou como la grabación del concierto, y el resultado conjunto de ambas, comprueban mi teoría de que así como hay fast food y slow food, también existe el fast film y el slow film, y claro, hay fast music y slow music. Y no me refiero sólo a la cualidad mensurable del tempo y la rapidez, sino a una concepción más profunda e integral de lo contemplativo, del discurso estético que se toma su tiempo y su espacio con envidiable parsimonia, que permite al espectador atento sumergirse por entero tanto en los poderosos y desgarradores dramas fílmicos de Angelopoulos como en la espléndida, evocativa y a veces dolorosa música de Karaindrou. El contenido de este dvd es, por ello, una prueba más de la simbiosis perfecta que han logrado estos dos notables artistas griegos; de hecho, el título de la producción, Elegía del desarraigo, bien pudiera considerarse como posible título colectivo de toda la obra de Angelopoulos.
Si bien la mayoría de la música contenida en el dvd proviene de los numerosos e impecables soundtracks creados por Karaindrou para Angelopoulos, el repertorio incluye algunos fragmentos de otras músicas fílmicas de la compositora, particularmente los que ha compuesto para las películas de Lefteris Xanthopoulos y Christoforo Christofis. Sin haber visto ningún filme de ellos, puedo especular, con cierta seguridad, que su estilo y su lenguaje deben ser muy cercanos a los de Angelopoulos, ya que las músicas de Karaindrou para sus películas son de una expresión totalmente coherente con sus partituras para Viaje a Citeria, La mirada de Ulises, El apicultor, El paso suspendido de la cigüeña, El prado en llanto, La eternidad y un día, Paisaje en la niebla, etcétera. Un atractivo particular de esta colección de música espléndida es la inclusión de numerosos fragmentos de la partitura escrita por Karaindrou para una formidable puesta en escena de Las troyanas de Eurípides, dirigida por Antonis Antypas, en la que la compositora logra crear una potente y arcaica atmósfera sonora sustentada de manera importante, como es lógico tratándose de una tragedia griega, en el trabajo del coro.