Querétaro y la independencia

Querétaro y la independencia  

En la ciudad de Querétaro los que eran favorables a la independencia fueron denunciados, traicionados y perseguidos sin tregua por sus mismos amigos o por los frailes y  o padres confesores. 

El fraile crucífero y sus compañeros, todos europeos, les negaban la absolución sino iban a delatar a los simpatizantes de la independencia. 

La represión alcanzó niveles jamás imaginados. 

La rebelión ya apagada en la ciudad de Querétaro, continuó en La Sierra Gorda. 

Los serranos llevaron acabo una guerra de guerrillas y de asaltos a las haciendas para proveerse de granos, ganado, caballos y armas. 

Sus incursiones llegaban a Querétaro, San Juan del Río, Tolimán y Querétaro. 

En diciembre de 1817, mariano Fernández de Jáuregui, segundo hijo del marqués de la Villa del Villar del Aguila, camino a sus haciendas de la sierra y más allá de La cañada fue asaltado y fusilado por 300 insurgentes serranos. 

Entre 1816 a 1820 los obrajes y la fábrica de tabaco en Querétaro habían parado su producción y el valor de las fincas se había reducido al 50 por ciento. 

La población del Corregimiento de Querétaro se había dividido en dos bandos, los criollos y mestizos permanecieron levantados en la sierra gorda

Esta entrada fue publicada en Mundo.