Agradece Obispo por sus 75 años
Diario de Querétaro
José Luis Rodríguez
Con un aplauso espontáneo y el canto de Las Mañanitas, la feligresía queretana selló su gratitud con su pastor, el Obispo Mario de Gasperín, en la misa de acción de gracias por sus 75 años de vida, en ceremonia realizada en el Templo de La Congregación.
«Doy gracias al Señor por este aniversario de vida y por este servicio que él me ha llamado a prestar en la Santa Iglesia y que lo desempeñaré con su gracia y su favor hasta que la obediencia me lo ordene», dijo el obispo en la homilía ante los fieles que colmaron el centro de culto mariano.
Agradeció a los presentes «porque me ayudan a cumplir con este grato deber de alabar al Señor, de darle gracias y de ofrecerle esta ofrenda de amor, de reverencia, gratitud y obediencia».
Mario de Gasperín estuvo bien arropado. Le acompañó el Arzobispo emérito de San Luis Potosí, Arturo Szymanski, los vicarios generales de la Diócesis, Salvador Espinosa Medina y Javier Martínez Osornio, así como medio centenar de sacerdotes y religiosas.
El templo estaba lleno a pesar de ser un día y hora hábil que a muchos no les permitió acudir a celebrar el aniversario 75 de su obispo a la misa convocada por el padre Juan Manuel Pérez Romero, rector de La Congregación.
«Les agradezco de todo corazón su afecto y su cariño, especialmente al padre Juan Manuel que ha promovido esta celebración y que nos recibe en la casa de la Virgen Santísima, nuestra madre de Guadalupe, en este santuario que ha acogido la fe de tantas generaciones y que acoge ahora también nuestra acción de gracias», dijo De Gasperín.
Al término de la eucaristía se reunieron en el altar el obispo y el presbiterio presente y fue cuando la asistencia ofreció un largo aplauso y posteriormente le cantaron Las Mañanitas, a un pastor diocesano visiblemente emocionado.
El jerarca católico dedicó pocas palabras al hecho de que tiene que presentar su renuncia al llegar a los 75 años de vida como lo marca el derecho canónico. Sólo dijo que desempeñará el cargo «hasta que la obediencia me lo ordene».
Esta celebración eucarística fue el único evento con el que se festejó el cumpleaños del obispo de la Diócesis de Querétaro.