Cronica de un congreso teológico 111

Crónica de un congreso

teológico 111 

22 DE ENERO DE 2010   

En el tercer día de trabajo del Congreso Teológico Pastoral se abordó el tema de “Inculturación del Evangelio e Iglesia autóctona”. Las conferencias del día de hoy estuvieron a cargo del obispo de la diócesis de Riobamba, Ecuador, Mons. Víctor Corral y del sacerdote zapoteco Eleazar López Hernández. Y se escucharon los testimonios de una pareja tzeltal de Ocosingo y una mujer campesina de Las Margaritas. 

Para empezar, se presentó el corazón de la palabra del día previo, trabajada en los 7 grupos. Se leyó un texto que enfatizó cómo, frente a los dolores e injusticias de la colonización, se ha contado en la historia de la diócesis, con personas como Fray Bartolomé de Las Casas y jTatic Samuel Ruiz como impulsores de la liberación del pueblo. Don Samuel “comprendió que los sujetos primordiales del Reino son los pueblos pobres”. Este relato se entretejió con el mensaje liberador e inculturado del Tepeyac, que nos trajo María de Guadalupe. Y para representar cómo los integrantes de la diócesis nos hemos convertido en sujetos, un grupo conformado por los obispos, un sacerdote, una religiosa y varios representantes de los pueblos indígenas rompieron un gran trozo de papel simbolizando los muros que tenemos que derribar para ser verdaderos sujetos comunitarios en libertad.  

Don Víctor Corral, obispo de Riobamba y vicepresidente de la Conferencia Episcopal del Ecuador, compartió cómo ha sido la experiencia de la evangelización inculturada y la construcción de la iglesia autóctona indígena, en su diócesis, entendida ésta como la manifestación de Jesucristo, según cada cultura y cada pueblo. Él dijo, “La iglesia debe manifestarse encarnada en estas sociedades y con formas de expresión adaptadas a cada una de ellas… No una iglesia uniforme sino una comunión de dos expresiones de iglesia (indígena y mestiza)… que luchan juntas buscando construir un mundo más justo”. 

Él se presentó como heredero del legado de Mons. Leónidas Proaño, uno de los impulsores de la teología india en el continente. Al explicar cómo se han formado los ministerios locales del pueblo indígena quechua, Mons. Corral dijo que, como parte de la acción liberadora de la iglesia, propician “la organización indígena, porque la iglesia no está para sí misma, está para ser servidora del pueblo y de la sociedad…  Ayudamos como iglesia a la organización indígena fomentando el sentido de identidad y conciencia del pueblo quechua, la cultura, la política propia, potenciando sus justas iniciativas y acciones especialmente el derecho a la tierra, a la educación bilingüe y a la salud alternativa, entre otras cosas”. 

Ante el cuestionamiento de si las iglesias autóctonas pueden conllevar la construcción de una iglesia paralela o contraria a la católica, don Víctor dijo que “la respuesta a estas preguntas, desde nuestra práctica pastoral, no puede ser otra que no. Entre los católicos de las culturas presentes en la diócesis, la vida de fe y compromiso de las comunidades cristianas, de los catequistas, religiosas y sacerdotes, está centrada en Jesucristo Hijo de Dios y en su revelación, y está guiada por una Iglesia que viene de los apóstoles y que hoy se concretiza en el Papa como sucesor de Pedro y en los obispos como sucesores de los apóstoles”.  

Al referirse al Jubileo Episcopal, Mons. Corral dijo que jTatic Samuel fue moldeado como pastor por este pueblo al que se entregó, acompañado por los agentes de pastoral que luchan y se comprometen. Y explicó que él, como heredero de un gran obispo, Mons. Proaño, entiende a Mons. Felipe Arizmendi como sucesor de don Samuel: “Es difícil pero cumplimos con nuestra misión y Dios nos ayuda, porque, por un lado estamos oyendo y siendo fieles a Jesús y al Evangelio, y por otro lado al pueblo pobre al que servimos”.  

Por su parte, Eleazar López integrante de Cenami (Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas) explicó a la asamblea los orígenes, desarrollo y situación actual de la teología india en la iglesia local de San Cristóbal. “La diócesis de San Cristóbal tiene muchos motivos de dar gracias por los dones recibidos durante su larga trayectoria de desarrollo de su identidad. Tiene rostro y corazón propios y cuenta con una rica tradición de lucha por los pobres y los indígenas. Que no siempre han sido comprendidas y respetadas por el resto de la sociedad y de la iglesia”. 

Explicó también cómo el trabajo impulsado por don Samuel, en el camino de las iglesias autóctonas de la diócesis, está en continuidad con el camino iniciado por sus antecesores. Durante su presentación, Eleazar dijo que en el momento de crisis que vivimos del modelo dominante, las iglesias autóctonas son una alternativa; los pueblos periféricos están surgiendo, exigiendo su derecho a existir; buscan un mundo más digno y más humano, una nueva civilización de la esperanza. Agregó que la iglesia está interpelada por la profunda diversidad humana y católica y que debe abandonar el barco donde está montada, porque arriesga a hundirse.  

El candidato al diaconado tzeltal Carlos, de Ocosingo, acompañado de su esposa, compartió su testimonio como parte del caminar diocesano, específicamente en el nacimiento de la iglesia autóctona. Dijo que cuando jTatic Samuel llamó  “a los primeros catequistas, no le importaba quiénes eran ni que grado de estudio tenían, lo que más le importaba es si una persona viene con la voluntad de servir a su pueblo; así como yo, que no tengo ningún grado de estudio”. Además de compartir sus alegrías por los logros alcanzados, el hermano Carlos también compartió su tristeza porque hace algunos años “Roma suspende la ordenación de diáconos permanentes”.  Por su parte, su esposa dio las gracias a jTatic Samuel por haber caminado y trabajado en medio de ellos. Agradeció también a don Felipe por estar con nosotros e invitó a todos los servidores de la diócesis “a que cumplamos nuestro ministerio de estar presentes donde nos toca trabajar”.  

En su testimonio, como integrante de las Comunidades Eclesiales de Base, la hermana Margarita de la parroquia de Las Margaritas dijo: “Estamos muy agradecidos con Dios, por estar cumpliendo nuestro pastor, amigo y profeta, jTatic Samuel, sus 50 años de episcopado. En ese tiempo que jTatic llegó a la diócesis… los que se sentaban adelante en las iglesias tenían que ser los caxlanes, y además los curas decían la misa en latín… Gracias jTatic Samuel por haber inculturado el Evangelio en nuestros pueblos”.     

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