Notas sin poder
–Sólo en la vida secreta que llevamos adentro nos enfrentamos con la verdad. Ahí matamos, ahí cobramos venganza, ahí destruimos, ahí levantamos un ego tan alto como ningún otro, ahí y sólo ahí nos atrevemos con nuestras traiciones y cobardías.
–A mí me atrae la fragilidad del hombre para acercarme humilde y soberbio a sus faltas, que son las mías. Nadie escapa a su propia debilidad. (En Julio Scherer García, Cárceles, México, Alfaguara, 1998, pp. 60-59).
Tiempo, espacio y libertad son mi riqueza. Riqueza que uso para palabrear. Estas tontas palabras. Palabras en libertad crítica y fraterna.
Octavio Paz:
–La clase intelectual es la conciencia crítica de las sociedades pero para que esa crítica posea consistencia y autoridad debe comenzar con una autocrítica.
–¿Cómo pueden cumplir la función crítica que les corresponde si no han sido capaces de criticarse a sí mismos?
–La democracia es diálogo y el diálogo abre puertas… En primer lugar hay que buscar sin cesar el diálogo con el adversario. Ese diálogo exige, simultáneamente, firmeza y ductibilidad, flexibilidad y solidez. (Pequeña crónica de grandes días, México, FCE, 1990, pp. 77, 11 y 91).
A cada quien lo suyo. ¿Cuál es lo suyo y cuál lo mío? Según tu posición es tu función en la vida.
En los poros de la sociedad. Carlos Marx.
La tradición de la ruptura. Quienes viven sin ninguna ruptura en toda su vida, quienes rompen a cada rato, quienes tienen una o dos rupturas en su vida. ¿Qué rupturas cargas?
El mono empalabrado no soy yo.
Este que escribe no soy yo.
Palabra de palabrero despalabrado.
Jajajjjajjajajaj.
Soy el mono desnudo empalabrado de luz y sombras, claros y oscuros, pelos y cicatrices, voces y silencios.
¿Sirve mi obstinación llamada BMW?
El caso BMW no es una ocurrencia mía. Es un crimen sin criminal que exige justicia. Sostener en la memoria este acto de impunidad ha sido toda mi modesta labor.
No soy virgen. Yo también tengo las manos sucias manchadas por el trabajo hecho. Trabajo en libertad que me ha dado más libertad.
No hace falta hacer el mal para hacer el mal. Basta con hacer algo y que el otro lo tome mal. Todo hacer genera un extraño poder que escapa de nuestro control y se vuelve contra nosotros.
Hay que decirlo claramente. La mayoría de los altos servidores públicos del Príncipe Calzada no son buenos puentes entre la ciudadanía abierta y el poder cerrado. Invisibles, secretos, temerosos, sin fuego propio, piel delgada, todo les duele, mudos, sordos, bien planchaditos, yoistas. Malos puentes ciudadanos.
¿Ustedes creen que me cortan las alas? Yo creo que me dan más libertad. Gracias de cualquier forma, gracias.
Los priistas no han cambiado nada. Tampoco los intelectuales al servicio del poder. El país está al borde de la explosión social y ellos quieren todo bien planchadito. No manchen.
Nuestras funciones son diferentes porque nuestras posiciones son distintas; ustedes están dentro del gobierno y yo no he renunciado a la ciudadanía abierta.
En los poros de la sociedad. La expresión es del Moro Carlos Marx (1818-1883), en La sagrada familia. Marx pensaba en los judíos de entonces, que hoy son los imperialistas del orbe.
Octavio a Julio en Los presidentes:
–No te acerques demasiado al fuego del poder, que no es fuego que purifique. (Julio Scherer García, Los presidentes, México, Grijalbo, 1986, p. 54).
Sólo quiero el fuego de la vida, para sobrevivir y palabrear otro rato.
Para morir y vivir, prefiero el fuego del amor.
Gracias, San Juan del Río, tú sabes cómo te quiero. ¿Comemos en
La única prohibición que acepto es la tuya, porque te quiero.
Luz de mi luz.
Y aquí estoy: desnudo y crucificado, esperando tus flechas.
(Notas leves. Sin poder. Disparos a la conciencia.)
A Carmen Gómez Ortega,
por su lucha limpia
contra el oscuro poder
del PRIAN queretano.
Qro. Qro.
Centro Cultural Gómez Morín.
Martes 2 de febrero de 2010.
juliofime@hotmail.com