Corregidora:
1985-2010
Gallos 0 – Chivas 2
Tras una semana de lluvia, el viernes 5 de febrero fue un día hermoso de sol.
¿Hace falta decir que hay más interés en el futbol que en la ceremonia cívica constitucionalista del Teatro de la República? ¿Y que si es difícil entrar al estadio, por lo caro de los boletos y porque ya se agotaron, jajaja, es más difícil ya no digo entrar sino acercarse al Teatro de la República, custodiado desde el día anterior como un bunker?
En el teatro ya se sabe que serán los mismos choros de siempre, palabras mojadas, gastadas, grandilocuentes e irrelevantes; en el estadio no se sabe cuántos goles habrá y de qué lado.
Desde las 6 de la tarde (el juego era a las 8 y media de la noche) empezaron a llegar los ríos de gente al estadio Coca-Cola, Caja Libertad, Cerveza Sol, Cablecom, Pirma, Kellogs, Mexicana de Aviación, Grupo Acir, Mix 97.9… digo, al Estadio Corregidora, que hoy cumple 25 años en activo (con grandes temporadas inactivo, por el descenso de los equipos locales).
La fiesta del futbol es la fiesta del comercio; el amor al deporte es el amor al negocio.
Todo carísimo, las cervezas 45 pesos, las papitas 25, el boleto donde yo estoy cuesta 320 (naturalmente yo entré por cortesía, gracias, amigos), bloquean la señal local de tv, y es un insulto mediático el ruido de música basura. Mariachis, Las Mañanitas, edecanes, concursos locos de risa, anuncios comerciales al ras del campo que tapan la visibilidad (aunque ya quitaron el enrejado), etc. Y un video conmemorativo que nadie peló. Y un largo choro para que el público se comporte a la altura del primer mundo. «El gobierno del estado de Querétaro felicita a la afición». Fiesta paya, sin gracia, ruidosa, vulgar, sin magia. Y los jugadores ni siquiera regalaron balones a la tribuna como se hacía en mi tiempo en estos juegos estelares.
El hecho futbolero se adelgaza frente al fenómeno comercial.
El estadio está lleno y arranca el partido a las 8:33 p.m. El primer tiempo fue más o menos equilibrado y con pocas llegadas a gol; sin embargo Chivas fue más rápido, mejor plantado y con más hambre de gol. Los meones que iban y venían por las escaleras atascadas de gente no dejaban ver el partido. Qué caras las chelas pero cómo chupan los cabrones. (Pura envidia, traía 20 pesos en la bolsa). Un travesti vestido de La Corregidora, jajaja. Y el duelo de porras:
¡Chivas! ¡Chivas! ¡Chivas!
¡Gallos! ¡Querétaro! ¡Gallos! ¡Querétaro! ¡Gallos!
Yo calculo que en el fondo había más público que le iba al Guadalajara. ¿Se respetan los aficionados de los equipos contrarios? Los jóvenes son los más aguerridos y los más emocionales y los más violentos: hombres y mujeres. Nuestra cultura ciudadana deportiva y política es endeble.
El segundo tiempo fue mucho más movido y empezó con un toma y daca, el vaivén del balón pasaba velozmente de una portería a otra, pero pronto la avalancha del Guadalajara fue superior: por tres o cuatro llegadas de Chivas, sólo había una de Gallos. Y el hambre de gol de Omar Arellano y el Chicharito Javier Hernández dio sus frutos: 2-0 favor Guadalajara. Y se acabó el partido. Era más fácil que cayera un tercero de Chivas que uno de Gallos.
Mitos y anécdotas, 25 años del Corregidora
–Construido hace 25 años, el estadio Corregidora de Querétaro es considerado el noveno mejor de México por la cadena de radio y televisión deportiva, ESPN. (…) Se construyó con el propósito de albergar encuentros de la Copa del Mundo México 1986.
–Dicen que el inmueble fue construido sobre un panteón, que los muertos no logran el descanso y en venganza impiden que los equipos alcancen el nivel óptimo de competencia.
–Ha sido la tumba de cuatro equipos que se vieron condenados al descenso: Cobras, Atlante, Querétaro y Gallos Blancos.
–En 1980 el equipo Atléticos Campesinos asciende y su propietario exige al gobernador, Rafael Camacho Guzmán, que le haga un estadio, pues de lo contrario dejaría la entidad. La negativa fue contundente y el equipo se vendió, pero en venganza, el gobernador decidió construir el estadio… (Juan José Arreola, Magazine, Número Especial 575, 7-13-II-2010, pp. 10-11).
El amasiato del poder económico-político: Gobierno-Televisa
–La sede para México del campeonato mundial de futbol que acaba de celebrarse [1986], permitió a Rafael Camacho Guzmán ofrendarle a Televisa el estadio «Corregidora de Querétaro». Bello como pocos campos deportivos en la República, a gusto del consorcio privado, no tuvo que desembolsar Televisa un peso para allegarse millones. Fue redondo el negocio, parecido al cómodo usufructo de una herencia. El gobernador obrero, hecho hombre en las filas de la CTM y político al lado de Fidel Velázquez, se encargó de todo. Cubriría el gobierno de Querétaro hasta el último gasto para conservar el inmueble en condiciones óptimas. Se haría cargo de los sueldos de los empleados y trabajadores que manejaran la administración y cuidaran de las instalaciones. Se haría cargo de las relaciones laborales. Se haría responsable de la seguridad del inmueble. Cualquier desorden, por las causas que fueran, sería a costas del gobierno. Daños a terceros, los que fueran, los cubriría el gobierno del estado. Por cuenta del gobierno correría el pago de energía eléctrica, el del agua, la apertura y funcionamiento del Corregidora las mañanas de futbol. Televisa cobraría por la venta de boletos, los anuncios comerciales, las transmisiones de radio y televisión, la venta de refrescos y todos los productos que le pareciera a bien ofrecer. Por ocho largos años, prorrogables, manejaría el estadio como propio. El gobierno, durante el mundial, sólo cobraría el quince por ciento del ingreso bruto por la venta de boletos, excepto palcos y plateas. Después, cobraría quince por ciento neto de las entradas, incluidos los asientos privilegiados. El resto, todo, para el consorcio.
–5,800 millones de pesos costó la obra, desproporcionada para la capital de Querétaro: 40,000 localidades para poco más de 400,000 habitantes. Un año ocho meses fue pospuesta la atención de necesidades fundamentales en el estado. No había dinero para más.
–En la relación inaudita entre los poderes de Querétaro y los intereses de Televisa se especifica que no importa el destino del equipo del consorcio, Cobras de Querétaro. Aun en el supuesto de que descendiera a tercera fuerza, en la práctica el estadio seguiría siendo suyo.
–La historia está escrita en sus términos textuales y escrito está también un estudio firmado por el licenciado Inocencio Reyes Ruiz, jefe jurídico y consultivo del actual gobierno de Querétaro que preside el licenciado Mariano Palacios. Dice el documento que los convenios firmados por el gobernador Rafael Camacho Guzmán y ratificados por el Congreso del estado son leoninos, favorables sólo para una de las partes. Dice también que son vergonzosos en materia jurídica y política. (Julio Scherer García, Los presidentes, México, Ed. Grijalbo, 1986, pp. 166-168).
25 años después
¿Ya no existe ese amasiato entre los poderes económico y político? ¿Hay un nuevo pacto social entre los poderes públicos y privados y la sociedad abierta en general o sólo entre ellos, por arriba? Todo sigue indicando que el propietario del inmueble es el Gobierno del Estado de Querétaro y el negocio de los intereses privados. Uno pone la mesa y el otro se lleva la tajada del león. Y Calderón hablando en el Teatro de la República de la falta de libertad y justicia por la desigualdad imperante en México como si fuera el presidente de Plutón. Todo es montaje.
Enfrió la noche. Dormí calientito. Con las ideas frescas de El Contexto de Leonardo Sciascia.
A Inocencio Reyes Ruiz,
Juan Antonio Isla Estrada,
Jorge López Portillo Tostado,
Edmundo González Llaca
y Arnulfo Moya Vargas
Qro. Qro.
CC Gómez Morín.
Sábado 6-II-2010.