Publican obra póstuma de Guillermo Cabrera Infante
El escritor cubano.
Foto: Cortesía
Organización Editorial Mexicana
DPA
Coincidiendo con el quinto aniversario de la muerte de Guillermo Cabrera Infante, la semana próxima saldrá a la venta en España una novela autobiográfica póstuma del escritor cubano, que bajo el título «Cuerpos divinos» abarca el periodo entre 1958 y 1962, informó el diario madrileño El País.
Se trata de un libro inacabado de alto valor testimonial, ya que en él se encierra «todo el dolor» del autor de «Tres tristes tigres» y «La Habana para un infante difunto», según reveló al periódico la viuda del autor, Miriam Gómez.
En sus palabras, la obra, de casi 600 páginas, está llena de encantos y desencantos. El libro habla de La Habana, el cine, el sexo, la música, la revolución y el exilio. «No sólo la historia, sino la geografía nos condena», escribe Cabrera Infante. «Han hecho truco hasta con la topografía. Nacimos en un oasis y con un pase de mano nos encontramos en pleno desierto», agrega.
El manuscrito de «Cuerpos divinos» (editorial Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) estaba, como tantos otros papeles, notas y cuadernos, en la casa londinense donde Cabrera vivió hasta su muerte, el 22 de febrero de 2005.
Para Toni Munné, director de las obras completas del escritor cubano que aparecerán a partir de otoño en la misma editorial, «Cuerpos divinos» es fundamental dentro de la obra de Cabrera. «Es el libro que le acompañó toda su vida. Si seguimos las entrevistas a Guillermo vemos que él siempre estaba escribiendo ‘Cuerpos divinos’. Es un libr o escrito desde el recuerdo, desde la voluntad de recordar», dijo Munné.
«Le dolía. Luchaba para escribirlo», explicó, a su vez, Miriam Gómez. «Yo le tenía miedo a Guillermo cuando la escribía. Se desnudaba y sólo la luz de su lámpara le calentaba. Me aterraba saber qué podía contar», refiriéndose a intimidades sexuales, reflexiones políticas, amigos desenmascarados y «otros fusilados o muertos en vida».
«Estaba todo el horror y yo no he querido ni he podido tocarlo», agregó Gómez. «Quedan notas, muchas, pero era imposible encajarlas bien. Todas estarán incluidas en las obras completas, pero el libro debía salir así, hasta el desencanto», añadió.