Opción por los pobres piden los del CELAM

 La Opció por los pobres

El Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) acaba de hacer pública una declaración titulada “Crisis económica, opción por los pobres y cuidado de la creación. Por un desarrollo humano y solidario”.

Según ha hecho saber a ZENIT Luis Enrique Marius, recién designado coordinador del Equipo de Asesores de este organismo, es la primera vez que un Departamento de CELAM emite una Declaración.

Del 7 al 10 de febrero, se reunieron obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, laicos y laicas, asesores y miembros de los equipos de apoyo del Departamento Justicia y Solidaridad del CELAM con motivo de la reunión anual de evaluación y planificación.

Fruto de esta reunión es la declaración, firmada por el cardenal Julio Terrazas Sandoval CssR, Bolivia, presidente del Departamento y los obispos Jorge Eduardo Lozano, Argentina; José Luis Azuaje, Venezuela; Luis Artemio Flores, México; y José Domingo Ulloa, Panamá.

El documento constata que “el tipo de globalización promovido por el mundo de hoy, está animado por la ideología neoliberal y por un ‘fundamentalismo del mercado’ que ha derivado en un aumento de la pobreza, en una exclusión en todos los órdenes, en el debilitamiento del papel del Estado en la búsqueda del bien común, en una búsqueda de homogeneización cultural expresada en una ‘cultura de masas’; pero también ha despertado la conciencia de los valores locales y la expansión de procesos culturales de los excluidos desde lo que se ha llamado la ‘globalización desde abajo’”.

Asegura que “los pobres están sufriendo mucho más la crisis. Entre los más afectados están los niños, las mujeres, los jóvenes, los pueblos indígenas y afrodescendientes. Cerca de uno de cada cuatro jóvenes esta fuera del sistema educativo, y del mercado de trabajo. El porcentaje de pobres de la región, según la CEPAL, ascendió al 34.1%, y la indigencia al 13.7%. Más de una de cada tres personas, son pobres, en uno de los continentes potencialmente más ricos del planeta”.

Las paradojas son tan fuertes, afirma la declaración, “como el hecho de que produciendo América Latina alimentos para tres veces su población actual, el 16% de los niños sufre de desnutrición crónica. El problema de la alimentación en América Latina es principalmente un problema de acceso a la tierra y a los alimentos producidos”.

Todo esto, según los obispos, “se agrava con el avance de la corrupción generalizada tanto en el ámbito público como privado”.

Añaden que “la crisis económica global acentuó las agudas desigualdades latinoamericanas, las mayores comparativamente de cualquier región del mundo”.

“Hoy es más que nunca necesaria la promoción de una verdadera responsabilidad ecológica”, aseguran y urgen a una educación ecológica que ayude a “descubrir el don de la creación”.

Constatan que “la crisis también ha impactado en el congelamiento o reducción de los presupuestos educativos, agravando los fuertes déficits que tiene la región en educación”.

Es importante destacar, indican, como componente prioritario el fomento de una educación democrática, al menos en tres sentidos: que sea una educación para todos; que sea una educación donde la comunidad se convierta progresivamente en gestora de su propia formación y de su propio desarrollo; y que sea una educación que forme en la teoría, pero sobre todo en la práctica, en el respeto y promoción de la dignidad humana, en un estilo sobrio de vida y en la construcción de una ciudadanía que abra las puertas a la participación de todos en la democratización política, económica, social y cultural de la sociedad.

Es escandaloso, subraya la declaración, que, “ante el incremento de la pobreza y la reducción de fondos dedicados a educación y salud, crezca la carrera armamentista en la región que genera la enemistad entre nuestras naciones hermanas”.

Así mismo constata que “la escasa participación de los ciudadanos en la política, entendida en su aspecto más amplio, y no solamente en el ámbito electoral, se ha incrementado en nuestros países debido especialmente a la falta de credibilidad en los líderes políticos, a la desesperanza y a la pérdida de ilusiones en un futuro mejor”.

“Los neopopulismos autoritarios –denuncia- que se están apoderando de nuestra región, debido en buena medida a la corrupción de la clase política y a la búsqueda de soluciones mesiánicas a los grandes problemas de nuestros pueblos, se han convertido en un verdadero peligro en la región”.

Los asistentes a la reunión afirman su deseo de, como discípulos misioneros de Jesucristo en este continente, “renovar y reafirmar la opción preferencial por los pobres”, así como “el respeto a la vida frente a una cultura de muerte que amenaza a América Latina y El Caribe” y dicen con toda claridad que “los gozos y las esperanzas, las tristezas y angustias del pueblo son los gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo”.

Por Nieves San Martín

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