Convento de San Andrés Mixquic
OEM-Informex Organización Editorial Mexicana
«Por los Rincones de México»
Emilio Gandarilla Avilés
La población de San Andrés Mixquic, se localiza en la Delegación de Tláhuac, en el Distrito Federal; como muchos pueblos del Valle del Anáhuac, Mixquic fue fundado por los mexicas, después de haber desecado algunas tierras ocupadas por las aguas del lago de Xochimilco.
En el año de 1536, llegaron a Mixquic los frailes agustinos, Jorge de Avila y Jerónimo de San Esteban, fundadores del Templo y Convento, cuyas primeras edificaciones fueron una pequeña capilla y una casa con techos de paja. Con el tiempo se les hicieron diferentes adaptaciones y nuevas construcciones, hasta llegar a ser una gran iglesia de tipo basilical, con tres naves saturadas de hermosas decoraciones, recubiertas en dorado y grandes y valiosos cuadros al óleo en las paredes.
El Convento, que fue la sede de la Orden de los Agustinos para la Evangelización de los indígenas, quedó edificado en un solo nivel y un gran patio jardín, actualmente parte del Convento es un Museo con interesantes piezas prehispánicas, entre las que sobresalen: la escultura labrada en piedra de la Diosa de la Vida y de la Muerte «Mixquixtí», una interesante figura del mensajero de los dioses Chac Mool, calaveras talladas en piedra, aros para el juego de Pelota y otros.
Mucho antes de la llegada de los frailes a esta población se efectuaban ceremonias en honor de los difuntos, al implantar los misioneros las ceremonias religiosas del 1o. y 2 de noviembre, para recordar a los muertos se unificaron los actos ceremoniales a los desaparecidos que les hacían los indígenas realizándose ceremonias muy importantes en el panteón, que se encuentra en el atrio de la parroquia, en todas las casas de la población se generalizó la costumbre de poner los espectaculares altares de los Días de Muertos.
Estos actos religiosos han logrando una fama que ya sobrepasó las fronteras de México, ahora para asistir a presenciar los honores que se les hacen a los difuntos, llegan muchos visitantes de diferentes partes del mundo a este pueblo.
Mixquic es un destino obligado para quienes se interesan en conocer joyas de la arquitectura colonial y adentrarse en las raíces de nuestra mexicanidad, porque aquí encuentran muchas satisfacciones.
Las personas que visiten Mixquic, pueden conocer y pasear en trajinera en el lago de los reyes aztecas, que se encuentra muy cerca y además, saborear los exquisitos dulces hechos con amaranto (alegría), la pequeña semilla sagrada de los aztecas y probar los sabrosos helados de todos los sabores imaginables.
Se llega a este sitio desde la ciudad de México, tomando el camino a Xochimilco, para después seguir por la carretera que pasa por el bosque de Natívitas, para seguir por donde indican los avisos hasta arribar a Mixquic.