México: Un Bicentenario y Un Centenario
Querétaro: Un Bicentenario y Un Centenario
La historia forma parte de la imaginación vívida, escuchada y escrita de una nación, es el libro que recoge y recrea los testimonios, testificando las actuaciones conflictivas y las gestas heroicas y, junto con la literatura se van volviendo espíritus cuando siguen en primera línea y con rigor la lengua y los sucesos.
Es mirar muy bien a Zapata y a Pancho Villa en la Revolución Mexicana, pero también a la Cristiada que la cierra. La historia de México, la rigurosa, la bien escrita, la no comprometida con el gobierno, con los empresarios ni con la iglesia, intenta crear puentes entre todos los ciudadanos, es volverse de varias maneras mexicano y ciudadano del mundo y es por ellos que en este Centenario de la Revolución Mexicana y en este Bicentenario de la Guerra de Independencia deba existir una reinterpretación de cómo le va en la vida al mexicano y si estos hechos prolongan y fortalecen a los integrantes de su sociedad.
Este recuerdo es dejar actuar a la historia donde el insurgente y el revolucionario creen destruir un antiguo régimen y sueñan en otro que los lleve a la perfección. La historia no debe cometer el error que cometemos todos los seres humanos, el de llegar a viejos, sino que debe ser permanentemente rejuvenecida y ofrecer diferentes balcones para observar el pasado, el presente y el futuro a través de los hechos, hasta llegar a la verdadera gran revolución que ponga fin a la historia.
Es tiempo que la historia regional en Querétaro reconozca en Saturnino Osornio la reorganización del movimiento sindical, su estancia en la cárcel por denuncia de hacendados de Tequisquiapan, su fuerza para presentarse frente al gobernador Joaquín De La Peña y ofrecer su disposición a defender las causas constitucionales, que éste lo supiera movilizar para fortalecer a los grupos campesinos y reconocer el poder de éstos en la Sierra Gorda.
Es tiempo de reconocer en los osornistas su actitud de defensa de la tierra hasta ser temidos por los acaparadores de la misma. Es necesario reconocer en los osornistas la organización de la primera sociedad cooperativa ejidal de la localidad de El Sitio y sus acciones liberadoras en las haciendas alrededor de San Juan del Río, Tequisquiapan y otros lugares de los Valles Centrales y el Semidesierto.
Es momento en este centenario de la Revolución reconocer los enfrentamientos tenidos con la autoridad de los sindicatos de la Fábrica El Hércules, hasta llegar a decir que el presidente Obregón no pudo contener la resistencia queretana de los conservadores, que buscaron a toda costa y hasta nuestros días denunciar a Saturnino Osornio como desestabilizador del orden público que se pertrechó en El sitio a esperar mejores tiempos.
José Félix Zavala