«Lectura de Canetti pensando en Elvira» de Julio Figueroa

Lectura de Canetti

pensando en Elvira

 

 

 

     –Ni siquiera las acciones más perversas de los muertos hay que silenciar; quieren seguir viviendo como sea.

 

     –Que la verdad sea una tormenta y que, una vez que ha limpiado el aire, pase. La verdad tiene que caer como un rayo… El rayo no cae dos veces en el mismo sitio…

 

     –La maldición de tener que morir debe ser transformada en bendición: que uno pueda morir cuando vivir es insoportable.

 

     Fraternalmente.

     Julio.

     viernes 24-Dic-2010.

 

Lectura de Elías Canetti

pensando en Elvira Ochoa

 

 

 

     –Ni siquiera las acciones más perversas de los muertos hay que silenciar; quieren seguir viviendo como sea.

 

     –Cada cual tiene que enfrentarse de forma totalmente nueva a la muerte.

 

     –Gente que escribe sobre la muerte como si fuera algo superado hace ya tiempo. 

 

     –Los muertos se alimentan de juicios; los vivos, de amor.

 

     –Reanimar conceptos, con veneno.

 

     –En la oscuridad las palabras pesan doble.

 

     –Que la verdad sea una tormenta y que, una vez que ha limpiado el aire, pase. La verdad tiene que caer como un rayo… El rayo no cae dos veces en el mismo sitio…

 

     –La maldición de tener que morir debe ser transformada en bendición: que uno pueda morir cuando vivir es insoportable.

 

     –Salvar la exageración. No morir sensatamente.

 

     –¿Qué pasará con las imágenes de los muertos que llevas en tus ojos, dónde irán a tu muerte?

 

     –No rendir las armas ante la muerte.

 

     –El sobrepeso de los muertos lo mata a uno.

 

     –¿Cuánto tiempo serías capaz de callar sobre la muerte?

 

     –Los que callan soportan demasiado.

 

     –He llegado a la edad del sobreviviente. / Y finalmente no hice nada.

 

     –La sinceridad del mentiroso.

 

     –¿Qué es lo que uno puede contar sin gran desvergüenza?

 

     –Cada año me hago más desvergonzado.

 

     –Todo lo que anotamos contiene todavía un ápice de esperanza, por mucho que provenga de la desesperación.

 

     –A nuestra generación se le reservó la posibilidad de enterarse de que los mejores esfuerzos del hombre son inútiles.

 

     –El que no cree en Dios toma sobre sí todas las culpas del mundo.

 

     –Las almas de los muertos están en los otros, los que han quedado, y allí se van muriendo del todo, lentamente.

 

     –Mantener vivos a los hombres con palabras.

 

     –Todo se hizo más rápido para que hubiera más tiempo. Cada vez hay menos tiempo.

 

     –Ser tolerante sin pasar por alto nada.

 

     –¡Qué fácil decir: encontrarse a sí mismo! Cómo nos asustamos cuando esto sucede de verdad.

 

     –Uno resiste tantas cosas que acaba creyendo en el error de pensar que podría resistirlo todo.

 

     –No hay dolor que no pueda ser superado por otro dolor; lo único infinito es el dolor.

 

     –¡¿Qué es la muerte sin el consuelo de las religiones?!

 

     –¿Cómo es posible que Dios soporte ser adorado?

 

     –Sólo el incrédulo tiene derecho al milagro.

 

     –A mí me gusta ser un loco.

 

     –Sol-edad.

 

     –Sólo los muertos se pierden los unos a los otros.

 

     –El dolor más profundo lo guarda cada uno en secreto.

 

     –Seres humanos como barcos con su pesada carga.

 

     –Piensa sin mandar, pero también sin jugar.

 

     –Palabras que hacen nacer la llama del entusiasmo.

 

     –El mejor hombre no sería el que menos necesita sino aquel que más regala lo que necesita.

 

     –Uno tiene que poder dar, incluso sin sentido, de lo contrario olvida el DAR.

 

     –Todas las palabras son falsas. Pero ¿qué hay sin palabras?

 

     –No hay nada más enmarañado que los caminos del espíritu.

 

     –Las preciosas frases de los locos.

 

     –Todo lo ocurrido tiene miedo a su palabra.

 

     –Habría que decirlo todo con pocas palabras. 

 

     –Hablar como si fuera la última frase que nos dejaran decir.

 

     –Los nudos de la existencia se encuentran allí donde uno recupera para sí a un muerto sacándolo a los ojos de los vivos.

 

     –¿Quién me informará de las cosas cuando yo ya no exista?

 

     –Pensamientos como cantos rodados. Pensamientos como lava. Pensamientos como lluvia. / Voces que perturban al cielo.

 

     –No acostumbrarse a la muerte, sí a la vida.

 

     –Registrar el momento en el que uno se resigna a la muerte.  

 

     –Hay que dejar de hablar antes de haberlo dicho todo.

 

     –Es posible que cada muerto aguarde su consumación en la resurrección que le ofrezca un sobreviviente.

 

     –Única salvación: la vida de otro.

 

     –Y de la unión de los seres desaparece la muerte. (Hiperión).

 

     –Nadie conoce el corazón secreto del reloj.

 

     –Con nada se abusa tanto como con las palabras de los muertos.

 

     –Antes de volverse disolución, la muerte es confrontación. Valor para escupir a la muerte en plena cara.

 

     –La muerte en México no es sagrada ni es extraña. La muerte es lo más natural. (Juan Rulfo).

 

     –La muerte, a la que no tolera, cargó con él.

 

     –No dejes de hacer señales. Alguien puede salvarse.

 

     –No toma sus últimas disposiciones, no le rinde este homenaje a la muerte.

 

     –El hombre de fuego tiene que arrojar chispas.

 

     –Cualquier cobardía, cualquier reserva es un pecado en el escritor. Su atrevimiento está en decir lo que piensa. Aunque sea responsable de ello, tiene que decirlo.

 

     –Los relojes de la pareja: nunca la misma hora.

 

     –Es imposible pasar en silencio una muerte que te toca.

 

     –Un escritor sin heridas no es escritor.

 

     –Cuando uno sabe cuán falso es todo, cuando uno está en situación de medir las dimensiones de lo falso, entonces, sólo entonces, la obstinación es lo mejor: el incesante ir y venir del tigre a lo largo de los barrotes de la jaula para no perderse el único, insignificante momento que pueda salvarle.  

 

* * * * *

     “La muerte es el acto más profundo y significativo de la vida, que redime al más común de los mortales de su trivialidad y cotidianidad. Lo trágico de la situación nace del abismo del tiempo en el que somos y la eternidad hacia la que vamos.”

 

     –Hay que enterrar a Elvira y transformar su drama, que es el drama del hombre, en literatura. 

 

     Querida Elvira: Te escribo y te pienso aperradamente. Te despersonalizo, te personalizo y te universalizo al mismo tiempo. Leves nos sean estas palabras. Adiós. Fraternalmente: Julio. Qro. Qro., viernes 24-Dic-2010. 

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