Un fotógrafo queretano: Gerardo Proal De La Isla

Gerardo Proal de la Isla bohemio de la fotografía

Gerardo Proal de la Isla.
Fotos: Miguel Blancarte.
Diario de Querétaro.

 

Nicte-Há Rico

Gerardo Proal es un hombre que se atrevió a hacer lo que más le gusta y apasiona, se quitó el miedo por conocer y hacer, y se adentró al mundo de la fotografía; supo combinar perfectamente la formación de su andar administrativo y a tan sólo tres años de haber iniciado esta travesía, arrancada de un sueño y una decisión personal, ha cosechado exposiciones individuales en su Estado natal como «Miradas Angelicales» en el templo de Santa Clara, en centros educativos de la república con «Belleza entre espinas» y en España con «Bocas y Copas». Mientras que para el 2011 ha proyectado «Sueños de Agave» y «Flora y Arquitectura».

«A través de la cámara y de la fotografía empiezas a ver la vida diferente, las cosas empiezan a tener colores distintos, connotaciones e ideas que te llaman la atención», así expresa el gusto por su afición, sin embargo se define como un Bohemio de la fotografía.

SUS INICIOS

En DRT tiene seis años en el programa cultural y eso le permitió tener un contacto directo con artistas, pintores, escultores y algunos fotógrafos, con ellos hubo una pequeña inclinación sobre todo para empezar a conocer un poquito con lo que tiene que ver con el arte.

«El esquema lo ubico de la siguiente manera» dijo Gerardo, «perder el miedo al arte, al pararse ante una obra y expresar alguna opinión, sin mayor formación ni técnica».

De repente empezó a darse cuanta que existe por ahí un área de oportunidad de enriquecimiento personal, al poder conocer actividades de gente que tiene talento, de personas que quieren transmitir algo y se mete en esta parte de leer un poquito más, empieza a ser más observador y eso se junta con algo que ya traía, que es la afición a la fotografía.

«La fotografía como afición yo la tengo porque mi padre era un gran aficionado a ésta, tenía su cuarto obscuro y para nosotros era un atractivo, algo muy interesante conocer como se procesaba. Pero yo no tuve mayor formación, salvo que en la preparatoria con la oportunidad de tomar un taller en la Escuela de Bellas Artes dentro de mis materias artísticas con el Maestro Agustín Rivera. Ahí aprendí dos conceptos básicos en aquel entonces que era cien por ciento análoga».

Agregó que la primera fue el proceso de revelado en blanco y negro y el otro tema es el dimensionar muy bien el encuadre a partir de los puntos aureos, ubicando las imágenes, lo que era para él fue una referencia para captar sus imágenes.

Posteriormente y ya regresando al área cultural mi interés fue creciendo gracias al trabajo de terceros, como Ricardo Zarcoya, Claudia Prudencio, Arturo Pérez, Mauricio y Fabián de la Vega, Elena Baca. «Yo disfrutaba mucho viendo las fotografías y en una ocasión platicando con Claudia Prudencio me comentó que se iba de viaje y visitaría una tienda con equipo fotográfico y me hizo la propuesta de conseguirme una cámara digital a lo cual accedí».

De repente empezó a descubrir en la fotografía digital esa maravilla de las tarjetas de memoria, a conocer el revelado digital y es aquí cuando Gerardo Proal empieza a formar un acervo de fotografías muy nuevas para él y con la intención de conocer algo más allá lo practicó.

Relata que más adelante, un buen amigo, Edgardo Cabrera lo invitó a Bernal donde tomando fotografías, su amigo conoció el trabajo y lo incitó a realizar una exposición.

«Por fin me animé a hacer mi primera exhibición, que inclusive tratando de cuidar que no cometiera un error en el intento, le llamé Instantes de una Afición, porque realmente era eso», cuidadoso y miticuloso como se conoce a Gerardo agregó que fuera de todo lo comentado y a cualquiera que le interese este tema, reconoce que inició sin mayor formación y técnica, sin embargo hoy se considera estrictamente un bohemio de la fotografía.

Sin embargo está consiente que ha tenido que prepararse día con día, con prácticas y lectura, junto con el trabajo de sus amigos queretanos y de terceros, asegura nació la admiración y respeto profundo por otros.

LA EXPOSICION INSTANTES DE UNA AFICION

Bastaron tres años para conocer el trabajo de Gerardo Proal, su primera exposición «Instantes de una Afición se exhibió en octubre del 2007, lo que dio pauta a otras más que lo han consolidado como un fotógrafo amante de la naturaleza.

La primera exhibición trajo de todo un poco, fotografías de lugares, paisajes, objetos, personas, animales, detalles de arquitectura y naturaleza.

«La exposición sin querer, resulta una maravilla porque sin pensarlo, se fue vendiendo y no solo entre amigos, lo que le dio un valor adicional, también le interesó a los visitante», dijo Proal.

Se fue dando un crecimiento en la afición de Gerardo, el mismo reconoce que le falta mucho por aprender, pero cada paso que da lo disfruta bastante.

Su segundo tema fue «Bocas y Copas» donde captó retratos con expresiones de mujeres tomando una copa de vino tinto así como personajes que conoció en sus viajes.

A tres años de haber iniciado esta carrera que tanto le apasiona, fue invitado a exponer en España para el 2010. «Un reto muy importante porque yo no estaba acostumbrado a tomar retrato, lo que significó para mí robar el instante perfecto de la persona cuando no está realmente dispuesta» fue así que Gerardo Proal mostró con su trabajo la identidad de su tierra.

Paralelamente a este evento se preparó dice, con lo que realmente le llena que es la naturaleza, con el tema de los cactus se fue alimentando hasta llegar a 40 fotografías.

«De repente me doy cuenta que podía ser un tema como lo veía inicialmente, árido, no le encontraba mucha similitud, hasta que me detuve a analizar y se me ocurre compartirle un texto», comentó.

Fue así que la exposición llevó una interpretación personal, plasmando lo que le inspiraba y de ahí surgió el trabajo que se presentó en noviembre del 2009 que se llamó «Belleza entre espinas», la cual fue muy solicitada desde el principio que se vio en el Centro Cultural Gómez Morín.

Su caminar fue en centros educativos como el Tecnológico de Monterrey, en el SICATA del IPN y en San Juan del Río, entre otros, hasta el punto en que el trabajo se convierte en un libro.

COMPARTO LAS EXPERIENCIAS

«He tenido a lo largo de mi vida, triunfos y derrotas, éxitos, empezar, cerrar y abrir puertas, mi vida está llena de experiencias y eso es lo que reflejo, es lo que comparto a través de mis escritos».

«A veces uno como expositor no se da cuenta de la gran sensibilidad del trabajo, pero quienes visitan la exposición capta el mensaje, eso es gratificante».

SUEÑOS DE AGAVE Y FLORA Y ARQUITECTURA PARA EL 2011

Con la inquietud nata de su pasión, Gerardo desea aventurarse en la toma de fotografía de fauna en los lugares salvajes y continuar compartiendo los temas que vayan surgiendo, este es uno de los retos que seguirá proyectando, mientras que trabaja en sus proyectos muy importantes en su vida profesional y que son:

«El primero se titula «Sueño de Agave» que consiste en una exposición de todo el proceso del tequila y su interpretación artística porque va acompañado de su texto. El otro se llama «Flora y Arquitectura» tomas que he ido recopilando desde mis inicios, durante mis viajes y mi andar por la vida».

Para este Año Nuevo, «deseo continuar aportando con mi pasión, mi trabajo y mi amor al estado temas que redunden en la restauración de espacios de gran significativo para la sociedad», tal como lo hizo con las obras de arte en el Templo de Santa Clara.

Esta entrada fue publicada en Mundo.