Elecciones entre la pobreza y la violencia
Tlapa, Guerrero
Las elecciones para gobernador en el estado de Guerrero para este domingo 30 de enero, se dirimen en medio de un ambiente enrarecido por la violencia del narcotráfico y las estrategias diseñadas por los partidos políticos orientadas a generar temor y un clima de inestabilidad social entre los guerrerenses.
Guerrero es un estado marcado por la pobreza y los cacicazgos políticos. En la Montaña se ubica Cochoapa el Grande que es el municipio más pobre del país, compartiendo esta tragedia con Metlatonoc y Coicoyan de las Flores, Oaxaca, que conforman el triangulo de la infamia contra los pueblos indígenas de México. En estas regiones empobrecidas la siembra de la amapola ha desplazado, al cultivo secular del maíz. Muchos niños aprenden más rápido el rayado de la adormidera, en lugar de un desarrollo temprano de las habilidades de la lectura y la escritura. Por su parte las autoridades federales y estatales, han optado por incrementar el presupuesto militar para contener el descontento social y ampliar el cerco contra las regiones pauperizadas.
Guerrero es un estado donde dos de cada tres personas tiene menos de 29 años, es decir, este potencial juvenil tiene truncado el futuro ante la falta de alternativas para continuar sus estudios de nivel medio superior y superior. Tampoco encuentran fuentes de trabajo que le garanticen una vida digna, por eso muchos jóvenes han caído en las redes de la delincuencia organizada.
En este estado la tasa de mortalidad materna representa el doble del promedio nacional. En el 2005 se registró una tasa de 126.7 muertes de mujeres por cada 100.000 nacidos vivos. La tasa de mortalidad infantil en Guerreo se encuentra 8 puntos arriba de la media nacional. Las causas de esta mortalidad se deben a las enfermedades diarreicas y las deficiencias nutricionales, que cobran el doble de vidas de niños y niñas menores de 5 años en comparación con el promedio nacional.
De acuerdo con la encuesta nacional de ocupación y empleo en el 2008 Guerrero contaba con una población económicamente activa de 1 223 204 y con una población no activa de 891 023. Por otra parte Guerrero aparece como una de las entidades con menor ingreso per cápita en el país. De acuerdo con el Índice de Desarrollo humano en nuestro estado, la mayor desigualdad se encuentra en el indicador de ingresos, que nos coloca en una posición muy difícil, para poder alcanzar un nivel de vida adecuado.
Las autoridades de Guerrero además de ser incapaces de revertir estos rezagos sociales están cooptadas y rebasadas por el crimen organizado. Los cacicazgos políticos se aferran a mantener el control político del estado y en buena medida son responsables de la crisis de gobernabilidad que ah permitido que en varias regiones las autoridades estén supeditadas al poder de facto de la delincuencia organizada.
El proceso electoral ah estado marcado por hechos delictivos que ponen en riesgo una jornada electoral pacífica. La agresión al representante de la coalición Guerrero nos une ante el Instituto Estatal Electoral de Guerrero vino a crear más encono político y un ambiente plagado de descalificaciones, que desplazaron los temas que más preocupan a la sociedad.
Los secuestro de personajes políticos vinculados a las campañas electorales, la filtración de llamadas telefónicas hechas al candidato de la coalición Guerrero nos Une, así como las declaraciones publicadas en un diario de circulación nacional, sobre un testigo protegido que relacionan al candidato de la coalición Tiempos Mejores para Guerrero con los jefes de los carteles, ponen en entredicho la legalidad de esta contienda y el prestigio de quienes aspiran a gobernar el estado.
Las cúpulas partidistas se han preparado para la confrontación política, por ello han creado estructuras paralelas que se especializan en realizar acciones ilícitas enfocadas a causar temor entre la población y arrancar el triunfo electoral al costo que sea.
Por su parte las autoridades electorales ah guardado silencio ante tanta irregularidad y prefieren mantenerse al margen para no sentirse obligados a fijar posiciones firmes y para aplicar la ley. Mientras tanto la población se encuentra desencantada temerosa y replegada, porque sabe que en esta contienda no están representados sus intereses y corre el riesgo de ser una víctima más del ambiente de inseguridad que se vive en el estado. Existe el temor de que el fantasma del abstencionismo pese en el ánimo de los electores y deje en manos de los alquimistas electorales el destino de los guerrerenses.
Mientras las y los ciudadanos sigan siendo utilizados por los partidos políticos en la lucha por el poder, los procesos electorales seguirán plagados de acciones ilícitas y la lucha por la democracia será parte de la misma simulación y el doble lenguaje que prevalece entre la partidocracia. Corremos el riesgo de que esta frágil contienda electoral se descarrile por los ánimos encendidos que los mismos representantes de los partidos han estado propiciando para apuntalar un triunfo electoral, sin que les importe la pobreza de la gente y la violencia que nos desangra y nos coloca en el umbral de la barbarie.