Querétaro un 15 de mayo de hace 144 años

144 años del Triunfo de la República

Diario de Querétaro

Redacción

Se cumplieron 144 años del Triunfo de la República cuando el imperialista Maximiliano de Habsburgo se rindió ante las tropas juaristas que defendían la soberanía nacional, y mantenían sitiada la ciudad de Querétaro.

Fue el 15 de mayo de 1867 cuando Maximiliano entregó su espada a Mariano Escobedo quien era reconocido como jefe del Ejército de Operaciones en Querétaro.

Tras la elección de Benito Juárez como presidente de México en 1861, la situación financiera del país derivo en una suspensión de los pagos de la deuda contraída con España, Francia e Inglaterra, situación que rompió las relaciones diplomáticas.

Desembarcaron entonces las primeras tropas invasoras de Francia en diciembre de ese año, para exigir el pago de la deuda. Y al avanzar a la Ciudad de México el Ejército mexicano enfrentó a las tropas de aquél país el 5 de mayo de 1862, en lo que hoy se recuerda como la Batalla de Puebla, donde Francia fue derrotada por las fuerzas mexicanas que encabezaba el general Ignacio Zaragoza.

Sin embargo, las invasiones continuaron y el Congreso dotó de facultades al presidente Juárez «para salvaguardar los intereses nacionales», y más tarde (en 1865) le se decretó un ampliación de su periodo presidencial.

Fue en 1863 cuando en Europa ofrecieron a Maximiliano de Habsburgo el Trono de México, lo que se concretó el 10 abril de 1864, respaldado por Napoleón III con lo que se establecería una monarquía en México.

Con un Ejército dividido, el imperio de Maximiliano aceleró su derrota cuando Napoleón III quiso retirar sus tropas en 1866, pero las fuerzas juaristas seguían recuperando las plazas en poder de los franceses.

El general Mariano Escobedo encabezó entonces, en 1867, un cerco que mantuvo sitiado a Querétaro y la situación de ofensiva recrudeció desde fines de abril. Y el 12 de mayo las fuerzas mexicanas recibieron municiones del general Porfirio Díaz, quien asediaba la Ciudad de México.

Llegó el momento de negociar, y a fin de evitar que se siguiera derramando sangre, el coronel imperialista Miguel López acordó con el general Mariano Escobedo levantar el sitio de Querétaro a cambio de que Maximiliano abandonara el país y no retornara más. Pero no fue aceptado por el general Escobedo, quien obedecía las instrucciones del presidente Juárez, quien insistió en la rendición incondicional.

El día 15 de mayo, al amanecer, después de la rendición de Maximiliano, cayó el sitió, y el imperialista fue enjuiciado junto con los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, por traición a la patria de acuerdo a la Ley del 25 de enero de 1862, los tres fueron fusilados el 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas.

Tras notificar a Juárez el triunfo de las fuerzas Republicanas, quien se encontraba en San Luis Potosí desde marzo de 1867, fue posible el retorno de los Poderes de la Unión a la Ciudad de México, y dio paso al periodo histórico de La República Restaurada.

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