Los vientos de cambio que recorren los pasillos vaticanos
Benedicto XVI seguirá renovando la Curia Romana. Para terminar de contradecir las voces que, allá por el 2005, anticipaban el suyo como un “pontificado de transición”. Ya pasaron seis años y el Papa renovó casi completamente los puestos vaticanos de primer nivel. Ahora parece inminente otra ola de enroques.
Todo indica que el arzobispo Carlo Maria Viganó será el próximo nuncio apostólico en Washington, donde sustituirá a Pietro Sambi. Viganó, todavía secretario de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano –algo así como el vice regente de las 44 hectáreas del Estado pontificio- era el candidato natural a suceder a su inmediato superior, el cardenal Giovanni Lajolo (presidente de la Gobernación). Pero la sucesión se cebó a causa de una modesta batalla abierta al interior de los palacios sagrados.
Sobre la caída de Viganó “en desgracia” y su exilio de Roma circulaban rumores desde hace muchos meses, al menos en los pasillos vaticanos. Ahora la noticia suena confirmada. Así las cosas ¿quién sustituirá a Lajolo? El purpurado cumplió los 76 años en enero y, por tanto, ya superó en más de un año la edad de renuncia obligatoria, dimisión que se encuentra en el escritorio de Benedicto XVI esperando ser aceptada.
Con estas premisas el Papa estaría pensando en sustituir, de un jalón, a los número uno y dos de la gobernación vaticana, mandando al primero no a la jubilación definitiva (algunos lo ven como nuevo arcipreste de la basílica romana de Santa María la Mayor) y al segundo a Estados Unidos. Entre los fuertes aspirantes al puesto de presidente destaca el actual nuncio apostólico en Italia y viejo conocido de México, Giuseppe Bertello, quien fue embajador papal en tierras aztecas.
Si Bertello, amigo cercano del secretario de Estado vaticano Tarcisio Bertone, dejase la representación diplomática ante el gobierno italiano llegaría en su lugar justamente Pietro Sambi, cuyo trabajo en Washington es una buena carta de presentación. Mientras a la secretaría de la gobernación, para sustituir a Viganó, el Papa mandaría a Giuseppe Sciacca, actualmente funcionario del tribunal vaticano de la Rota Romana.
Otro funcionario de primer nivel que se alista a dejar su cargo es, nada menos, que el cardenal Velasio De Paolis, presidente de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede quien -en sus ratos libres- funge de delegado pontificio para la reforma de la congregación de los Legionarios de Cristo. El purpurado cumplió 75 años en septiembre pasado y ya se especula con su salida.
Más allá de estos movimientos Benedicto XVI ya desmintió todas las previsiones porque sus decisiones han sido más históricas que temporales, desde la liberalización de la misa según el rito antiguo hasta el levantamiento a las excomuniones a los obispos “lefebvristas”, pasando por muchas otras medidas. Esto también se ha reflejado en lo administrativo: en seis años la Curia Romana cambió radicalmente. Lástima que en algunas designaciones el Papa no ha tenido fortuna o buen tino, las crisis están ahí para demostrarlo.
Serafines susurran.- Que más de un siglo después la santa niña María Goretti mostró su rostro por primera vez. Su verdadero rostro, porque sus facciones eran más o menos conocidas gracias a cuadros de mayor o menor valor artístico.
La revista italiana Familia Cristiana acaba de publicar en exclusiva la primera (y hasta ahora única) fotografía auténtica de la muchacha, que a la edad de 11 años fue asesinada luego que un vecino intentase violarla. Su historia la convirtió rápidamente en la santa de la pureza.
Pese a que nació en 1890 y murió sin siquiera haber cumplido los 12 años, su imagen fue inmortalizado por una fotografía en blanco y negro, desgastada. No se trata de un retrato sino de una foto en la cual fue captada con otros niños, mientras daba de comer a unos patos en el campo italiano.
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