Muchos en busca de la sede cardenalicia de Guadalajara

La sede cardenalicia de Guadalajara

La arquidiócesis mexicana de Guadalajara se encuentra entre las más importantes de América Latina, por tradición y por piedad popular.

Una de las tres sedes cardenalicias del segundo país con mayor número de católicos en el mundo, después de Brasil. Además es tierra de persecución religiosa, de mártires y de santos. La sucesión de su actual arzobispo, Juan Sandoval Iñiguez, es inminente.

Sandoval cumplió la edad jubilatoria de 75 años el 28 de marzo de 2008 y como lo marca la ley fundamental de la Iglesia, el Código de Derecho Canónico, presentó su renuncia al Papa a través del nuncio apostólico en México, Christophe Pierre. El Vaticano le concedió una prórroga de más de tres años pero, ahora, parece estar todo listo para anunciar al sustituto.

En las pasadas semanas el cardenal presidió sus últimas reuniones vicariales y prácticamente se despidió del presbiterio. Dijo encontrarse tranquilo y sereno tras dirigir durante más de 17 años la arquidiócesis. El pasado 3 de septiembre viajó a Alemania para cumplir actividades pastorales y este 8 de septiembre llegó a Roma. Aquí se reunirá con el prefecto de la Congregación para los Obispos del Vaticano, Marc Oullet, para atender los detalles de su despedida.

En los últimos meses el nuncio Pierre trabajó arduamente en consultar a los principales prelados del país y conformar así una terna para entregar al Vaticano. No fue tarea fácil porque Guadalajara es “cuna de obispos” y “exportadora de clero” a otras diócesis. En gran parte por su floreciente seminario, que desde hace años registra cupo completo.

De todas maneras no muchos exhiben la trayectoria eclesiástica necesaria para asumir las riendas de una circunscripción de seis millones de católicos y, de paso, acceder al capelo cardenalicio. Quien cuenta con todas las posibilidades para ser el elegido es Javier Navarro Rodríguez, actual obispo de Zamora, en el vecino estado de Michoacán.

Nacido en Tala (Jalisco) tiene 61 años, una edad aceptable para asumir una responsabilidad de peso y relevancia. Ordenado sacerdote en 1978 fue designado como obispo auxiliar de Guadalajara el 15 de abril de 1992, cuando todavía la dirigía Juan Jesús Posadas Ocampo, el cardenal asesinado a balazos en mayo de 1993 y cuyo crimen permanece aún sin resolver.

En 1999 fue transferido a San Juan de los Lagos, donde permaneció hasta el 3 de mayo de 2007 cuando Benedicto XVI lo nombró pastor de Zamora. Es bien conocido en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), donde fue secretario ejecutivo (1988-1992) y participó de diversas comisiones. Sobre todo es la carta fuerte del saliente Sandoval Iñiguez y en México muchos lo dan como su seguro sucesor.

Otro fuerte candidato es José Leopoldo González González, de 56 años, auxiliar de Guadalajara y originario de Cañadas de Obregón. Ordenado como sacerdote en 1984 y con estudios de posgrado en la Academia Alfonsiana de Roma. En El Vaticano lo recuerdan bien por su trabajo como oficial del Pontificio Consejo Justicia y Paz donde prestó servicios durante ocho años, de 1993 a 2001.

Fue secretario ejecutivo de la CEM de 2006 a 2009 y actualmente ocupa el mismo puesto en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), el máximo organismo de coordinación de los obispos de aquella zona del mundo. Aunque no es la primera selección del cardenal Sandoval, éste lo apoyaría sin problema, especialmente si desde la Curia Romana advierten viable su designación.

En segunda línea, pero no menos importancia, aparece un cardenal: Francisco Robles Ortega. Es oriundo del pueblo de Mascota, ubicado en el Estado de Jalisco (del que Guadalajara es capital). Fue obispo auxiliar y luego titular de la diócesis de Toluca antes de ser nombrado como arzobispo de la norteña ciudad mexicana de Monterrey en 2003. Es purpurado desde 2007.

A ellos se suma Carlos Aguiar Retes, prelado de Tlalnepantla y presidente del Episcopado Mexicano, cargo que repite luego de ser reelecto a fines de 2009 para un segundo mandato. También, desde el 18 de mayo pasado, encabeza el CELAM del cual ya fue secretario general y vicepresidente. Tiene 60 años y es uno de los personajes con carrera más ascendente de la Iglesia en México.

Conocido en Roma donde estudió en el Pontificio Instituto Bíblico y en la Universidad Gregoriana, además de ser actualmente miembro del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Fue obispo de Texcoco. Varias conferencias episcopales de Latinoamérica lo sostienen pero tiene como desventaja no ser oriundo de Guadalajara. Sandoval no lo apoya.

Junto a estos perfiles se han mencionado otros nombres: Miguel Romano Gómez, rector del seminario; Ramón Castro Castro, obispo de Campeche y Felipe Salazar Villagrana, prelado de San Juan de los Lagos. Quienes los conocen los descartan. Ninguno, dicen, tiene el perfil adecuado.

La sucesión episcopal más esperada en México es inminente y las mitras están a las puertas de Guadalajara. La pulseada se ha jugado en México pero la decisión final pasa por Roma, por el escritorio de Benedicto XVI.

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