Tonatico: Gruta santuario

TONATICO

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Aguas termales sanadoras de cuerpo y alma, grutas delineadas por la infinita paciencia de la naturaleza y un espléndido santuario hogar de una virgen súper milagrosa –según sus devotos– es sólo algo de lo que hay por descubrir en Tonatico, pueblo mexiquense con encanto.

Situado en los límites con Guerrero, Tonatico huele a provincia, a una aplastante quietud que penetra cada recoveco de sus calles, en donde reposan casas de adobe de color blanco, adornadas con techos de teja roja.

Es un pueblo especialmente pacífico. Alrededor de la plaza principal, donde hay un gracioso quiosco¬, no existen los infernales ruidos del tráfico característicos de las grandes ciudades y puede recorrerse con toda calma. Es una costumbre que las familias se reúnan en el jardín central, entre la algarabía de los chamacos y el coqueteo de las parejitas.

En cuanto a artes culinarias, los restaurantes ubicados en los tradicionales portales ofrecen una gama de sabores y delicias como gorditas de haba, frijoles y requesón; barbacoa, pozole, moronga y chicharrón.

 

Bellezas naturales, tradiciones, aventura y relax. Eso es Tonatico. De eso hablan los visitantes que se van con un recuerdo indeleble de este entrañable terruño rodeado de exuberante vegetación. No en vano los nahuas decían que aquí nació el sol, quizá de ahí su clima placenteramente cálido.

 

Y precisamente desde la época prehispánica los nativos sumergían sus achaques físicos y hasta del alma en las aguas termales que propios y extraños del siglo 21 pueden disfrutar en el Balneario Municipal de este pueblo situado a 153 kilómetros del Distrito Federal.

 

A dicho centro curativo-recreativo acuden personas de todas las edades, con distintos males y enfermedades, sea para aminorar los síntomas, sea para beneficiarse de todas las propiedades sanadoras del agua, o hasta para obtener una dosis de endorfinas.

 

Pero el efecto va más allá: incluso un simple chapuzón en estas aguas ricas en minerales, puede disolver el indeseable estrés, resintonizar el espíritu y desintoxicar cuerpo y mente.

 

Aquí hasta la vanidad se nutre, pues también está a la mano el barro que se aplica en improvisadas mascarillas embellecedoras del cutis de las damas y uno que otro caballero.

 

La temperatura de estas aguas medicinales, que también benefician a la piel y el cabello, alcanzan entre 37 y 40 grados Centígrados al brotar del subsuelo.

 

El balneario cuenta con albercas, toboganes, chapoteaderos, áreas verdes, canchas deportivas, juegos infantiles, servicio de masajes, estacionamiento y hasta un pequeño hotel. Se localiza un kilómetro antes de la entrada al pueblo, sobre el bulevar Ixtapan-Tonatico. El lugar abre también en horario nocturno.

 

Y así como el agua sacia la sed, cura, limpia y hasta destruye, también puede forjar impresionantes galerías subterráneas, dominar la dureza de las rocas y dar origen a majestuosas obras de arte naturales.

 

Se trata de las Grutas de la Estrella, bautizadas con ese nombre debido a que en el exterior, en el cerro, se encuentra una roca en forma de estrella. Tienen una antigüedad aproximada de 500 mil años.

 

Para admirar las imponentes estalactitas y estalagmitas, es necesario recorrer un andador de 440 escalones, en un descenso de 400 metros. Pero al traspasar la boca de la gruta, el paisaje subterráneo que se abre es impresionante; las caprichosas formaciones rocosas recuerdan que los tiempos de la naturaleza no son los mismos que los del hombre.

 

Las estalactitas son rocas en forma de pico que cuelgan del techo de la gruta y las estalagmitas nacen del suelo hacia arriba. Las columnas, que pueden tardar miles de años en formarse, son resultado de la filtración del agua de lluvia, la erosión y la acción de ácidos y minerales. Un centímetro toma unos 50 años para formarse.

 

A lo largo de la gruta destacan caprichosas formas que la naturaleza ha diseñado durante miles o probablemente millones de años.

 

Y si la naturaleza crea maravillas, la imaginación popular ha “tallado” entre las rocas la idílica escena de un beso entre una pareja, un helado, un juego de ajedrez, la cabeza de un gorila, un ganso, una mariposa, un cocodrilo, Santa Clós, por mencionar algunas.

 

La gruta cuenta con camino encementado e iluminación en un trayecto de casi un kilómetro, que se realiza con guías especializados. La humedad en el interior requiere caminar a paso firme y cuidadoso.

 

Aun así es posible asombrarse con los estrechísimos pasadizos, donde se perciben el silencio y la obscuridad absolutos.

 

En el interior de la gruta también corre un río subterráneo, El Zapote, y existe un acantilado de unos 15 metros de altura donde se practica el rappel. El recorrido de aventura, para aquellos visitantes más temerarios, incluye equipo, arneses, cuerdas, chalecos salvavidas y lámparas. Las Grutas de la Estrella se localizan 12 al sur de la cabecera municipal.

 

Y si de milagros se trata, pero éstos provenientes de una fuente divina, nos remitimos al Santuario de Nuestra Señora de Tonatico, donde reina y manda la virgen del mismo nombre, en quien los feligreses depositan toda su fe.

 

Los monjes franciscanos iniciaron su construcción en el año de 1650. La iglesia es una joya arquitectónica a la cual la comunidad ha dedicado tiempo, dinero y empeño, pues se conserva impecable junto con la barda atrial que la resguarda.

 

Su fachada consta actualmente de dos torres, una nave tipo cruz latina con cúpula sencilla, con dos grandes capillas interiores; atesora retablos y pinturas de pasajes históricos de la vida religiosa.

 

La imagen de la virgen es tan venerada que se le atribuyen todo tipo de milagros y su historia se remite incluso a los orígenes del viejo Tonatico. Todo el año el santuario recibe a miles de peregrinos que la visitan con devoción y esperan de ella un favor especial.

 

Para quienes son fervorosos adoradores, pero de las maravillas de la madre naturaleza, está el Parque del Sol cuyo principal encanto es el Salto de Tzumpantitlán, una cascada de agua salada con una caída de más de 40 metros ubicada a sólo un kilómetro de Tonatico.

 

El parque dispone de chapoteaderos, palapas, juegos infantiles y un puente colgante desde donde se aprecian maravillosas vistas.

 

La travesía por Tonatico, ya sea de un día o de fin de semana, sin duda alguna, lo devolverá a la vida.

 

Cómo llegar

 

En automóvil, desde el DF, tomar Constituyentes en dirección a La Marquesa. Seguir por Lerma, rumbo a Toluca, luego tomar la desviación hacia Tenango hasta Ixtapan de la Sal y de ahí a Tonatico.

 

En autobús, las corridas parten desde la terminal de Observatorio con dirección a Ixtapan de la Sal por la línea El Águila. Una vez en Ixtapan, en la central de autobuses hay taxis colectivos a Tonatico los cuales prestan servicio a las Grutas de la Estrella y al Parque del Sol.

 

@armandogtzrdz