Estamos vivos porque estamos en “Movimiento”: Jorge Drexler presenta el videoclip de su nuevo sencillo.
Por Natt Félix
“Apenas nos pusimos en dos pies, comenzamos a migrar por la sabana, siguiendo la manada de bisontes, más allá del horizonte a nuevas tierras lejanas…”
“…Somos una especie en viaje, no tenemos pertenencias, sino equipaje”.
El pueblo Tarahumara o Rarámuri “los de los pies ligeros” es conocido por su resistencia corriendo distancias a varios cientos de kilómetros. Lorena corre con huaraches de plástico y el traje tradicional que ella misma confecciona.
Con estas palabras da inicio al nuevo video del músico uruguayo Jorge Drexler, protagonizado por Lorena Ramírez, joven corredora rarámuri, originaria de la Sierra Tarahumara en México, ganadora de la Ultramaratón de 50km de los Cañones de Guachochi en Julio de este año donde fue la número 1 entre más de 500 atletas de 12 países, y participante destacada por ser la primera mujer rarámuri en participar en la Ultramaratón Bluetrail de 100 km en la isla de Tenerife, España, una de las pruebas de resistencia más emblemáticas, donde fue invitada directamente por la organización.
“El pueblo tarahumara sobrevivió moviéndose sierra adentro, lo cual cuestiona nuestra visión urbana contemporánea acerca del deporte y la cultura. Ellos ven el acto de moverse y correr como algo natural que practican desde niños hasta ancianas y lo consideran parte fundamental de su identidad». Así lo describe una carta publicada en el diario español “El País” de la pluma del músico.
El pueblo rarámuri se distingue por su especial capacidad para correr grandes distancias sin detenerse, para transportarse de una comunidad a otra en los largos territorios de la sierra tarahumara solamente cuentan con sus pies, cruzando barrancas y arroyos, además de subir y bajar montañas; este pueblo indígena mexicano es conocido históricamente por sus especiales dotes para correr con gran resistencia. Los tarahumaras no entrenan ni reducen distancias como parte de su preparación. Tampoco estiran ni calientan. Tan solo se acercan a la línea de salida riendo y haciendo bromas para luego correr durante largos periodos de tiempo.
María Lorena Ramírez nació y reside en la localidad Ciénaga de Norogachi, en el municipio de Guachochi en el estado de Chihuahua. Combina sus labores cuidando el ganado de su familia con la práctica del deporte. Mario, su hermano mayor ha sido su intérprete y representante durante los últimos meses ya que ella nunca ha tenido la oportunidad de ir a la escuela y habla muy poco español ya que su lengua materna es el rarámuri.
La joven de 22 años, platica que no tiene ningún tipo de entrenamiento más que caminar largas distancias para transportar leña y agua, en donde recorre entre 10 y 15 km diariamente junto con sus animales en la pequeña población donde vive junto con otras 75 familias en la Sierra Tarahumara. La joven realiza normalmente recorridos entre tierra, piedras, lodo y ríos, sin utilizar equipo profesional ni ninguna indumentaria especial. Cada que se le cuestiona a la joven cuál ha sido su secreto contesta: “Corro por la convicción de ganar”.
Lorena comenzó a correr prácticamente en el momento que pudo poner un pie frente al otro, pero desde los 18 años lo hace como atleta. Para ella, correr es un ciclo diario tan natural como respirar.
Lorena tampoco cuenta con alguna alimentación especial como lo hacen normalmente los deportistas de alto rendimiento, su dieta consiste únicamente en agua, pinole, maíz, tortilla, chile y en ocasiones papa y arroz, su día a día es lo que la prepara para las competencias
Varias marcas se han acercado para ofrecerle ropa deportiva y calzado y ella simplemente afirma que no lo necesita, a ella “le gusta correr así”. Con este ejemplo, la joven corredora da muestra de que en una ultramaratón se trata más de corazón, convicción y disciplina que de tenis.
Su hermano, su padre y su abuelo también han sido corredores, y su hermano Mario está participando actualmente en las mismas carreras que ella. Recientemente viajaron juntos a Japón para participar en una competencia durante el mes de Octubre además de participar en una plática TEDx el pasado 9 de septiembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Ciudad de México, donde compartió su experiencia en la Sierra Tarahumara y la historia detrás de su victoria en el Cerro Rojo de Puebla.
«Somos padres, hijos, nietos y bisnietos de inmigrantes, es más mío lo que sueño que lo que toco, yo no soy de aquí pero tú tampoco, de ningún lado del todo y de todos lados un poco».
Lorena dijo en entrevista para a “Verne”, medio informativo de El País, que siempre le gusta estar activa. Si no está caminando o corriendo, le gusta lavar los platos, la ropa o coser sus vestidos: “Cuando estoy aquí sin hacer nada me da mucha tristeza”.
A una semana de su lanzamiento, el video cuenta ya con más de 190 000 visitas en el canal de YouTube del músico, el material fue filmado por el director y cinematógrafo mexicano, Lorenzo Hagerman quien captó impresionantes tomas aéreas y acercamientos de la corredora en su paso por los paisajes de las Barrancas del Cobre en la Sierra Madre Occidental Mexicana.
Jorge Drexler, ganador de un Óscar en 2005 por la canción “Al Otro Lado del Río”, conoció la historia de Lorena a través del noticiero de la periodista mexicana Carmen Aristegui, donde también presentó su video a nivel internacional.
El equipo de Hagerman grabó a Lorena a mediados del mes pasado. Unos días después, el realizador Fran Torres rodó la participación de Jorge Drexler en Madrid, en la impresionante Biblioteca del Instituto del Patrimonio Cultural de España. Aunque Lorena y Jorge nunca se vieron cara a cara y únicamente han estado en contacto por medio de video mensajes, la edición final del video fue impecable y la conjunción y sincronía de Lorena y Drexler también.
Este corto audiovisual fue el complemento perfecto de la canción movimiento, tema de la autoría de Jorge Drexler, incluido en su disco “Salvavidas de Hielo”, que además cuenta con duetos con las mexicanas Natalia Lafourcade, Julieta Venegas y la chilena Mon Laferte, además de incluir la canción “Digamos Que Hablo de Martínez”, tributo a Joaquín Sabina, quien fue su mentor durante el principio de su carrera.
El disco fue grabado en parte en México y cabe destacar que solamente se utilizaron guitarras como único elemento de sonido para hacer la melodía, los bajos e incluso los efectos y percusiones.
El cantautor, que actualmente reside en España, compartió recientemente en sus redes sociales el video que le envió la misma Lorena en idioma tarahumara donde lo invita a correr por las Barrancas del Cobre, acto que no descarta el músico uruguayo, quien le envió un mensaje agradecimiento a Lorena.
Lorena y todos los rarámuris se han convertido en un orgullo para todos los mexicanos, porque día a día también corren para alcanzar sus sueños, el más anhelado: tener educación y mejores condiciones de vida.
De una misma manera, la canción “Movimiento” intenta ver los movimientos migratorios en un contexto antropológico, como una característica esencial de nuestra especie. Y el disco “Salvavidas de Hielo” incluye asimismo muchos elementos de la cultura mexicana, representados por el Son Jarocho de Veracruz en sus características guitarras tradicionales, jaranas y leonas. Comparte Drexler en una reciente entrevista para “El País”.
La canción “Movimiento”, junto con el ímpetu ganador de Lorena, demuestran que el ser humano puede lograr grandes cosas cuando se tiene la mente puesta en conseguir lo que se propone, siempre corriendo del estancamiento. Lo más importante al correr no está en los pies sino en la mente.
“Atravesamos desiertos, glaciares, continentes, el mundo entero de extremo a extremo, empecinados, supervivientes… El ojo en el viento y en las corrientes, cargamos con nuestro rumbo hecho de versos, de migraciones, de hambrunas. Así ha sido desde siempre, desde el infinito, cruzamos galaxias, vacíos, milenios», canta Drexler.
Lorena así ha dejado boquiabierto al mundo por demostrar que se pueden romper los estándares y estereotipos deportivos y triunfar en el mundo siendo fieles siempre a nuestras convicciones y origen, llevando con gran orgullo y dignidad nuestra identidad.
Como dice Drexler, “Nunca estamos quietos. Escuchamos la voz del desafío, siempre miramos al río pensando en la otra rivera, buscábamos oxígeno y encontramos sueños».