‘Eugenia’, la rebelión de una mujer frente a todos los mandatos de un universo masculino

‘Eugenia’, la rebelión de una mujer frente a todos los mandatos de un universo masculino

El filme del director Martín Boulocq se hizo con el premio a mejor a guion del Festival de Cine de Guadalajara

ANDRES RODRÍGUEZ

El País

“No hay que empezar de cero. Hay que seguir nomás”, dice Eugenia, que acaba de divorciarse de su esposo. No quiere una vida convencional. Quiere seguir en movimiento hacia nuevas experiencias que le permitan explorar y cuestionar su pasado, presente y futuro. Es el cambio de piel y la rebelión de una mujer latinoamericana frente a los mandatos de un universo masculino. A través de una sensibilidad particular y un registro en el que la ficción y el documental se confunden mutuamente, el director boliviano Martín Boulocq estrena su tercer largometraje, que se hizo con el Mayahuel a mejor guion de la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG).

Boulocq presenta su nueva producción siete años después de Los viejos, su segundo largometraje. Tardo casi tres años en poder finalizar esta historia que involucra el cine sobre el cine, la exposición de planteamientos éticos y sociales sobre la condición femenina, además de ser concebida en escala de grises. “Intento que esos planteamientos no se presenten en forma de sentencias o dogmas, sino más bien desde la exploración, la superposición, y la contradicción incluso. Es decir, desde un lugar más problematizado y menos certero”, explica el director.

La historia de Eugenia, interpretada por Andrea Camponovo, es la de una mujer joven de clase media que vive en una pequeña ciudad de Bolivia. Estancada en una relación sin amor, decide separarse de su esposo, cambiar de vida y estudiar lo que le gusta. Se muda a la ciudad donde vive su padre con otra familia, consigue un trabajo temporal como maquilladora y acepta el papel de una guerrillera espía en una película amateur. Para la construcción del personaje principal, fue una colaboración constante entre el realizador y la actriz principal, cuyo aporte fue “fundamental”, según Boulocq.

A medida que iban filmando, el material sobre el personaje fue cambiando y reescribiéndose. Camponovo cuenta que fue un proceso de meses para construir el pasado y presente de Eugenia. La inspiración para la actriz nació del cine de Federico Fellini, pero también de dos personajes que comparten el nombre Gloria, una chilena y otra estadounidense. A la primera, la encarna Paulina García en la película de 2013 de Sebastián Lelio. A la segunda, Gena Rowlands en el filme de 1980 de John Cassavetes. “Me gusta mucho como construye sus personajes femeninos Cassavetes. El proceso ha sido interesante y lindo, porque en mis otras experiencias como actriz no había estado en esa fase del proyecto, así que ha sido algo nuevo, distinto e interesante”, explica la protagonista.

Rebelde dentro de la rebelión

Los personajes, vehículos y situaciones que Boulocq presenta están en constante movimiento. No busca y no quiere que su personaje empiece de cero con su vida, ya que eso significaría que deba someterse a los convencionalismos de la sociedad, como buscar esposo, que tenga casarse y tener hijos. Sobre ese aspecto, Camponovo hace hincapié en la rebelión de su personaje frente a esos mandatos, que representan a una parte del colectivo que es “muy conservador” y está en contra de la libertad a elegir de las mujeres. “En el personaje de Eugenia hay una búsqueda constante, casi precipitada y esta búsqueda-movimiento es corporal y espacial. Tiene que ver con explorar la ciudad, moverse, andar”, afirma el realizador.

Otro elemento con el que Boulocq pudo elaborar en el largometraje, es el recurso de una película dentro de una película. Más que ser algo autoreferencial, dice, fue otra faceta del personaje principal que pudo desarrollar. Eugenia busca explorar una nueva vida. Al actuar como una espía-guerrillera en un filme amateur sobre la Guerra Fría, ella juega a ser otra persona, a la par que sus otras facetas y conflictos se enfrentan. “No fue fácil. Vi que había un reto actoral y que el personaje tenía que cambiar a lo largo de la película. Ir y volver en el tono de su estado, entonces me gustó mucho y lo disfruté”, precisa Camponovo.

No es accidental que Boulocq tome como referencias para Eugenia, una obra como La mujer rota, de Simone de Beauvoir, que representa la postura del personaje principal frente a la sociedad y los reproches que caen sobre ella, según Camponovo; o el libroTamara, Laura, Tania: un misterio en la guerrilla de Che, del historiador Gustavo Rodríguez, inspirado en Tamara Bunke, espía y guerrillera comunista argentina de origen alemán. “Dos cosas fueron las que más me interesaron del libro [de Rodríguez]: la mujer rebelde dentro la rebelión, y la persona que tiene identidades múltiples. Tania, Tamara, Laura estaba comprometida hasta la patas con la causa, quería cambiar el mundo, pero era una insurrecta ante las órdenes de los altos mandos rebeldes”, agrega Boulocq.

Antes de alzarse con el premio en Guadalajara, Eugenia tuvo su estreno mundial en la Mostra de San Pablo, además de estar en competencia en el Festival Internacional de Cine de Mar de Plata, donde cosechó buenas críticas. Pero llegar al circuito internacional no fue un camino de rosas para Boulocq. Ante la falta de apoyo estatal al cine en Bolivia, tuvo que optar por una planeación de rodajes cortos cada cierto tiempo. Casi como una estrategia de guerra de guerrillas, atacando sin ser visto.

“Tomamos algo del famoso muerde y huye. Con mi amiga y productora de mis anteriores películas, Alba Balderrama, decimos un poco en chiste, un poco en serio: cine o muerte. Trabajar así tiene sus pros y sus contras, pero tiene un lado romántico que me gusta y que me deja creer en el cine, o más bien en cierto tipo de cine”, añade Boulocq. El último filme del realizador cochabambino también se presentó en el Festival de la Cineteca de Uruguay y aún no ha definido a qué otras citas internacionales asistirá. Sin embargo, el próximo 19 de abril el filme se enfrentará a su presentación más importante, el estreno nacional en Bolivia.

Después de una labor quijotesca de casi tres años, la expectativa es una sola: que la rebelión de Eugenia siga conquistando a los espectadores.