Elio Enriquez
La Jornada
San Cristóbal de Las Casas, Chis.
A propósito del Festival Cervantino Barroco, que se lleva a cabo en esta ciudad, el catedrático de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), Juan Roque Flores, afirmó que “es oportuno” recordar que el escritor Miguel de Cervantes Saavedra, autor del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, quiso ser gobernador de la provincia del Soconusco, donde ahora se asientan Tapachula y otros municipios fronterizos con Guatemala.
“En mayo de 1590 Miguel de Cervantes solicitó al rey Felipe II, de España, que lo nombrara en uno de los puestos vacantes en las Indias, pues aspiraba a ser funcionario de la administración española, de cierto nivel”, dijo.
Agregó que el escritor solicitó que se le nombrara en alguno de los siguientes cargos: contador en las galeras o naves de Cartagena, Colombia; contador en el reino de Nueva Granada; corregidor (alcalde) en La Paz, Bolivia, o gobernador de la entonces provincia del Soconusco, que en ese momento era una de las varias provincias que tuvo Chiapas, que formaban parte de la audiencia General de Guatemala, conocida también como Capitanía General”.
Estudioso de la vida y la obra de Cervantes, señaló que en ese momento, según la carta del llamado Manco de Lepanto, estaba vacante el puesto de gobernador del Soconusco y su solicitud, con fecha 21 de mayo de 1590, se encuentra en el archivo de Indias, en Sevilla, España; una transcripción del documento existe en el Archivo General de la Nación.
“En ese momento él era comisario del rey, cuya función consistía en acopiar víveres y provisiones para la armada española. Era representante de la corona y su sede estaba en Sevilla, la metrópolis de las Indias, de donde entraban y salían las naves que tenían que ver con la relación de España con las Indias”, agregó.
Comentó que “estando en ese lugar conoció soldados, comerciantes y frailes con quienes platicaba y entonces tenía una visión superficial de las Indias, pero si sumamos toda la información que le daban esos personajes a su fértil imaginación, ya podemos imaginarnos que él, que ya era funcionario de bajo nivel pero importante, pensaba que tenía méritos para venir a las Indias, además de que su espíritu por las aventuras, la edad, 43 años, se creía con los atributos suficientes para venir”.
Originario de Tapachula, Roque Flores expresó que “el Soconusco era en ese momento una de las provincias cuya gobernación estaba vacante y en la carta a Felipe II le dice que él ya le ha servido por más de 20 años a la corona, que ha cumplido varias misiones, como la batalla naval de Lepanto en la que participa como soldado y de un arcabuzazo queda inválido de una mano, y narra que ha estado preso y se lo llevaron a Argel”.
Con todas esas justificaciones, añadió, “él cree que tiene méritos para ocupar algunos de los puestos mencionados. El Soconusco era una provincia pequeña con pocos habitantes, pero el cacao había sido una fuente de riqueza extraordinaria; se tributaba a España en cantidades inmensas. Así que para España era importantísima esa gobernación del Soconusco, aunque en esa época empezó a declinar la producción del cacao y se sustituyó por la del añil, pero en la quimera de Cervantes se veía como gobernante de una provincia en la que iba a tener atribuciones importantes en lo político, militar y administrativo. El nombramiento tendría que venir directamente del rey, así que era un sueño para él”.
Dijo que en esa época “la política de las Indias se dejaba al concejo de Sevilla, pues el rey se ocupaba más de Europa. La respuesta que le dieron a Cervantes a su carta enviada al rey fue que buscara aquí en España en qué puesto se le podría colocar. La pregunta es por qué le negaron la posibilidad de ser gobernador del Soconusco, tal vez el rey no se enteró y el consejo de Indias que se lo negó por considerar que no tenía méritos. Fue una lacónica respuesta negativa y hasta ahí llegó el sueño de Cervantes de venir a América”.
Expuso que Miguel de Cervantes “siguió siendo comisario del rey y le aumentaron de categoría al ser nombrado juez ejecutor de impuestos, una especie de recaudador. Estuvo en la cárcel por afectar intereses poderosos. Más adelante aparecieron las ediciones del Quijote, la primera y muchos años después la segunda parte”.
Subrayó: “Aunque físicamente nunca estuvo aquí Cervantes, es innegable el legado que nos dejó a todos los hispanohablantes pues es considerado el máximo exponente de las letras españolas”.
Recordó que si bien en la obra, Cervantes no alude al Soconusco sí mencionó a México cuando en un capítulo Don Quijote hace referencia a los jinetes mexicanos.