La Jornada
La labor del director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel al frente de la Filarmónica de Los Ángeles ha sido transformar la noción de entretenimiento a una dimensión más amplia: el derecho universal al arte.
Así lo explicó el músico en una videoconferencia que ofreció ayer a la prensa mexicana a propósito de los conciertos que ofrecerá la próxima semana en el Palacio de Bellas Artes y en el Auditorio Nacional.
Dudamel está convencido de que el arte no es sólo para un grupo determinado de público que lo entienda, sino que ‘‘todo el mundo tiene derecho a acceder a la creatividad, a la belleza y al disfrute, eso es lo que debe ser la música y la acción de entregar el arte al público. Eso es lo que hemos estado haciendo desde la creación de la Orquesta Juvenil de Los Ángeles: conectar con la comunidad, especialmente con la que tiene mayores necesidades.
‘‘Porque la música ha sido un elemento de transformación de sus vidas, es algo en lo que he trabajado en Los Ángeles desde hace 10 años. Dentro de poco ya tendremos un centro, diseñado por el arquitecto Frank Gehry, para que los niños tengan un espacio para poder entregar la música a su familia, a sus comunidades.
La orquesta debe ir a la comunidad
‘‘Nunca hay que esperar a que el público venga, la orquesta debe ir hacia la comunidad, para que ésta sienta suya a la orquesta, esa es la vía para crear un público, pero no sólo conformado por personas que busquen entretenerse, sino un público que entienda la transformación. No es sólo venir a escuchar e irse. El poder transformador de la música es crear sensaciones y elementos vitales que conformen una transformación permanente.
‘‘Esa es la labor de las instituciones artísticas, y no aislarse, o ver a la música como un elemento de una sociedad elitista. El abrir espacios y hacer entender a las personas que la música y el arte forman parte de la identidad de una comunidad; eso es lo importante.”
Hace dos décadas que la Filarmónica de Los Ángeles (la Phil, como la conoce su público) no visitaba México, por eso las presentaciones de la próxima semana, con Dudamel, será una celebración también por 50 años de hermandad entre las ciudades de México y Los Ángeles. La Phil festeja el centenario de su fundación.
Son tres los programas que interpretará la orquesta. Los dos primeros el 12 y 13 de noviembre en el Palacio de Bellas Artes y el último el jueves 14 en el Auditorio Nacional. Además de estrenos de compositores latinoamericanos (trabajos comisionados por la Filarmónica), se interpretarán las partituras más famosas creadas por el estadunidense John Williams para cine, como los temas de las cintas Harry Potter y la piedra filosofal, ET y Star Wars.
En su videoencuentro con la prensa nacional, Dudamel dijo que siente a México como su país y recordó el día en que, como integrante de la Orquesta Infantil de Venezuela, no sólo viajó por primera vez a tierra azteca, sino que tocó en 1996 en el Palacio de Bellas Artes.
También elogió a la mexicana Gabriela Ortiz, a la que llamó ‘‘una de las mejores compositoras del mundo”, cuya obra Invenciones para orquesta forma parte del repertorio de La Phil y constituye ‘‘todo un reto; no es una pieza fácil de tocar”.
Respecto de la Filarmónica, de la que Dudamel es director artístico, éste comentó que esa agrupación ‘‘es un emblema de compromiso con el presente, baste recordar que en esta temporada comisionamos 50 obras; eso quiere decir que es una orquesta muy comprometida con la generación de compositores contemporáneos. Ello hace posible que tengamos una gran flexibilidad de repertorio”.
Gustavo Dudamel reiteró que, como decía Miguel de Unamuno, ‘‘la libertad que hay que darle al pueblo debe ser la cultura, porque la cultura de un país o de una comunidad ya le pertenece al mundo. ‘Muchas personas preguntan por qué tocamos de todo, y respondemos que es para crear puentes. En el momento en el que tocamos a Silvestre Revueltas junto a Stravinsky, Beethoven o Mozart, creamos puentes culturales y eso redimensiona más allá el hecho de que como mundo nos estamos dividiendo.
‘‘Vengo de un proyecto que ve la música como un elemento de transformación social y por eso pienso que ampliar el público por ampliarlo no tiene sentido si no trasciende lo que queremos que sea el arte: algo esencial en la formación y crecimiento de los niños.
‘‘En un mundo en el cual cuando hay una crisis económica lo primero que se recorta es la cultura y el arte, el hecho de transformar, en todos los niveles, la visión del arte y la cultura es un compromiso”, reiteró el director de orquesta.