Jornada semanal
Repartidas en tres volúmenes, las entrevistas que conforman Voz que madura –título de feliz alusión a los versos villaurrutianos– y que juntas rebasan los setecientos folios, son de enorme significación para la poesía no sólo de México sino, como bien lo indica el título, también del espacio literario iberoamericano. Poeta él mismo y estupendo entrevistador, José Ángel Leyva se ha dado a la tarea, desde hace muchos años, de conversar con los dueños de las voces poéticas más relevantes y memorables que le han dado identidad, fuerza y plena madurez a la poesía que se escribe de este lado del mundo.
La simple lista de los autores convocados es prueba de lo anterior: entre ellos están Alí Chumacero, Eduardo Lizalde, Juan Gelman, Tomás Segovia, Rafael Cadenas, Rubén Bonifaz Nuño, Otto Raúl González, Cintio Vitier y Ferreira Gullar, por mencionar algunos sólo del primer volumen, consagrado a quienes nacieron en la década de los años treinta del siglo pasado, que continúan en el segundo volumen –y entonces José Emilio Pacheco, Hugo Gutiérrez Vega y Juan Bañuelos, por ejemplo–, en progresión cronológica hasta llegar, ya en el tercer volumen, a poetas nacidos en la década de los cincuenta, verbigracia Luis García Montero, Javier Sicilia y Alex Fleites.
El común denominador de estas conversaciones es doble: amplio conocimiento de la obra del entrevistado y genuino entusiasmo por ella, lo que da como resultado, vista en conjunto esta dilatada charla colectiva, una suerte de poética explicada a múltiples voces, gracias a la cual es posible una aproximación más sensible y comprensiva a un corpus literario de belleza y solidez notables.