Los hijos del mmaíz

¡JIJOS DEL MÁIZ!
Si a una tortilla le pones cualquier comida, es un taco.
Y si la fríes en aceite caliente, es un taco dorado.
Si envuelves los tacos sin freír, apilados, en una servilleta y los guardas en una canasta, tendrás unos tacos de canasta, pero como conservan la humedad y sudan, se vuelven tacos sudados.
Ah, pero si la misma tortilla la enrollas en un taco largo y flaco, y lo fríes en el mismo aceite, tienes una flauta.
Y si antes la bañas en chile guajillo, es una enchilada.
Ahora, si el taco lo rellenas de queso y lo doblas a la mitad, hiciste una quesadilla.
Pero si le pones el queso gratinado por fuera y le agregas una salsa, se convierte en una internacional enchilada suiza.
Si a la tortilla, en lugar de queso le pones carne molida, o chicharrón en salsa verde, o unos hongos, o rajas con queso, o frijoles refritos, o tinga, pero la doblas a la mitad, tienes una dobladilla.
Y cuando esa tortilla la cortas en pedacitos, y los fríes en aceite y después les pones el queso con salsa de chile, se transforma en chilaquiles.
Sin embargo, cuando la metes en el sartén y la bañas con una pasta de frijoles, tienes unas enfrijoladas.
Pero si en lugar de frijoles le pones salsa de jitomate, las has convertido en unas ¡entomatadas!
Y si sumerges las tortillas en jocoque, y las rellenas con rajas de chile poblano y con chorizo o con pollo deshebrado, o queso añejo con cebolla y luego las horneas, te quedan unas maravillosas enjococadas, que puedes bañar con una salsa picante de jocoque con chile.
Pero también, puedes freírlas planas hasta endurecerlas, y ponerles encima todo lo que se te ocurra, con lechuguita picada, y crema y salsa; entonces disfrutarás de unas ricas tostadas.
Y si la misma tortilla la cortas en tiritas y las metes en un caldillo de jitomate con chile pasilla, y al servirla le pones crema, queso y aguacate, entonces es una deliciosa ¡sopa de tortilla!
Pero si cortas la tortilla en triángulos y los fríes en aceite hirviendo hasta que queden bien tostados, tendrás unos totopos.
Y si la tortilla es ovalada, y tiene un borde en la orilla para detener la salsa y los rellenos, y la fríes doradita en manteca, y le pones una cama de frijoles refritos, y encima un poco de salsa, lechuga, pollo, cebolla, cilantro, crema y queso, tendrás el clásico sope.
Si a la tortilla le pones carne al pastor, con quesos manchego y Oaxaca, y le agregas piña en trocitos, la tapas con otra tortilla, y la calientas en el comal hasta que se derrita el queso, obtienes una gringa o gringa al pastor.
Y si la tortilla es gruesa y la abres por la mitad para rellenarla con frijoles, y freírla, y le pones cochinita pibil encima, decorada con cebolla morada curada y lechuga, y bañada en salsa verde, tienes un panucho.
Pero si la tortilla gruesa es de maíz con un poco de trigo, y la fríes, y la rellenas por mitad con carne de cerdo sofrita con jitomate, ajo y cebolla y luego le agregas lechuga, queso añejo y cebolla morada curada, el resultado es un salbute.
Y si revisas las otras 257 formas como preparamos la tortilla y sus condimentos a lo largo de todo el territorio nacional, entenderás un poco mejor porqué es tan difícil gobernar bien a México.
¡Felices fiestas patrias!
¡Viva Don Miguel Hidalgo y Costilla, el Padre de la Patria!
¡Viva Agustín de Iturbide!
¡Viva José María Morelos y Pavón, el Siervo de la Nación!
Viva Don Benito Juárez, el Benemérito de las Américas!
¡Viva don Porfirio Díaz!
 ¡Y viva La Corregidora doña Josefa Ortiz de Domínguez, Madre de la Patria y Líder Histórica de la Independencia de las Mujeres Mexicanas!
¡VIVA LA TORTILLA!
¡¡¡VIVA MÉXICO, JIJOS DEL MÁIZ!!!
Esta entrada fue publicada en Mundo.