CAFÉ LA HABANA:
El LUGAR DE LA VIDA BOHEMIA E INTELECTUAL DE UNA CIUDAD
Durante la segunda mitad del siglo XX, el Café La Habana fue refugio de figuras renombradas de la cultura institucional mexicana, así como de movimientos intelectuales que luchaban en contra de ella
En el número 62 de la calle Morelos, esquina con Bucareli, se encuentra uno de los cafés con mayor tradición en la ciudad de México: el Café La Habana.
Muchas son las historias de los intelectuales, literatos, revolucionarios y personajes históricos que encontraron en el Café La Habana un espacio propicio para la charla y discusión; incluso, a la entrada del establecimiento se puede observar una placa de fondo negro y letras doradas que enumera los nombres de algunos de los personajes afamados que encontraron refugio en este establecimiento.
El nombre de Octavio Paz es el primero de la lista, lugar inequívoco que deja en claro la primacía del poeta en la cultura mexicana, misma que le valió el encono de un grupo de jóvenes que, encabezados por Roberto Bolaño y Mario Santiago Papasquiaro, formaron el movimiento poético de los infrarrealistas, bajo la consigna de luchar contra la cultura oficial mexicana; paradójicamente, los infrarrealistas hicieron del Café La Habana su punto de reunión durante la década de los 70.
En la lista de hombres renombrados sigue el de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, de quienes se cuenta que en este café planearon la Revolución Cubana. Otros de los nombres son los del escritor Gabriel García Márquez y el del actor cómico Jesús Martínez «Palillo», reconocido pos sus sátiras políticas que en varias ocasiones derivaron en detenciones.
Desde su fundación en 1952, el Café La Habana ha sido testigo de la vida bohemia e intelectual de México, misma que hoy en día continúa creándose y recreándose entre sus paredes en tonos sepias, que cuentan historia al oído de aquellos que gustan de saborear uno de los mejores cafés de la ciudad.