Las líneas de investigación que abordó fueron múltiples y variadas. Destacan sus estudios sobre religión, lenguas, calendarios, periodización, así como de los grupos étnicos del norte, centro y sur de México y el rescate documental de los archivos municipales y parroquiales.
Los años en que laboró en antropología e historia, fueron definitivos para la definición de la historiografía moderna de México.
En una primera instancia por la influencia de las corrientes nacionalistas delineadas a partir de la revolución de1910, pero además por el impacto de corrientes universales como el positivismo, el historicismo, el existencialismo y el marxismo.
En sus investigaciones y escritos, manejó códices, fuentes coloniales, estudios modernos y contemporáneos.
Destacan sus investigaciones sobre los olmecas, en los cuales hace la diferencia étnica y cultural entre los olmecas arqueológicos, a quienes denominó tenocelome (gente boca de tigre), con los históricos, de los cuales ya se encuentran referencias en las crónicas coloniales.
En lo que se refiere a los toltecas, mediante un riguroso estudio de las fuentes históricas reconoció a Tula, Hidalgo como su capital, afirmando que los toltecas históricos eran representativos de una antigua cultura nahua.
Entre sus publicaciones destacan:
Materiales para una bibliografía etnográfica de América Latina (1937), Códice de Yanhuitlán (facsimilar, 1940, coautor Salvador Matos Higuera), Notas sobre historia antigua de México (1956), Estudios de Historia Colonial (1958), Vocabulario en lengua mixteca (1962) y Compendio de historia de México (1966, coautores José Miranda y María Teresa Fernández de Miranda).
Publicó también una gran cantidad de artículos y ensayos sobre las temáticas de su interés.
Fue maestro en numerosas y prestigiadas instituciones nacionales y extranjeras: la Escuela Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Nacional Autónoma de México, el México City Collage (hoy Universidad de las Américas), la Universidad Iberoamericana, el Colegio de México y en las universidades de Illinois, Texas, Minnesota, Arizona y Wisconsin.
Fue fundador de El Colegio del Bajío en Guanajuato y fue designado como Profesor Honorario de la cátedra de Historia de México en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
En lo que se refiere a su vida institucional fue director del Boletín Bibliográfico de Antropología con el apoyo de Alfonso Caso; fue fundador de la Sociedad Mexicana de Antropología, así como de la Escuela Nacional de Antropología e Historia; fue jefe del Departamento de Etnología, fundador y director del Museo de Historia, y posteriormente del Departamento de Investigaciones Históricas del INAH, hoy Dirección de Estudios Históricos.
Recibió innumerables premios a su labor científica y docente, le fue conferida la Gran Cruz de Isabel la Católica por la Universidad Meléndez y Pelayo.
En 1978 le fue honrado con el doctorado “honoris causa” en Humanidades por la Universidad de las Américas, lo mismo que la Universidad de Alcalá de Henares en el mismo año; en 1979 su ciudad natal, León, lo honró con la Presea de Leonés Distinguido del Mérito Ciudadano, recibió mención honorifica junto con Salvador Mateos Higuera por la publicación del Códice Yanhuitlán.
En 1980 la Universidad Complutense de Madrid, le otorgó el doctorado “honoris causa” en Geografía e Historia. En 1981 el INAH le concedió la medalla Manuel Ignacio Altamirano por sus 50 años de profesorado, entre otros premios.
Se puede considerar al maestro Jiménez Moreno como precursor y padre de la etnohistoria en México.
Gracias a su propuesta y entusiasmo logró el establecimiento de la licenciatura de Etnohistoria en la EscuelaNacional de Antropología e Historia (ENAH).
En el año de 1976 propuso al entonces director del INAH la creación de un Departamento de Etnohistoria. Poco después, en el año de 1977, se logró la creación de ese Departamento, actual Dirección de Etnohistoria, siendo su primera directora la maestra Bárbara Dahlgren.
Al maestro Jiménez Moreno, se le recuerda como investigador erudito y como excelente maestro que sembró las semillas de conocimiento y el interés por las investigaciones antropológicas e históricas.
Entre sus publicaciones destacan:
Materiales para una bibliografía etnográfica de América Latina (1937), Códice de Yanhuitlán (facsimilar, 1940, coautor Salvador Matos Higuera), Notas sobre historia antigua de México (1956), Estudios de Historia Colonial (1958), Vocabulario en lengua mixteca (1962) y Compendio de historia de México (1966, coautores José Miranda y María Teresa Fernández de Miranda).
Publicó también una gran cantidad de artículos y ensayos sobre las temáticas de su interés.
Fue maestro en numerosas y prestigiadas instituciones nacionales y extranjeras: la Escuela Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Nacional Autónoma de México, el México City Collage (hoy Universidad de las Américas), la Universidad Iberoamericana, el Colegio de México y en las universidades de Illinois, Texas, Minnesota, Arizona y Wisconsin.
Fue fundador de El Colegio del Bajío en Guanajuato y fue designado como Profesor Honorario de la cátedra de Historia de México en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
En lo que se refiere a su vida institucional fue director del Boletín Bibliográfico de Antropología con el apoyo de Alfonso Caso; fue fundador de la Sociedad Mexicana de Antropología, así como de la Escuela Nacional de Antropología e Historia; fue jefe del Departamento de Etnología, fundador y director del Museo de Historia, y posteriormente del Departamento de Investigaciones Históricas del INAH, hoy Dirección de Estudios Históricos.
Recibió innumerables premios a su labor científica y docente, le fue conferida la Gran Cruz de Isabel la Católica por la Universidad Meléndez y Pelayo.
En 1978 le fue honrado con el doctorado “honoris causa” en Humanidades por la Universidad de las Américas, lo mismo que la Universidad de Alcalá de Henares en el mismo año; en 1979 su ciudad natal, León, lo honró con la Presea de Leonés Distinguido del Mérito Ciudadano, recibió mención honorifica junto con Salvador Mateos Higuera por la publicación del Códice Yanhuitlán.
En 1980 la Universidad Complutense de Madrid, le otorgó el doctorado “honoris causa” en Geografía e Historia. En 1981 el INAH le concedió la medalla Manuel Ignacio Altamirano por sus 50 años de profesorado, entre otros premios.
Se puede considerar al maestro Jiménez Moreno como precursor y padre de la etnohistoria en México.
Gracias a su propuesta y entusiasmo logró el establecimiento de la licenciatura de Etnohistoria en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).
En el año de 1976 propuso al entonces director del INAH la creación de un Departamento de Etnohistoria. Poco después, en el año de 1977, se logró la creación de ese Departamento, actual Dirección de Etnohistoria, siendo su primera directora la maestra Bárbara Dahlgren.
Al maestro Jiménez Moreno, se le recuerda como investigador erudito y como excelente maestro que sembró las semillas de conocimiento y el interés por las investigaciones antropológicas e históricas.