Centro de Fotografía Creativa: La colección mexicana en Tucson

Centro de Fotografía Creativa: La colección mexicana en Tucson

El Centro de Fotografía Creativa posee la colección más extensa de archivos fotográficos en Estados Unidos e incluye galerías de exposiciones, una librería y un espacio de investigación para acceder a todas las colecciones donde sobresalen artistas mexicanos.

REVISTA PROCESO

Por Roberto Ponce

Es uno de los museos académicos de arte más hermosos y uno de los centros de estudios de óptima calidad en el mundo para la historia de la fotografía. De sus 110 mil obras de más de 2 mil artistas que registra su colección, 270 son creadores célebres del siglo XX. Aloja la producción de varios mexicanos y el archivo de Lola Álvarez Bravo. Acaba de incorporar al sonorense Nahatan Navarro, quien habla para Proceso, a la par que la curadora del centro, Rebecca Senf, guía a nuestros lectores por la sede de la Universidad de Arizona.

(Proceso).–

Con sede en la Universidad de Arizona campus Tucson, el Centro de Fotografía Creativa (CCP, sus siglas en inglés) posee la colección más extensa de archivos fotográficos en los Estados Unidos e incluye galerías de exposiciones, una librería y un espacio de investigación para acceder a todas las colecciones donde sobresalen artistas mexicanos.

Así lo explica la curadora en jefe del Center for Creative Photography de Tucson desde 2016, Rebecca Becky Senf, doctora en Historia del Arte por la Universidad de Boston, vía correo electrónico:

“En el CCP tenemos un amplio rango de público con miembros que vienen desde los residentes de la comunidad en Tucson, los estudiantes y profesores de la Universidad de Arizona, hasta becarios, curadores y autores internacionales que abarcan un extenso espectro de disciplinas. Nuestras colecciones proveen un material sin parangón en profundidad y variedad fotográficas del siglo XX, y los investigadores han viajado desde el mundo entero para consultar nuestros documentos de primera mano.”

Por ubicarse en la frontera con México y específicamente con el estado de Sonora, el CCP también se ha interesado en la fotografía de nuestro país. Recientemente la institución incorporó al fotógrafo Nahatan Navarro (Hermosillo, 1986), cuyas imágenes y videos Los que van, los que se quedan, en torno a gente sin hogar que se refugia en bodegas abandonadas, con otras que no pudieron “cruzar el charco” (los wet-backs o mojados), impactaron al CCP.

–¿Cuántos fotógrafos mexicanos incluye su archivo y quiénes son?

–Poseemos –responde Becky Senf– una pequeña aunque vigorosa colección, incluyendo a Lola Álvarez Bravo (de quien asimismo resguardamos sus archivos), Manuel Álvarez Bravo, Colette Álvarez Urbajtel, Hugo Brehme, Manuel Carrillo, Agustín Víctor Casasola, Flor Garduño, Graciela Iturbide, Luis Márquez, Pedro Meyer, Gustavo F. Silva y Mariana Yampolsky, con las recientes adquisiciones de Alfred González, Nahatan Navarro, Alejandra Platt-Torres [también sonorense] y Marcela Taboada [Puebla, 1958].

“A finales de 2018 y comienzos de 2019 nosotros destacamos un conjunto de nuestras fotografías mexicanas del siglo XX en nuestro espacio de galería en el Phoenix Art Museum [ahí ella ha sido curadora de 33 exposiciones, incluyendo la de Edward Weston: Mexico], con la exhi­bición intitulada Mexican Photographers, Mexican Views [“Fotográfos mexicanos. Visiones mexicanas”] en la que se demostró la diversidad y amplitud de perspectivas que nuestra colección refleja.”

Crisol retratístico

Al CCP de Tucson se le reconoce como uno de los museos académicos de arte más hermosos y uno de los centros de estudios de óptima calidad en el mundo para la historia de la fotografía (ver sitio en red virtual: www.ccp.arizona.edu).

Abrió hacia 1975 en el número 1030 de N. Olive Road, tras una asamblea encabezada por el presidente emérito de la Universidad de Arizona, John Paul Schaefer, y el fotógrafo Ansel Adams. Sus primeras colecciones incluyeron a Wynn Bullock, Harry Callahan, Aaron Siskind, Frederick Sommer y el propio Adams, creciendo con las de W. Eugene Smith, Edward Weston, Garry Winogrand, Lola Álvarez Bravo y otros nombres célebres del siglo XX, hasta sumar hoy por hoy 270. Existen más de 110 mil obras de más de 2 mil artistas de la lente. Con respecto al cómo y por qué las imágenes de Nahatan Navarro fueron seleccionadas para las colecciones del CCP y la trascendencia de la obra de este artista hermosillense, Becky Senf respondió:

“Fue en PHotoESPAÑA donde conocí los trabajos del señor Navarro, durante un evento de revisión de portafolio en Madrid, España, celebrado en 2017, y sus fotografías causaron una impresión muy fuerte en mí por su sensibilidad y complejidad. Para ser honesta, descubrí que su proyecto se alzaba entre los mejores y de óptima calidad que pude observar mientras estuve en España. Después de algún tiempo, él formó parte de una exposición acá en el Prima College de Tucson, Arizona, con el mismo corpus de obras, y resultó bastante bello ver sus impresiones presentadas en un contexto nuevo, a la par de otros artistas que trabajan un espectro de medios dedicados completamente a la región de Sonora.

“El Comité Adquisiciones de Impresiones de Excelencia [The Fine Print Acquisition Committee] es el responsable de dar el visto bueno en el CCP a las adiciones de propuestas para la colección; los miembros del comité sintieron que el portafolio fotográfico de Nahatan Navarro representaría un valioso aporte a la colección, debido a un buen número de razones.”

Y argumentó, en elogio al creador de Los que van, los que se quedan:

“Debido a los senderos que abre rumbo a la actualización de nuestros resguardos fotográficos de México, de por sí muy vigorosos con respecto al trabajo de la fotografía mexicana del siglo XX; por su preocupación inusual y acercamiento matizado para retratar aquella gente que experimenta la carencia de un hogar; por su utilización del claroscuro, una riqueza en la paleta y sombras profundas, aparte de su evocación sutil de una narrativa afín a las fotos del portafolio, el señor Navarro nos trae una perspectiva distintiva necesaria en esta temática y produce obras de arte expresivas que enriquecen con enorme significados nuestra compresión del mundo.”

Para concluir, la doctora Becky Senf asentó:

“Ciertamente, la pandemia le ha provocado retos al CCP, tal como sucedió con muchas instituciones culturales, pero nos hemos adaptado al crear contenido virtual en nuestras plataformas de redes sociales (incluyendo Facebook e Instagram), a través de nuestra aplicación interactiva CCP y con bastantes programas en nuestro canal de YouTube. De muchas maneras ha sido una oportunidad muy valiosa para explorar nuevos modos de presentar nuestras colecciones y contenido, permitiéndonos atraer y llegar a nuevos públicos. Por ejemplo, nuestra cuenta en Instagram se ha incrementado en más de 36%.”

Senf fue galardonada como “Mejor Curadora” por el longevo periódico Arizona Republic en marzo de 2012, año en que ella publicó Reconstructing the View: The Gran Canyon Photographs of Mark Klett and Byron Wolfe (University of California Press). Su curaduría a Not MY Family Values puede recorrerse virtualmente en artphotoindex.com (API).

Migrantes varados y “homeless”

Proceso entró en contacto con la curadora Becky Senf del CCP y Natahan Navarro, gracias a la paisana colega de éste, Alejandra Platt-Torres (1960), autora del libro En el nombre de Dios (High Tech Ed./Conaculta, 2000. 80 páginas), acerca de los 62 grupos indígenas fotografiados por ella, y con los que convivió durante una década de Sonora a Yucatán. En total, Platt tomó cerca de 4 mil fotos para la invaluable y numerosa serie de exposiciones suyas en Europa, China, Australia y el continente americano (Proceso 1252).

“En el nombre de Dios fue el primer proyecto que realicé de 1993 a 2002, visitando 62 diferentes naciones indígenas en todo México para entender a mis antepasados, porque nosotros tenemos sangre indígena revuelta con europea, americana y africana. Estudié historia de antes y después de la aparición de la Virgen de Guadalupe, la conquista española por la espada y la religión, el mestizaje, aprendí muchísimo del mundo natural y entendí mi identidad como mexicana. Lo más importante, aprendí a adorar a mi país y hallé que el despojo de tierras y de tradiciones se debe a esa codicia inhumana que padecemos desde hace cinco siglos. Para parar la marginación e injusticias, conozcamos primero nuestro país y amemos a nuestros pueblos ancestrales.”

A su vez, Nahatan Navarro (licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora) manifestó telefónicamente desde Hermosillo:

“Que una institución académica como el CCP decidiera incluir en sus archivos por demás súper serios mis fotografías, incentiva mi carrera; más aún cuando uno conoce quiénes son los autores que forman parte de las colecciones y la tan respetable curadora Becky Senf. Creo que el CCP es un centro bastante cuidadoso con sus materiales y muy abierto al público, porque quienes trabajan allí no son nada celosos en mostrar esas colecciones que poseen y están al alcance de cualquier persona interesada en las fotos mexicanas y del mundo.”

–¿Por qué le atrajo fotografiar la situación de los sin hogar y de la gente que se quedó varada en su intento de cruzar la frontera clandestinamente?

–Todo nació en Hermosillo, donde los indigentes cohabitaban con los migrantes en unas bodegas de trigo, abandonadas, enormes, de unos 20 metros de alto. Ahí convivían y traté de entender cómo era la situación de la migración y de la indigencia; por lo general, a los indigentes se les relega al pasado, pues se piensa que tuvieron algún problema que los orilló a refugiarse en las calles, y a los migrantes se les relaciona con la movilidad y la búsqueda de oportunidades en pos de un futuro mejor. Me intrigó cómo podían convivir dos fenómenos sociales ubicados a un tiempo en el ayer y en el mañana; pero una vez que vi cómo resolvían sus vidas, dejé de intelectualizar, me quedé a vivir con ellos para sentir lo que transmitían y verlos, oírlos, fotografiarlos.

La pandemia ha provocado cambios y ambos grupos hoy son foco de atención para organizaciones civiles que les proporcionan cubre-bocas y otros lugares para pernoctar, lo cual ha enriquecido el proyecto fotográfico de Navarro, pues son conjuntos humanos más vulnerables frente al covid. Dice:

“Alejandra Platt-Torres es una fotógrafa que me ha ayudado a abrir puertas. Mi trabajo Los que se van, los que se quedan va de la mano con En el nombre de Dios de Alejandra, el núcleo y la intención son las mismas: los marginados. La fotografía nace de las necesidades humanas que tengo, es un proyecto que se alimenta de mis problemas, inquietudes, mis interrogantes para ver lo que muchos no quieren ver, es como la línea que nos ata a la cordura… La foto me mantiene consciente de las necesidades que existen allá afuera y de las carencias que tengo yo mismo” (ver en Instagram @nahatan y vimeo.com/nahatannavarro).

Luego de En el nombre de Dios, de 2009 a 2013 Platt-Torres elaboró el proyecto Un mundo separado por fronteras, y actualmente trabaja en Los cinco elementos, que a decir suyo “abarca los cuatro elementos del planeta: fuego, tierra, aire y agua, siendo el quinto elemento el amor o los latidos humanos” (www.alejandraplatt.org).

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