“Crecer en la democracia honrando la voluntad del pueblo”.
“Una participación ciudadana cada vez más madura y organizada da señales de la toma de conciencia de que los asuntos públicos son responsabilidad de todos” (PGP 61).
El día de ayer hemos ejercido, como buenos cristianos y ciudadanos, el derecho y deber de votar por el bien de nuestra Nación. Por ello, felicitamos a todo el pueblo mexicano, y apreciamos la madurez de este ejercicio social, manifestada en la amplia participación ciudadana y en el respeto a nuestras instituciones electorales.
Sin embargo, también tenemos en cuenta que ha sido un proceso político marcado por una fuerte violencia, por lo que elevamos nuestras oraciones por aquellos y aquellas, que, asumiendo la vocación política, y enarbolado sueños por un México mejor, han sido agredidos o les ha sido arrebatada su vida.
Invitamos a todos, tanto a las fuerzas políticas, a gobernantes como a miembros de la sociedad civil, a respetar los resultados del proceso electoral manifestados a través del voto, a retomar el diálogo y a encontrar caminos conjuntos más allá de las diferencias partidistas.
Exhortamos a que las candidatas y los candidatos electos para los servicios públicos, honren la voluntad del pueblo, trabajen por la unidad, el desarrollo integral y la dignidad de los que habitamos en esta Patria.
Recordamos a los gobernantes que, urge “recuperar la confianza de los ciudadanos y el verdadero sentido de la política, como esa búsqueda continua del bien común que nos lleva a construir sociedades justas y en paz” (PGP 62).
Y a los ciudadanos, les decimos: “que la democracia no termina emitiendo nuestro voto, sino que es necesario dar seguimiento a este proceso, exigir el cumplimiento de las promesas de campaña y pedir la rendición de cuentas de manera transparente, deber al que todo político está obligado” (PGP 62).
Los obispos mexicanos ofrecemos nuestra colaboración con las instancias que articulan la dinámica pública, para enfrentar los retos que plantea nuestra nación, ampliando perspectivas, y procurando “que haya trabajo digno, educación y cuidado de la salud para todos los ciudadanos” (Cfr. EG 205).
Que Santa María de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quién se vive, custodie y bendiga a todo el pueblo que peregrina por nuestro suelo mexicano.
? Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey
Presidente de la CEM
?Alfonso G. Miranda Guardiola
Obispo Auxiliar de Monterrey
Secretario General de la CEM