Los Cojolites celebraron 25 años con un concierto y presentaron su álbum «De la lluvia y el Sol»

Los Cojolites, 25 años de hacer que levanten las cejas los melómanos

Presentaron su nuevo disco en Xalapa

Eirinet Gómez
La Jornada

Xalapa, Ver.,

Si una caja de habanos vacía está en manos de Noé González Molina, integrante y director musical de Los Cojolites, hace música, que una mujer sacuda los hombros, o que un hombre lleve el ritmo con los pies, así como que dos o tres melómanos alcen las cejas y aplaudan de asombro.

Los Cojolites celebraron 25 años de carrera con un concierto en el Teatro del Estado General Ignacio de la Llave. Presentaron su álbum más reciente, De la lluvia y el Sol, producido por Greg Landau, en el que participan cantantes como Lila Downs, Eugenia León y la inseparable Natalia Lafurcade. Es el primer disco que contiene sólo composiciones propias.

Abrieron el concierto con tres sones: Madre Tierra, Camotal y Sonó. Poco a poco, los aires del sur inundaron la sala Emilio Carballido e hicieron desfilar estampas de la vida rural en Jáltipan, Cosoleacaque y San Andrés Tuxtla. Hubo cantos de agradecimiento a la naturaleza, sobre cómo germina el amor en los campos de maíz y arroz, de la fatalidad que viven los campesinos al ver perdidas las cosecha y el respeto que profesan a los adultos mayores.

Buenas noches familia. Nos vemos más mayorcitos porque la vida nos ha tratado un poquito mal, pero todavía somos jóvenes. Éste es un proyecto que inició hace 25 años en Cosoleacaque, primero como un taller, luego con toda una formación musical de apropiamiento del contexto histórico para ser portador de esta tradición, destacó Benito Cortés Padua, al saludar al público.

Uno de los momentos de mayor deleite durante el fandango, ocurrió cuando González Molina tomó un cuadriquinto, instrumento elaborado a partir de una caja de habanos vacía, y la rasgó para interpretar La cosecha, que habla del empeño que los hombres del sur le ponen a la siembra.

A un amigo de San Cristóbal de Las Casas le entró la curiosidad y desarrolló este instrumento, que a la postre se lo obsequió a Noé, quien hace que salga un sonido muy particular, contó Cortés Padua.

La primera vez que Los Cojolites tocaron en Xalapa lo hicieron contra la ley. Sin reparar en que eran menores de edad, el bohemio Salvador Chava Suárez, los invitó a presentarse en La Tasca del Cantor, bar y foro cultural ubicado en Xicoténcatl 76, que cerró en noviembre del 2020.

Xalapa fue la primera ciudad que nos abrió las puertas en el panorama musical formal. Antes de eso, éramos unos mozuelos que andábamos en los fandangos, en las fiestas, de parranda, conociendo a los viejos, recordó Benito Cortés.

Agregó: “En una fiesta de la Candelaria, en Tlacotalpan, conocimos a Chava, le gustó mucho nuestra dinámica y nos invitó a tocar en La Tasca del Cantor. Fue una bronca tremenda, porque nunca prestó atención a que éramos menores de edad, y pasó toda la noche supervisando que no entrara un inspector. La pasamos muy bien, por eso Xalapa siempre es una plaza fuerte para nosotros.

Durante su presentación Los Cojolites dedicaron unas palabras al teatro General Ignacio de la Llave que está a punto de cumplir 60 años. “Queremos sumarnos a este festejo y aplaudir a todas las personas que han hecho posible que este espacio sea foro para que los artistas veracruzanos compartamos nuestra música.

Xalapa siempre se ha caracterizado por ser un pueblo muy cultural; aquí están las escuelas de música, de arte, y con este espacio se fortalece la identidad no sólo del lugar, sino de Veracruz, sostuvo.

Benito Cortés destacó que fue muy difícil de integrar este disco, por todos los retos que impuso la pandemia de covid-19, “que afectó a la humanidad, pero como dicen en mi tierra: ‘tenemos que seguir remando, porque el que no rema no gana dinero’. Esperemos que lo que se lleven en sus oídos y en su corazón sea de su agrado.

Para nosotros ha sido un momento importante en nuestra carrera y en nuestra vida. La pandemia nos comprometió, pues no sabíamos si nos volveríamos a ver, si estaríamos de nuevo reunidos, tocando, abrazándonos. Este disco fue una lucecita en medio de un camino bastante oscuro, que todos vivimos. Agradezco mucho estar con mis compañeros conmemorando la vida, celebrando este momento.

Los Cojolites cerraron el concierto con tres sones: La Bamba, Sembrando flores y De la lluvia y el Sol.

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