Por su doblez y sus selfies, Cordova el Pequeño se asemeja al personaje de Wilde

Tomar la palabra

Agustín Ramos

hermana Sol, porque le escamotearon
su derecho a votar hoy.

 

1. Hoy, 10 de abril de 2022, la ciudadanía optará por fortalecer la democracia en las urnas o por quedarse en casa y seguir padeciendo al árbitro más tramposo. 2. Porque si el mejor árbitro es el que menos se ve, no hay otro peor que Lorenzo Córdova (Córdova le Petit, clp), quien en vez de procurar ser o al menos aparentar ser imparcial, se canta a sí mismo (La democracia no se construyó en un día) y, con su abanderado de la banda derecha, Ciro Murayama (cm), pregona su partidismo en Nexos (“La reforma electoral de Mussolini”), de Aguilar Camín, y en Latinus, de Madrazo Pintado, y celebra su preferencia en cuanto foro adverso a Andrés Manuel López Obrador (amlo) le abre la artillería mediática y académica de la coalición patronal-intelectual-partidista. 3. De solistas, a dúo o en concierto con esa coalición, siempre parapetados en el atril del Instituto Nacional Electoral (ine), clp y cm obedecen al director técnico del poder fáctico al que se deben y, así, primero rehúsan aprovechar la elección de 2021 para incluir en ella la consulta de revocación de mandato, luego arguyen carencias presupuestales, operativas y legales y, forzados a organizar dicha consulta, hacen de ésta un logro suyo mientras, con dos caras y dos varas de medir, redoblan su boicot contra la misma. 4. Y es que clp hace que las críticas a él sean ataques al ine, pero nomás cuando le conviene. Por eso, con Aristegui, desplaza a cm y a su Comisión de Quejas y Denuncias la cara dura de la censura y, en entrevistas todavía más serviles y más a modo, voltea la tortilla, tanto de “la animadversión” como de la “narrativa de posverdad”, las “falacias” y “el rencor”, a Morena y a amlo. El rencor, por cierto, explicaría la reciente censura de cm, de clp y del director técnico, al Canal 6 de Julio, una empresa creada tras el fraude electoral que Cuauhtémoc Cárdenas calificó en su momento de golpe de Estado técnico, fraude que hizo Presidente al director técnico y que, ojo, con tal de aminorar los daños de ese golpe admitió las instituciones y las leyes electorales vigentes. 5. Así, mediante el mecanismo defensivo de la proyección que achaca sus miserias a otros, en un tuit clp describe como “tiempo de tramposos” el escenario montado por él, por el director técnico y por sus think tanks; culpa a sus contrarios de “las mentiras, la violación a la ley y la deslealtad democrática [que] se practican de manera sistemática y concertada” y, ejemplificando con didáctica excelsa las profecías autocumplidas, advierte que esto ahuyentará “de las urnas a una ciudadanía harta de esas trampas”. A excepción de este tuit y de un memorable telefonema racista, la selfie más fiel de la personalidad de clp es la animación del chile chipotle/pimiento morrón hecha para persuadir a la ciudadanía de que, pese a los sueldos ofensivos, las hordas asesoras, los fideicomisos opacos, las bmw esfumadas, etcétera, el ine no es dispendioso. 6. En suma, la cara blanda de la propaganda consiste en robar y gritar ¡al ladrón, al ladrón!, en mentir y tachar de mentirosa la crítica, en interpretar ad libitum la partitura del futuro (“urnas vacías”), en delirar en medios y marchas marchitas (“el ine es la institución más confiable”, “yo defiendo aiine” sic, “Terminas y te vas”) y en adjudicarse los logros ciudadanos. 7. El final de la novela El retrato de Dorian Gray contrasta “la espléndida belleza” del retrato del protagonista en la pared con “el aspecto repulsivo” del cadáver real de éste en el suelo. Por su doblez y sus selfies, Cordova el Pequeño se asemeja al personaje de Wilde y me recuerda al golpista de cara barata y apellido ilustre que Victor Hugo llamó Napoleon le Petit.

 

 

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