La música de Mingus camina en las paredes de la habitación dominical, voluptuosa y altiva

Bemol Sostenido

Alonso Arreola

Nació hace cien años, Charles Mingus

 

La música de Mingus camina en las paredes de la habitación dominical, voluptuosa y altiva. Adornan su cuerpo grandes instrumentistas de un tiempo integrado por tribus aisladas, sin tecnología de avanzada (había que apostarlo todo para encontrarse). Henchida por orquestaciones pero con alma sencilla, presume experimentos rítmicos y desenfado. No importa si su materia es profunda o reflexiva, la solemnidad no parece bienvenida en el universo del contrabajista.

El mejor de los ejemplos sería una de nuestras piezas favoritas: “Goodbye Pork Pie Hat”. Uno de los más clásicos standards de jazz incluidos en el Real Book. Tal como pasa con “Summer Time” o “Rhapsody In Blue” de George Gershwin, en su melodía subyace una delicada forma del blues que se tuerce y sofistica sin perder esencia gracias a una armonización de acordes dominantes aparentemente inconexos. Búsquela en sus incontables versiones. En ella y en otras obras encontramos el crisol integrador que representa Mingus, un hombre con ascendencia negra, china e india que se consideraba sin etiquetas específicas.

“Soy Charles Mingus: para mí no tengo color… Charles Mingus es un músico, un músico mestizo que toca con belleza, que toca con fealdad, que toca con amor, que toca masculinamente, que toca femeninamente…” Eso dijo sobre sí mismo en los años sesenta, cuando se casó en una ceremonia oficiada por el poeta beat y amigo suyo Allen Ginsberg.

Excepcional en todo sentido, su cuerpo fue el de un instrumentista de grandes dotes. Corpulento y encorvado, tocaba con carácter pero sin perder la relajación de sus manos. Mírelo con atención. Su espíritu, por otro lado, fue el del niño sorprendido que intentaba comprender al mundo sorteando la intolerancia circundante. Su cerebro, finalmente, fue el de un genio de atención concentrada para desarrollar temas conceptuales y con compromiso. De allí los títulos (tantas veces autorreferenciales). Verbigracia: Pithecanthropous Erectus, Tijuana Moods, Mingus Ah Um, Mingus in Wonderland, Charles Mingus Presents Charles Mingus, Mingus Mingus Mingus Mingus Mingus, Me Myself an Eye, etcétera.

Dicho eso, empero, también hay que escucharlo en una grabación que para muchos es la más significativa del género. Nos referimos a Jazz at Massey Hall (1953). Allí suena el propio Mingus junto a Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Max Roach y Bud Powell. Un dream team que no volvería a juntarse. Igualmente hay que acercarse a su propio sexteto en el que destacaba la relación con el saxofonista Eric Dolphy y el baterista Dannie Richmond. Con ellos llegó a su máximo punto de expresión. Asimismo, hay que escuchar el tributo que le hiciera Joni Mitchel (Mingus), con su propia intervención. Es extraordinario lo que allí hace Jaco Pastorius.

Terminamos, lectora, lector, con el párrafo que inicia la autobiografía de Mingus, concluida ocho años antes de su muerte en Cuernavaca, Morelos, adonde vino buscando un tratamiento alternativo para la devastadora esclerosis lateral amiotrófica. Fue publicada en español por Mondadori. Se llama Menos que un perro, memorias. Es tan extravagante en su forma como valiosa en su contenido. Sirva para honrarlo en su centenario.

“En otras palabras, yo soy tres. Un hombre que permanece siempre en medio, despreocupado, inmóvil, observando, esperando a que le sea permitido expresar lo que ve a los otros dos. El segundo hombre es como un animal asustado que ataca por miedo a ser atacado. Luego está la persona extremadamente cariñosa y amable que admite a la gente en el templo más sagrado de su ser y soporta los insultos y es confiado y firma los contratos sin leerlos y lo enredan para que trabaje barato o por nada y, cuando se da cuenta de lo que le han hecho, siente ganas de matar y de destruirlo todo, incluso a sí mismo, por ser tan estúpido. Pero no puede: vuelve a encerrarse en sí mismo. ¿Cuál es el verdadero? Todos son verdaderos.”

Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.

 

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