Se puede vivir del arte en Xalapa? Poco presupuesto, maltrato y bajos salarios

Se puede vivir del arte en Xalapa?

Artistas ganan poco, coinciden

Pocos presupuestos, maltrato de autoridades y bajos salarios, algunos factores que padecen artistas

A pesar de la fuerte presencia que Xalapa tiene en el mapa cultural nacional, ser artista escénico independiente en la ciudad no es redituable, coinciden creadores y productores de danza y teatro.

Malos tratos de las autoridades de cultura, negativas, bajos presupuestos, falta de visión para generar empleos para los artistas y escaso acceso a los teatros por altos costos son solo algunas de los desafíos a los que dicen enfrentarse.

  • En entrevista expresan que hace falta un mayor compromiso de parte del Estado, no para que les resuelva todo sino para trabajar en conjunto y apoyar lo local y estatal. El bailarín Dante Mancilla apunta que no hay inversión en el bienestar de la gente.

“Se invierte en armas, en seguridad, pero no en el bienestar emocional y psicológico. Es una realidad, en cultura necesitamos gente que sí tenga un criterio sensato, honesto y amplio sobre las artes”

El coreógrafo y creador de foros independientes opina que las instancias de cultura apoyan más a los extranjeros y con los artistas locales muchas veces se comportan como si estuviesen haciendo favores.

“Los artistas trabajamos arduamente, con mucho amor y creatividad; ponemos todo nuestro espíritu, pero regularmente nos minimizan. Gente que de verdad valore el arte debería estar dirigiendo las instancias de cultura”, señala.

Mancilla y el actor Francisco Jácome mencionan que no es suficiente con tener un trabajo artístico. Llegar a dar una función al Teatro del Estado Ignacio de la Llave cuesta entre 30 y 40 mil pesos, cuando los boletos al público no rebasan los 100-120 pesos.

En cuanto al teatro J.J. Herrera y el foro Guadalupe Balderas, el actor Óscar Reyes considera que el ayuntamiento podría replantear el impuesto sobre boletaje y el permiso de venta de boletos.

“Ganamos bien poquito. Hay que sacar lo de gastos operacionales, dividir las ganancias entre el grupo y agregar impuestos. No es redituable hacer arte. En el caso de los impuestos no nos negamos a pagarlos pero debe existir una mediación”.

Por amor a nuestra profesión no estamos sentados esperando que el Estado nos resuelva, nosotros creamos, afirma la coreógrafa Mirna Gómez.

“Luchamos cada día. Si no hay un recurso nosotros lo buscamos y si hay una beca le sacamos todo el juego, pero tampoco es algo digno siempre estar luchando mientras el Estado se jacta de que Xalapa es una ciudad muy cultural, muy rica, un hervidero de artistas, y sí, pero con muchas necesidades”.

Piensa que hacen faltan compañías oficiales, orquestas y agrupaciones, pues las que hay tienen pocos lugares, están ocupados y son muy competidos.

“El Estado debe ir por un mejor flujo de economía; los sueldos en la ciudad son muy bajos y eso hace que las artes también tengan un costo reducido. En Xalapa hay una cadena de consumo muy precaria”, puntualiza.

El Estado está atrasado, dormido y confiado en la cartelera porque sabe que nos movemos

«No podemos dejar de crear, de hacer y de defender nuestro trabajo. El Estado no trabaja en conjunto con la comunidad artística”, enfatiza.

Mujeres artistas jóvenes como Carolina Gómez, Nayelli Alcázar y Viridiana Azuara manifiestan que en la mayoría de los casos para no dejar el arte tienen que hacer otros trabajos, “meserear, vender distintos productos, lo que sea para sobrevivir y tener un tiempecito para entrenar el cuerpo y darle forma a una idea”.

Al respecto, Mirana Gómez matiza que la misma calidad del producto a veces se descuida porque hay que trabajar para sostener la vida personal.

En presentación del Festival de la Bienal del Cartel en México, que tendrá a grupos independientes locales, Talía Pedraza llamó a valorar el talento que hay en la ciudad.

Expuso que como cualquier otra profesión debe haber un pago digno: “Los artistas no son burgueses y lo que sí tienen es la maldita costumbre de comer”.

En general, los artistas dicen que el Estado los puede apoyar con difusión, creación de públicos, crear teatros y hacer más accesibles los existentes, facilitar espacios para ensayo y ofrecer sueldos para compañías.

Entre las sugerencias está también mantener las muestras existentes y ampliarlas, que el Estado contrate a los artistas locales para hacer festivales y no a extranjeros, que los requisitos para ocupar foros y teatros no sean tantos.

Otra idea es generar un programa con una cartelera para todo el año en el Teatro del Estado o en los foros, con promoción a nivel local, nacional e internacional, pues hay suficiente producción en todas las manifestaciones escénicas, dicen.

“Creo que el Gobierno sí podría difundir más el trabajo, crear programas de distribución de las artes escénicas, plásticas y visuales, y recuperar, en el caso de Xalapa, el título de Atenas Veracruzana. Estamos conscientes de la influencia que puede tener sobre las artes y el pueblo”.

Dante Mancilla anota además que las instancias gubernamentales de cultura deben tener una visión más amplia pues hoy en día al parecer solo apoyan con becas a proyectos enfocados en lo tradicional o en temas específicos.

Por otra parte, aplaude la labor de foros independientes: “Trabajamos con bajo presupuesto y mucha creatividad, pero hay que decirlo: no hay una oportunidad donde podamos desarrollar nuestro potencial como intérpretes, ejecutantes o creativos. Eso no existe”.

Óscar Reyes y Mirna Gómez actualmente son dos de los 10 seleccionados para formar parte del Encuentro Escénico Veracruz 2022, que se desarrollará entre agosto y noviembre. Las presentaciones serán en el Teatro del Estado y los ingresos obtenidos por boletaje les será otorgado.

El costo de cada entrada será de 100 pesos en preventa y 120 pesos en taquilla, el día de la función. Invitan al público a apoyarlos. El programa comienza el viernes 19 de agosto con Chikoo: el niño que no quería ser perro, y continúa el 20 con Paisajes sonoros de la mudanza Peregrina, de Mirna Gómez.

Esta entrada fue publicada en Mundo.