Transporte jarocho:
Padre crea cabina en bicicleta para que su hijo no se moje
La bicicleta de Edwin se adaptó para ser un transporte contra la temporada de lluvias
Veracruz Ver.–
Edwin García nunca se imaginó que uno de sus trabajos de carpintería se convertiría en un fenómeno viral y menos que fuera una de las creaciones que hizo con el corazón para sorprender a su hijo Jesús Adrián de seis años.
Todo empezó cuando se puso manos a la obra para preparar un regalo para el pequeño, con motivo de su ingreso a su primer año de primaria, que coincidió con el regreso a clases de manera presencial.
“Quería sorprenderlo con algo, estuve pensando como un mes, no hallaba como sorprender al niño por ser su primer día de clases y su primer año en la primaria, no sabía que hacerle pero recordé que a él le gustan los coches, entonces pensé que hacerle un cochecito en mi bicicleta era una buena idea”.
Edwin vive en el tradicional Barrio de La Huaca, desde hace 15 años es carpintero, aprendió el oficio en Jacksonville, Estados Unidos, luego de vivir algunos años en aquel país.
Él fue el responsable de realizar la última remodelación de las fachadas de las casas en el callejón de Toña La Negra, un referente de este barrio y que es visitado cada año por cientos de turistas. Esas mismas habilidades fueron las que utilizó para la construcción del cochecito para su hijo.
¿Cuánto costó convertir una bicicleta en auto?
Aunque su costo promedio lo calcula entre 2 mil 500 y 3 mil pesos, todos los materiales los obtuvo del reciclaje de maderas en su taller. La pequeña cabina es de madera de cedro y techo de triplay, tiene ventanitas que son cubiertas con cortinas.
Además de ser llamativo, es una buena opción para evitar que su hijo se moje camino a la escuela en tiempos de lluvias, o que se asolee con el intenso sol que con regularidad se deja sentir en la ciudad de Veracruz.
Lo que buscó fue para realizar el proyecto fue que cumpliera con la comodidad y funcionabilidad, tanto para el pequeño como para él, que es quien conduce la bicicleta, por eso es que planeó las dimensiones basados en la estatura del menor y el uso de maderas livianas.
Edwin recuerda que cuando su hijo vio el carrito que construyó no pudo ocultar su cara de felicidad, pero cuando lo abordó y llegó a la escuela “no cabía en sí, de la emoción”. Llamó la atención desde que salió de su casa hasta que llegó a clases.
El cochecito ha llamado tanto la atención, que incluso algunas personas se han acercado para plantear la posibilidad de construir más modelos, que sean utilizados para su venta a personas que también usan la bicicleta como medio de transporte para trasladarse con sus hijos.
¿Qué alternativa tengo para llevar a mi hijo a la escuela sin que se moje?
El carpintero ve esta posibilidad como una alternativa para ayudar a las familias y no como un negocio, pues se trata de un artículo que es funcional, además de generar alegría entre los menores como su hijo.
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“Hablando con unas personas aquí me dicen que es posible que más adelantito pueda haber un proyecto, para reproducirlo… porque es un apoyo para muchas personas que no tienen los recursos y llevan así a sus hijos a la escuela”.
De momento, el pequeño Adrián es el único que cuenta con un cochecito de madera en el que va y viene a la escuela.