Judith Butler reivindica en Madrid el movimiento de resistencia de las víctimas de Ayotzinapa

Judith Butler reivindica en Madrid el movimiento de resistencia de las víctimas de Ayotzinapa

La filósofa estadunidense traza un discurso sobre la libertad a partir del ideario de Hannah Arendt

Armando G. Tejeda
La Jornada

Madrid.

La filósofa e intelectual estadunidense Judith Butler recibió la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, en un acto en el que reivindicó la idea de la fuerza de la no violencia y trazó un discurso repleto del pensamiento a partir de los textos filosóficos de Hannah Arendt.

Durante su intervención, a la que acudieron miles de jóvenes españoles ilusionados con escuchar a una las voces más admiradas del movimiento queer, Butler recordó la entereza y la valentía del movimiento de resistencia de las familias de las víctimas de la masacre de Ayot-zinapa: Todos somos Ayotzinapa y siempre tendrán nuestro apoyo, afirmó.

La sede del Círculo de Bellas Artes parecía que iba a ser el escenario de un concierto de una estrella de rock. La fila para entrar daba la vuelta entera a la cuadra, había nervios, ilusión y los que consiguieron una de las codiciadas plazas en el auditorio donde se iba a celebrar la entrega de la medalla la habían logrado gracias a que fueron previsores y pacientes, ya que esperaron durante horas a las puertas del recinto para ser los primeros en entrar.

Butler se ha convertido en uno de los íconos del movimiento queer y una de las pensadoras más admiradas por su prolífica obra sobre la identidad del género y la nueva forma de entender la sexualidad humana. Su prestigio y la solidez de su pensamiento filosófico la han llevado a obtener en años recientes hasta 13 doctorados honoris causa en prestigiosas universidades del mundo, entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Tras recibir la medalla entre un atronador aplauso, Butler tomó la palabra y empezó su disgregación sobre la libertad, la violencia y la democracia a partir del pensamiento filosófico de Arendt, y asumiendo como una de las bases de su discurso la idea de la fuerza de la no violencia, sobre la que gravitan gran parte de sus publicaciones.

Generalmente entendemos que la responsabilidad está ligada a preposiciones: somos responsables de la Tierra, o somos responsables ante alguien, o ante todo un grupo o clase de personas. Y pensamos en la responsabilidad en relación con el fracaso, explicó.

Insta a la desobediencia civil contra la corrupción

Judith Butler instó a la sociedad a reflexionar para crear respuestas contundentes y efectivas con el fin de luchar contra los males más graves que amenazan al mundo, que a su juicio son el cambio climático, el auge del fascismo y la violencia policial. Por lo que se mostró partidaria de la desobediencia civil, en virtud de los textos de Arendt, para cuestionar y enfrentar a “regímenes legales que se corrompan.

Cuando enjuiciamos la ley y decidimos que un conjunto de políticas o de hechos de un régimen legal son criminales, tenemos que preguntarnos: ¿Estamos fuera de la legalidad o ejerciendo un principio que aún no está incorporado en ésta pero debería estarlo?, se preguntó.

Y ella misma respondió: Si consideramos la manera en que el odio mismo se ha elevado al lugar de posición política, nos vemos obligados a juzgar la situación de manera justa, dejando fuera la preocupación moral de uno mismo, dejando fuera el individualismo, ya que, si se actúa como un solo individuo, las denuncias se desvanecen tan pronto como se enuncian.

En esa reflexión de la desobediencia civil ante un Estado o ley corruptos o criminales fue que Butler reivindicó la larga travesía de resistencia de los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Judith Butler, nacida en Cleveland en 1956, es catedrática del departamento de literatura comparada de la Universidad de California, Berkeley, y autora de diversos estudios de género en el ámbito de la ética, la política y los derechos humanos.

La filósofa estadunidense también dictó una conferencia en la Universidad Complutense de Madrid, donde fue recibida con una serie de pintas en su contra, en las que la acusaban de antifeminista, o con frases como “Butler non grata”, Fuera teorías acientíficas de la universidad y “Teoría queer es misoginia”.

Actualmente, el movimiento feminista español está fracturado entre las que defienden la teoría queer y las que no, y se ha enconado mucho en las pasadas semanas ante la inminente aprobación de una ley que reconocerá los derechos del colectivo transexual.

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