Hace medio siglo, el pintor ideó un espacio en el centro de Oaxaca para compartir su colección de objetos
Oaxaca, Oax.,
Hace cientos de años, manos zapotecas, mixtecas, mayas y mexicas, entre otras, elaboraron con tal destreza estética un sinnúmero de piezas para representar su entorno y creencias, que los objetos, al llegar ante los ojos de Rufino Tamayo (1899-1991), de inmediato deslumbraron al pintor, quien se negó a considerarlos simples vestigios arqueológicos.
Son obras de arte
, afirmó el creador. A partir de ese momento se dedicó a buscarlas y coleccionarlas con la clara idea de mostrar al público ese rico legado artístico del México antiguo.
Con la complicidad del museógrafo Fernando Gamboa (1909-1990), ideó un museo que hoy, medio siglo después de su apertura, será uno de los puntos neurálgicos en Oaxaca, terruño del artista, para celebrar el 125 aniversario de su natalicio, que se cumple el 25 de agosto.
Para resaltar la idea de que las más de mil 350 piezas que se exponen en el Museo de Arte Prehispánico de México son obras de arte, Tamayo y Gamboa decidieron no incluir fichas museográficas. Durante el recorrido por las cinco salas, que hacen honor a la paleta pictórica del pintor: rosa, morado, azul, verde y naranja, la única guía es la belleza y calidad expresiva de cada objeto
.
Un tema digno de resaltar es que, aun cuando la museografía data de 1974, no es obsoleta. Es muy pulcra en todos los sentidos, los colores, el acomodo y sentido de las piezas siguen funcionando; llevan un orden cronológico, pero también estético
, dijo Citlallic Rosales Díaz, encargada del recinto.
En entrevista con La Jornada, detalló que en la iconografía del maestro hay mucho de este arte prehispánico que él decidió donar a su pueblo. Ahora el gobierno del estado de Oaxaca está a cargo completamente del recinto, junto con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
El Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo se ubica en un edificio del siglo XVIII, “que también es una maravilla. Los visitantes disfrutan tanto la colección como el inmueble, pues, si bien llegan preguntando si aquí se exhiben obras del maestro, cuando les informamos que no, pero los invitamos a pasar y hacen el recorrido, se van encantados y nos dicen: ‘¡vi a Tamayo en todas partes!’”.
Debido a la pandemia de covid-19 y a problemas administrativos, el recinto estuvo cerrado tres años, antes de su reapertura en agosto pasado.
Proyectamos recibir entre 27 mil y 30 mil personas al año. La entrada por ahora es gratuita y la idea es que en algún momento converja el arte contemporáneo con el prehispánico, que exista un diálogo entre las piezas, por supuesto, sin tocar la colección permanente, pero en los espacios externos en mayo presentaremos una exposición de cerámica y en abril tendremos actividades para niños, inspiradas en alguna de las piezas, entre otras propuestas para celebrar los 125 años de Tamayo
, informó Rosales Díaz.
Una de las esculturas que más atrae la atención es una representación del dios Xipe-Totec, una de las pocas que se exhibe sin un capelo, y en la sala naranja destaca la diosa del agua.
En general, “la mayoría de las piezas son retratos de la vida; hay bebés que, según nos explicaron unos especialistas, podrían ser juguetes para niños. Hay músicos, personas en rituales, o vasijas zoomorfas que no necesariamente son urnas mortuorias.
Tamayo coleccionaba de todo, pero hacía una curaduría desde el inicio, porque al recorrer las salas vemos que no hay piezas de relleno, todas tienen un sentido y un orden
, concluyó la encargada del recinto.
Las obras que se exhiben proceden de lugares como Guerrero, Colima, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Morelos, Puebla, Valle de México, centro de Veracruz, Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y, por supuesto, de las culturas zapoteca y mixteca que florecieron en esa entidad.
El horario del museo que se ubica en José María Morelos 503, Centro de Oaxaca, es de lunes a sábado de 10 a 14 horas y de 16 a 19 horas, los domingos de 10 a 15. Cierra los martes.