México tiene que encontrar otra inspiración y otros ideales para definirse como nación
, opinaba
El historiador, catedrático, académico e investigador británico David A. Brading, reconocido internacionalmente por sus contribuciones bibliográficas a la historiografía mexicana, falleció a los 87 años, informó el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Cambridge en su red social X.
Con gran pesar anunciamos la defunción de David A. Brading, ocurrida el pasado 19 de abril en Cambridge, Inglaterra. El profesor fue uno de los historiadores más distinguidos de América Latina. Ofrecemos nuestro más sentido pésame a su familia
, señaló la publicación difundida en la cuenta @CLAS_Cam, aunque no se precisaron las causas del deceso.
Autor de una extensa e importante obra, Brading realizó aportes fundamentales al conocimiento de la historia política, económica y cultural, especialmente de México y Perú, en los periodos colonial y republicano.
Desde la Universidad de Cambridge trabajó incansablemente para estimular y difundir los estudios latinoamericanos en todas sus expresiones, organizando seminarios y congresos y supervisando numerosas tesis doctorales. Sus textos comenzaron a circular en nuestro país a principios de la década de los sesenta.
México tiene que encontrar otra inspiración y otros ideales para definirse como nación
, opinaba el historiador inglés durante el encuentro Nacionalismo mexicano, ayer y hoy, realizado en septiembre de 2003.
En entrevista con La Jornada, a propósito de dicho acto, el académico puntualizaba que durante la época colonial la religión jugó un papel decisivo “en la formación de lo que se ha llamado el patriotismo criollo.
“La Nueva España fue una sociedad de castas, entre las cuales la dominante estaba conformada por los europeos y los criollos españoles. Ellos fueron lentamente formando la conciencia de ser herederos de un pasado que no era europeo y en ese proceso fue elegida la Virgen de Guadalupe como patrona del pueblo.
“Por eso, no es coincidencia ni simple ocurrencia que Miguel Hidalgo la haya tomado como símbolo del movimiento de Independencia de 1810. Ya desde 1746, los obispados, ciudades, ayuntamientos y reino habían proclamado a la Guadalupana como su patrona principal. Hidalgo, que por un lado era un clérigo muy instruido y por otro estaba muy cerca del pueblo, conocía la fuerza de ese símbolo. Sin embargo, entonces aún no se podía hablar de una nación mexicana.
Es hasta la Revolución Mexicana que se da el florecimiento de elementos de un verdadero nacionalismo mexicano, con su acento anticlerical. Son tres sus ideólogos: Andrés Molina Enríquez, Manuel Gamio y José Vasconcelos. Lo interesante es que éstos tenían ideas muy distintas, pero coincidían en que sus propuestas no excluían a ningún sector de la población por razones étnicas o de clase social, como sí ocurrió durante el porfiriato.
Reconocen su legado
En tanto, la comunidad académica y cultural lamentó profundamente su partida y reconoció su legado como uno de los historiadores más influyentes en el estudio de la historia de México, aunado a su dedicación, erudición y pasión por el conocimiento histórico.
“Brading fue un distinguido estudioso de la historiografía novohispana. Fue condecorado con la Orden Mexicana del Águila Azteca por el gobierno de México y mereció el doctorado honoris causa otorgado por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo”, informó el Comité Mexicano de Ciencias Históricas en la red social X.
Nacido en Londres en 1936, obtuvo el doctorado en historia en el University College de Londres. Fue profesor en Berkeley y Yale; trabajó en la Universidad de Cambridge, donde dirigió el Latin American Centre.
Fue miembro corresponsal de la Academia Mexicana de la Historia y autor de las obras Mineros y comerciantes en el México borbónico, 1763-1810; Haciendas y ranchos del Bajío: León, 1700-1860; Mito y profecía en la historia de México, y Orbe indiano: De la monarquía católica a la república criolla, 1492-1867, entre otros.