Taxco en la Semana Mayor

Ricardo Olivares / OEM-Informex

Hoy nos enfilaremos hacia Guerrero, a un destino muy visitado, principalmente durante esta época de Semana Santa; sí, allá en Taxco, un lugar oculto entre montañas, cerros, barrancos y, por supuesto, plata, mucha plata.

Efectivamente amables lectores que gustan de viajar, esta vez les recomendamos ser testigos de la gran euforia que se vive en esta ciudad durante las fiestas de Semana Santa, que darán inicio este próximo lunes 29 de marzo y terminarán el 5 de abril.

Sin lugar a dudas es una de las fiestas religiosas más importantes, y en consecuencia miles de turistas acuden año con año a presenciar las diferentes procesiones que se realizan por las estrechas calles que suben y bajan sin cesar, enmarcadas por un fuerte aroma a copal que es quemado en lustrosos incensarios de plata, acompañados de cantos religiosos.

Dentro de la Semana Santa, uno de los días más importantes es el jueves, ya que por la tarde se empiezan a reunir gran cantidad de gente originaria del lugar, en el atrio de aquella hermosa Parroquia de Santa Prisca, icono de esta bonita ciudad. También observará cómo se llena de gente el pequeño parque, ubicado en pleno zócalo, que es corazón de Taxco. Por su parte, la gran cantidad de turistas que asisten al evento, abarrotan los pequeños restaurantes y cafés, con la finalidad de presenciar dicho espectáculo.

Pues bien, ha llegado la hora cero, son las nueve y media de la noche y se siente un gran ambiente. De pronto, se oye un micrófono y la gente calla por completo y se comienza a escuchar la narración de la vida y obra de Jesús, al terminar salen en caravana todos los personajes protagonistas de la historia de las últimas horas de vida de Jesús. Todos, todos ellos se dirigen a la Capilla de San Nicolás fuertemente resguardados por una legión de judíos. Atrás de esta procesión comienzan a salir los arrepentidos, que en esta ocasión son los Encruzados, cuya penitencia consiste en cargar en la espalda un rollo de espinosas varas de zarzamora, con un peso aproximado de sesenta kilos, que van bien sujetas por un lazo «cabresto», que corre en forma de espiral, de un extremo a otro de los brazos.

Parten alrededor de cincuenta Encruzados siguiendo la procesión del Prendimiento, cada uno de ellos es asistido por dos personas. Ellos, los Encruzados, van con el torso desnudo, descalzos, cubiertos por una falda negra amarrada por una cuerda y el rostro cubierto por un capirote negro.

Los Encruzados pertenecen todos a una hermandad, que es un personaje único de la Semana Santa en Taxco, que vio la luz por primera vez, allá por los años de 1600, en plena época colonial. Estos personajes tan singulares sólo participan en dos procesiones del jueves: la del Prendimiento y la de los Cristos; y en tres procesiones del viernes: la de las tres caídas, la del santo entierro y la del silencio.

Después de esta primera procesión, inicia otra llamada de los Cristos, que sin lugar a dudas es una de las más impresionantes, ya que todas las iglesias de Taxco adornan a sus cristos venerados y se reúnen en la Iglesia de la Santa Veracruz. Todos puntuales a las once de la noche para que inicie esta procesión con la partida del «Jefe», que es el Cristo de la Iglesia de la Veracruz y el más querido por los taxqueños. Dicha procesión dura aproximadamente cinco horas y pasa por todas las calles céntricas de Taxco.

Al salir los cuarenta cristos en procesión se escucha una melodía corta y repetitiva, que es interpretada por un violín, una guitarra y un tambor, y que se le conoce con el nombre de «chirimías», cuya función es anunciar el paso de la imagen a la que acompañan.

La gente forma grandes filas, los hombres para poder cargar a su figura venerada; atrás las mujeres y los niños, quienes van vestidos de blanco y al pasar van dejando un olor a incienso que se desprende de pequeñas cajas balanceadas por una cadena.

Todo esto iluminado con un color amarillo tenue, que al conjugarse con el olor a copal y el humo que se desprende, da como resultado un ambiente místico, especial, que sensibiliza al turista y lo compenetra en las procesiones.

Cabe señalar que en esta procesión participan los Encruzados, la Hermandad de las Animas y los Flagelados y Penitentes, todos, todos ellos hacen de la Semana Santa un misticismo tan especial que es tan diferente a las tradicionales representaciones del viacrucis.

 

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