El Imparcial*
22 de septiembre de 1908
Como complemento de las fiestas organizadas por
El teatro de la calle de San Andrés, que de por sí es uno de los más elegantes de la capital, lucía desde la marquesina hasta el interior, en palcos y plateas, un artístico adorno floral que encubría casi por completo el decorado.
El aspecto general de la sala esa agradable y la nota sobresaliente de la multitud de flores, que en este, como en años anteriores, han contribuido prodígicamente, esparcidas en teatros y paseos, para dar animación y alegría á las fiestas patrias; que en habiendo flores y mujeres bellas, alegría y animación se unen siempre.
Al principio tímida, ascendiendo paulatinamente, como se inicia casi siempre la tempestad, se inició la batalla de flores, tomando después las proporciones de una verdadera lluvia.
De palcos y plateas caían a las lunetas las bellas gardenias mezcladas con margaritillas y otra multitud de florecillas de diversos colores, llovían sobre las elegantes toilettes de las damas.
La obra elegida por la compañía Fábregas en la función de anoche, fué la bella comedia de Linares Rivas, en la que también hay batalla y muy reñida, de pasiones, y un triunfo también: ¡el amor!
En la interpretación estuvieron bastante discretas la señora Fábregas que caracterizó con aciertos
Terminó la simpática velada con el sainete “
La numerosa concurrencia que asistió a la fiesta de anoche, salió muy satisfecha de ella, y
*Se publicó de