Versos sueltos del modernismo mexicano; Principios del siglo XX

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Si una espina me hiere,

me aparto de la espina

pero no la aborrezco

Dios te libre poeta

de escribir una estrofa que contriste

de turbar con tu ceño

la lógica divina de un ensueño

Amado Nervo

Y celebrar ferviente y mudo,

sobre tu cuerpo seductor

lleno de esencias y denudo

 la Misa Negra de mi amor

José Juan Tablada

Asustadiza gracia del poema:

flor temerosa, recatada en yema

Alfonso Reyes

Mi única virtud es sentirme desollado

en el templo y la calle

en la alcoba y en el prado

Ramón López Velarde

Trópico, ¿Paraqué me diste las manos

llenas de color?

Carlos Pellicer

Como hermana y hermano

vamos los dos cogidos de la mano

Enrique González Martinez

¡Oh inteligencia, soledad en llamas!

que todo lo concibes sin crearlo

José Gorostiza 

(1901-1973)

¿Quién me compra una naranja?

¿Quién me compra una naranja
para mi consolación?
Una naranja madura
en forma de corazón.

La sal del mar en los labios
¡ay de mí!
la sal del mar en las venas
y en los labios recogí.

Nadie me diera los suyos
para besar.
La blanda espiga de un beso
yo no la puedo segar.

Nadie pidiera mi sangre
para beber.
Yo mismo no sé si corre
o si deja de correr.

Como se pierden las barcas
¡ay de mí!
como se pierden las nubes
y las barcas, me perdí.

Y pues nadie me lo pide,
ya no tengo corazón.
¿Quién me compra una naranja
para mi consolación?