Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno

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Juan Rulfo 

Sayula, México, 1918 

Ciudad de México, 1986  

Escritor mexicano.  

Juan Rulfo creció en el pequeño pueblo de San Gabriel, villa rural dominada por la superstición y el culto a los muertos, y sufrió allí las duras consecuencias de las luchas cristeras en su familia más cercana, su padre fue asesinado.  

Esos primeros años de su vida habrían de conformar en parte el universo desolado que Juan Rulfo recreó en su breve pero brillante obra.  

En los años cuarenta publicó sus primeros cuentos en la revista América _editada por Juan José Arreola y Antonio Alatorre_ y en la revista Pan de Guadalajara.   

En 1953, bajo el sello del Fondo de Cultura Económica, publicó El llano en llamas, que en su primera edición contó con quince cuentos; en ediciones posteriores _revisadas por el autor_ se incorporaron otros textos como «La herencia de Matilde Arcángel» y «El día del derrumbe».  

Juan Pablo Rulfo, hijo del escritor, señala: 

……“Guardo recuerdos vagos y lejanos de mi padre y de su forma de ser. Él era un hombre discreto, vivía prácticamente de noche que era el momento en que trabajaba o leía. Al estar con él muchas veces encontraba más cosas en su silencio que en lo que podía decir”. El llano en llamas contiene los grandes cuentos de Juan Rulfo, ubicados en atmósferas campiranas que dan vida a un mundo cruzado por la fatalidad. Es en este libro donde se conoce su tono peculiar con el que creó un universo particular e irrepetible para las letras mexicanas.  

……El escritor Juan Villoro comenta:  

“En el mundo de Rulfo hay un elemento fantástico que quizá no se ha explotado lo suficiente. La fuerza de su literatura es tan cercana al campo mexicano que se corre el riesgo de pensar que el discurso es un registro de cómo se habla en México; es decir, de creer que Rulfo logró captar el habla de los campesinos de un modo un tanto naturalista.  

Nada más lejano, podría afirmar que ningún campesino ha hablado nunca como los personajes de Rulfo. Con él estamos ante una decantación del habla popular que combina desde los arcaísmos hasta los neologismos, que en la pluma del autor adquieren una belleza incomparable.  

Así, estamos no sólo ante uno de los principales narradores, sino ante un escritor de corte fantástico que logró extraer lo más significativo de las atmósferas y espacios del campo mexicano. Con su obra propone una realidad que trasciende por completo al mundo del que surgió y se convierte en su símbolo más acabado”. 

……Juan Villoro continúa:  

“la literatura de Rulfo se aparece como un umbral entre lo real y lo fantástico; en sus letras resulta difícil separar qué pertenece a uno u otro lado del umbral.  

Además de esta mezcla entre realidad y fantasía, se puede decir que uno de los aspectos maestros de su narrativa es la literatura de traslado; es decir, las cosas que ocurren a medida que los personajes peregrinan de un sitio a otro”. 

En los quince cuentos que integran El llano en llamas (1953), Juan Rulfo ofreció una primera sublimación literaria, a través de una prosa sucinta y expresiva, de la realidad de los campesinos de su tierra, en relatos que trascendían la pura anécdota social.  

En su obra más conocida, Pedro Páramo (1955), Rulfo dio una forma más perfeccionada a dicho mecanismo de interiorización de la realidad de su país, en un universo donde cohabitan lo misterioso y lo real, y obtuvo la que se considera una de las mejores obras de la literatura iberoamericana contemporánea.  

En 1934 se radica en México, y comienza a escribir sus trabajos literarios y a colaborar en la revista «América». 

 En 1953 publicó «El llano en llamas» (al que pertenece el cuento «Nos han dado la tierra») y en 1955 apareció «Pedro Páramo».  

De esta última obra dijo Jorge Luis Borges:  

«Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aun de toda la literatura», y que fuera traducido a varios idiomas: alemán, sueco, inglés, francés, italiano, polaco, noruego, finlandés. 

 Juan Rulfo fue uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX, que pertenecieron al movimiento literario denominado «realismo mágico», y en sus obras se presenta una combinación de realidad y fantasía, cuya acción se desarrolla en escenarios americanos, y sus personajes representan y reflejan el tipismo del lugar, con sus grandes problemáticas socio-culturales entretejidas con el mundo fantástico. 

 Muchos de sus textos han sido base de producciones cinematográficas. 

 A partir de 1946 se dedicó también a la labor fotográfica, en la que realizó notables composiciones. 

 En 1947 se casó con Clara Aparicio, con la que tuvo cuatro hijos. 

Ya mataron a la perra,

 pero quedan los perritos

«¡VIVA Petronilo Flores!» 

El grito se vino rebotando por los paredones de la barranca y subió hasta donde estábamos nosotros. Luego se deshizo. 

«¡ Viva mi general Petronilo Flores!» 

Nosotros nos miramos. La Perra se levantó despacio, quitó el cartucho a la carga de su carabina y se lo guardó en la bolsa de la camisa. Después se arrimó a donde estaban Los cuatro y les dijo: «Síganme, muchachos, vamos a ver qué toritos toreamos!» Los cuatro hermanos Benavides se fueron detrás de él, agachados; solamente la Perra iba bien tieso, asomando la mitad de su cuerpo flaco por encima de la cerca.

Nosotros seguimos allí, sin movernos. Estábamos alineados al pie del lienzo, tirados panza arriba, como iguanas calentándose al sol.   

Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, conocido como Juan Rulfo, es considerado uno de los máximos narradores de las letras no sólo mexicanas, sino hispanoamericanas.   

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